«El problema de Extremadura es su baja densidad de población»

Ignacio Ferrer nació en Murcia en 1959, llegó a Extremadura en 1986, es decano-presidente del Colegio Notarial de Extremadura y vive en Cáceres.

-¿Por qué vino a Extremadura?

-La razón fue profesional. Gané las oposiciones al cuerpo de notarios en 1986, entre las que solicité estaba vacante la notaría de Alburquerque, que fue la que me adjudicaron. Después serví en las notarías de San Vicente de Alcántara, Miajadas, Trujillo, Villanueva de la Serena, Mérida y Cáceres como notario titular, y como sustituto en Valencia de Alcántara, Campanario, Montijo y Garrovillas de Alconétar.

-¿Qué impresión tuvo al llegar?

-Imagínense Extremadura hace 35 años. Los que veníamos aquí por primera vez traíamos una visión distorsionada, era la región más atrasada de España, hacía poco que habíamos visto la película de 'Los Santos Inocentes'. Rodada precisamente en Alburquerque, esa es más o menos la idea que tenía, pero era injusta, a pesar de ser una de las regiones más atrasadas de la UE. La belleza de su naturaleza, de su patrimonio arquitectónico y de sus gentes me cautivaron enseguida y cambió por completo mi idea prejuiciosa y preconcebida, convirtiéndome en un admirador y defensor de esta tierra a la que amo.

-¿Cuál es la mayor diferencia que ha encontrado entre el modo de vida de aquí y el de Murcia?

-En Murcia también hace mucho calor, se vive mucho en la calle, como aquí, la gente es muy abierta, acogedora como la extremeña, desde ese punto de vista no noté diferencia. Lo que es más complicado aquí es la movilidad, en Murcia las distancias son muy pequeñas entre pueblos y ciudades, la densidad de población es mayor. El gran problema de Extremadura es su baja densidad de población. El modo de vida y sus gentes son muy parecidos.

-¿Cómo le recibieron aquí?

-Muy bien profesionalmente y también en lo personal con amigos y posteriormente con mi mujer.

-¿Tardó en acostumbrarse a vivir aquí o se adaptó enseguida?

-Me integré con facilidad por el carácter abierto de los extremeños.

-¿Cómo ha cambiado su visión de la región en el tiempo que lleva aquí?

-No tiene nada que ver, la evolución de la vida en Extremadura en estos 35 años ha sido enorme, como en el resto de España. Extremadura no ha sido ajena a ese cambio, aunque quizá por esa escasez poblacional, su evolución ha sido menor en crecimiento que la del resto de España, reconociendo que partía de la última posición. Lo malo es que en estos últimos 40 años no se ha cumplido el mandato constitucional de nivelación de las condiciones de vida de los ciudadanos con independencia del lugar en que vivan.

-¿Podría definir Extremadura con tres palabras?

-Acogedora, naturaleza y monumentalidad.

-¿Qué es lo que más le conquistó de esta tierra?

-Mi mujer, sus gentes y su ritmo de vida.

-¿Y lo que menos?

&ndashSu mala comunicación con el resto del mundo. Es inconcebible en estos tiempos que no tenga un aeropuerto para que puedan venir personas de todo el mundo. Por eso jugamos en desventaja con otros territorios en materia turística, reconociendo lo mucho que se ha hecho.

-¿Qué destacaría de los extremeños?

-Su espíritu de lucha, su deseo de salir del estancamiento en el que se encuentra.

-¿Qué cree que necesita Extremadura para su desarrollo?

-Aumentar su población, conseguir conectarse con el mundo exterior con medios terrestres y aéreos.

-¿Cuáles son sus sitios favoritos de la región?

-La ciudad monumental de Cáceres, en particular la plazuela del Socorro, el arco del Socorro es un sitio fuera de lo normal, como toda la ciudad o el castillo de Luna de Alburquerque, entre otros.

-¿Extremadura es un paraíso natural ¿en qué sitios le gusta perderse?

-En el parque de Monfragüe, las sierras de Manchita en la provincia de Badajoz, la sierra de San Pedro...

-¿Qué rincones recomendaría visitar de Cáceres?

-La Plazuela del Socorro, la plaza de Santa María, el Aljibe del Museo de Cáceres, el centro de artes visuales Helga de Alvear, la iglesia de Santiago, la iglesia de San Mateo, en general toda la ciudad monumental.

-¿Qué echa de menos en Cáceres?

-Determinadas infraestructuras, ferroviarias, aéreas, de comunicación, en particular en la ciudad monumental de Cáceres la carencia de la fibra óptica, la hay para las instituciones pero no para los particulares. Parece surrealista que estas situaciones se den.

-¿Los servicios públicos con los que cuenta son suficientes? ¿Y las propuestas culturales y el comercio?

-Salvo las comunicaciones, los servicios públicos están bastante bien. Cáceres tiene una buena oferta cultural. El comercio cada vez va a menos. Las autoridades deberían estimularlo y los ciudadanos consumir en el comercio local para que funcione, tener una buena oferta a buen precio y que los comerciantes puedan ofrecer una amplia variedad de productos porque tengan salida.

-¿A qué dedica su ocio?

-Me gusta mucho la caza, aunque cada vez voy menos, el senderismo, la música, la lectura, salir de tapeo con los amigos, viajar de vez en cuando. Tengo una hija y dos nietos que viven en Nueva York porque mi yerno y mi hija trabajan allí, mi mujer y yo intentamos ir una vez al año, aunque ahora está complicado por la covid-19.

-¿La cercanía con Portugal es un aliciente? ¿Suele viajar con frecuencia al país vecino?

-Sí, es un aliciente. Mi mujer y yo vamos bastante a Portugal. A Elvas, a Vilamoura, donde tenemos unos buenos amigos, a Lisboa, Cascáis, Oporto y Coimbra.

-¿Le gusta el clima extremeño?

-Me gusta mucho el clima de aquí, a veces algo extremo pero se lleva muy bien.

-¿Suele recomendar a sus familiares y amigos que vengan de vacaciones o a vivir a Extremadura?

-Recomiendo a todos mis conocidas que vengan a Extremadura, yo incluso les hago de guía en muchas ocasiones. Por su bellísima y variada naturaleza, su patrimonio arquitectónico, variedad cultural, gastronomía. Por la calidad de sus gentes.

-¿Hay algunas costumbres o tradiciones que le hayan llamado especialmente la atención?

-Son todas sus tradiciones muy españolas, no hay ninguna que me haya llamado la atención.

-¿Suele acudir a fiestas de interés turístico o a acontecimientos culturales?

-Mi mujer, mis hijas y yo vamos todos los años al Festival de Teatro de Mérida, a la Semana Santa de Cáceres y a las ferias de Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia y Olivenza. También al Gran Teatro de Cáceres y a los conciertos de la OEx.

-¿Qué es lo que más le gusta de la gastronomía extremeña?

-La calidad de sus materias primas, su cocina tradicional y la magnífica fusión que hacen con las tendencias modernas.

-¿Dónde ha viajado o va a viajar este verano?

-Viajaremos a Marbella, donde nació mi mujer, y también a Murcia a ver a mi madre y mis hermanos, que viven todos allí.