De 'rutitas' por el Alentejo
Caminos rurales y urbanos. Al otro lado de la frontera, nos esperan 47 itinerarios rurales
Empieza la primavera, se acerca Semana Santa y el cuerpo pide senderos, caminos, paseos... Les ofrecemos este sábado una selección de itinerarios por el Alentejo. ... Vamos a procurar no alejarnos mucho de la frontera, así que empezamos en Campomayor. En este pueblo alentejano, además de café, hay fortalezas y murallas que recuerdan las guerras de otro tiempo. Campomayor inspiró al escritor romántico inglés Walter Scott una famosa balada que comienza así: «To Campo Maior comes, he had quietly sat down» (traducción libre: A Campomayor llega y allí se queda apaciblemente). Al autor de 'Ivanhoe' le impresionó la resistencia de los campomayorenses en marzo de 1811: aguantaron durante once días el cerco de 4.000 franceses hasta que fueron liberados por las tropas inglesas de Beresford.
La historia de este pueblo alentejano es heroica. En 1712, rechazaron a 90.000 soldados del general Bay, que se retiraron dejando en el campo de batalla 20.000 cadáveres, y en 1801 aguantaron un sitio francés de 18 días. Aunque lo que marcó la historia del pueblo fue la explosión de su polvorín en 1732. Un rayo fue el causante de un estallido que destruyó 836 de las 1.076 casas del pueblo, provocando 1.500 víctimas y dando lugar a la popular capilla de los huesos, cuyas paredes se hicieron con los esqueletos de esas víctimas.
El 'percurso' que encontramos aquí se llama Defensas de Campomayor, su longitud es de siete kilómetros y medio, se tarda entre dos y tres horas, discurre por caminos rurales y urbanos y parte del Largo do Barata, en Campomayor. Esta ruta pasa por el castillo, los bomberos voluntarios, la Associação das Festas do Povo (famosa fiesta de las flores), las piscinas, la iglesia de San Pedro, la fábrica de Hutchinson y, ya cerca del final, pasa junto al Intermarché y el Continente. Se cruzan los antiguos cuarteles y las almenas arruinadas, pero también los espacios modernos y emblemáticos de Campomayor. La ruta está bien señalizada y no hay subidas fuertes.
Venimos más al norte y en Castelo de Vide nos encontramos con un pueblo llamado Póvoa e Meadas que nos ofrece un 'percurso' de paisajes fantásticos. Son 13,2 kilómetros por zonas rurales de naturaleza y parte del extremo norte del jardín de Póvoa e Meadas. Discurre por veredas entre muros de piedra y caminos de bosque. Se pasea viendo fuentes, miliarios romanos, bosques de robles y la Ribeira de Póvoa e Meadas.
La rutita de Elvas no se podía llamar de otra manera que 'Linhas de Elvas', su temática es militar, son seis kilómetros y parte de la puerta exterior del Forte de Graça. El camino pasa por el castillo, el acueducto, el mercado, la plaza de la República, las murallas y acaba en el fuerte de Santa Luzia, una experiencia de seis kilómetros y de nuevo la famosa batalla ganada a los españoles, Linhas de Elvas, que lo mismo sirve para nombrar un periódico que para bautizar una ruta.
Si en Castelo de Vide recorríamos la Ribeira de Póvoa e Meadas, en Marvão, la guía de percursos del Alentejo nos conduce hacia la 'Fabulosa barragem de Apartadura', que sale de este embalse, en su orilla derecha, recorre ocho kilómetros y medio por caminos rurales, en un itinerario que discurre por un paisaje de lago de montaña con Marvão al fondo y en lo alto.
Estas rutas alentejanas se pueden conocer más a fondo en la web visitalentejo.pt. En ella, aparecen los 47 «percursos pedestres del Alto Alentejo y del Baixo Alentejo» divididos en Alqueva (11 percursos), Alentejo Central (8), Alto Alentejo (15) y Baixo Alentejo (13). Una guía muy útil para ir preparando las excursiones de Semana Santa.
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