Los restos de monseñor Antonio Montero descansarán en la Concatedral de Mérida
Su capilla ardiente se instalará este viernes en la Catedral de Badajoz, donde se oficiará el funeral el sábado a las 12.00
La Catedral Metropolitana de Badajoz acogerá este viernes, a partir de las 20.00 horas, la capilla ardiente de monseñor Antonio Montero Moreno, el arzobispo que dirigió a la Iglesia Extremeña hasta el año 2004. Obispo de Badajoz desde 1980 y arzobispo de Mérida-Badajoz desde 1994, Montero dejó una honda huella en la Iglesia y en la sociedad extremeña.
Su capilla ardiente podrá visitarse a partir de las 20.00 horas del viernes y permanecerá abierta hasta las 22.30 horas. Volverá a abrirse el sábado a las 8.30 y la misa por su eterno descanso comenzará a las 12 del mediodía.
Finalizada la misma se mantendrá abierta la capilla hasta las 19.00 horas . En ese momento será trasladado a la Concatedral de Santa María de Mérida. Allí sobre las 20.00 horas tendrá lugar una celebración de la palabra, tras la cual se le dará cristiana sepultura en la capilla del Santísimo.
Nacido en Churriana de la Vega (Granada) el 28 de agosto de 1928, fue ordenado sacerdote el 19 de mayo de 1951 en la Basílica de San Juan de Letrán de Roma, y realizó su primera labor sacerdotal en Granada.
El 10 de abril de 1969 el Papa Pablo VI lo nombró obispo titular de Regiana y auxiliar de Sevilla, y el día 3 de mayo de 1980 llegó a Badajoz como obispo. Esa fue su responsabilidad hasta que el 28 de julio de 1994, el papa San Juan Pablo II crea la nueva Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz, que comprende a las tres diócesis extremeñas, y nombra primer arzobispo a monseñor Antonio Montero.
A partir de ese momento fue el pastor de la Iglesia en Extremadura y puso en marcha la doble capitalidad, dándole categoría de concatedral a la parroquia de Santa María, en Mérida, y creando una sección del Cabildo en la Concatedral emeritense.
Entre su labor pastoral al frente de la diócesis de Badajoz destaca la celebración del Sínodo Pacense de 1992, que se actualizó en 2002 con la celebración de una Asamblea Diocesana.
Durante sus más de 20 años de servicio a la Iglesia extremeña impulsó el nacimiento y desarrollo de tres grandes obras sociales: el 'Proyecto Vida' para personas drogodependientes en Badajoz y los centros de transeúntes de Mérida y Badajoz.
Por edad, monseñor Montero dejó la diócesis en el año 2004. Desde entonces había residido en Sevilla junto a sus hermanas.
«Llegó sin hacer ruido y se marchó casi en silencio», escribió el expresidente de de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en un artículo que le dedicó coincidiendo con su última visita pública a Badajoz en 2019, cuando se celebraron sus bodas de oro episcopales.
El trabajo que realizó en la región no sólo fue reconocido en los ámbitos eclesiásticos. Su basta cultura hizo que fuese nombrado académico de la Real Academia de Extremadura de las Letras y Artes. También le fue concedida la Medalla de Oro de Extremadura.
