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Habrá de nuevo manifestación por un tren digno el 18 de noviembre, como el pasado año. Pero esta vez no será en Madrid, sino en Cáceres. Un domingo por la mañana para tratar de atraer a miles de participantes. Y la unidad que tanto costó lograr en el Pacto por el Ferrocarril empieza a resquebrajarse, después de que Podemos decidiera no acudir a la reunión de este lunes en Mérida y después de que el PP acepte a regañadientes la convocatoria en la capital cacereña.
Los integrantes del Pacto por el Ferrocarril que se reunieron este lunes decidieron convocar una manifestación en la misma fecha que el pasado año, pero en un emplazamiento distinto. «Se ha pensado que era el momento de hacerlo en Extremadura», explicó la consejera de Medio Ambiente y Rural de la Junta, Begoña García Bernal.
«Las manifestaciones históricas no podemos hacerlas todos los años», dijo en referencia a la concentración que tuvo lugar el pasado año en Madrid, a la que asistieron decenas de miles de personas. En cualquier caso, apuntó que para el futuro no se descartan nuevas movilizaciones en la capital española.
Será la tercera convocatoria de protesta desde que se puso en marcha el Pacto por el Ferrocarril, en 2016. Ese año hubo una manifestación en Badajoz, el pasado ejercicio tuvo lugar la concentración en Madrid y para el presente se espera contar con una participación masiva en Cáceres. Con ese fin, se creará una comisión específica para preparar cuestiones como la contratación de autobuses para facilitar la asistencia de ciudadanos. Asimismo, deberá definir la hora y el recorrido de la movilización.
García Bernal recalcó que la creación del Pacto por el Ferrocarril ha permitido desbloquear numerosos contratos que estaban paralizados y que en la actualidad todas las obras del corredor entre Plasencia y Badajoz estén terminadas o en marcha. Sin embargo, reconoció que la ciudadanía no percibe estos trabajos, sino los problemas con el tren, como ocurrió durante el pasado puente del Día de la Hispanidad.
Por ese motivo, considera oportuna una nueva protesta por cuestiones como seguir siendo la única región que, con Murcia, carece de tren electrificado. «No vamos a permitir que sigamos siendo los últimos», afirmó.
Pese a su llamamiento a la unidad, lo cierto es que cada vez hay más voces discrepantes. El presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, indicó que ha aceptado participar en la movilización de Cáceres aunque su intención era «que la manifestación se haga donde se escucha», en Madrid. Sin embargo, reconoció que no pudo convencer al resto de asistentes al encuentro.
Para Monago, se dan «las mismas circunstancias que hace un año» o incluso la situación ha empeorado, con trenes que fallan por averías de todo tipo. En cuanto a las obras en marcha a las que se refirió García Bernal, afirmó que «no se van a cumplir los plazos», pese a lo anunciado por Adif, y que los trabajos del tren de alta velocidad no concluirán hasta 2020. Ante lo que considera una «tomadura de pelo», mantiene su intención de manifestarse el 17 de noviembre en Madrid.
Por su parte, el portavoz del PSOE en la Asamblea, Valentín García, recalcó la unidad de los integrantes del Pacto por el Ferrocarril y la necesidad de seguir reclamando «que se salde la deuda histórica con Extremadura» en materia ferroviaria.
García aseguró que no se puede repetir la cita del pasado año en Madrid, en la que a su juicio se consiguió el objetivo principal, llamar la atención sobre las comunicaciones ferroviarias en Extremadura e introducir el problema en la agenda del Gobierno y los medios de comunicación. Pero expuso que es necesario reclamar que se cambien las locomotoras y que el mantenimiento de los trenes se haga en la región.
Cayetano Polo, de Ciudadanos, subrayó la unidad de los asistentes en torno a los compromisos del Pacto y apoyó la manifestación del 18 de noviembre en Cáceres para reclamar «un tren a la altura del siglo en que vivimos». Al mismo tiempo, pidió «soluciones más imaginativas» que vayan más allá de concentraciones y movilizaciones.
Además de los líderes políticos, tras el encuentro también dieron su opinión algunos de los representantes de las entidades sociales que forman parte del Pacto por el Ferrocarril. Patrocinio Sánchez, secretaria general de UGT Extremadura, hizo un llamamiento a la participación masiva en la manifestación de Cáceres. Respecto a las obras en marcha, indicó que los plazos de ejecución son muy largos, y que mientras tanto es necesario actuar para que no se repitan las incidencias del pasado puente. «Si tienen que cambiar máquinas, que las cambien».
Por su parte, Encarna Chacón, secretaria general de CC OO Extremadura, destacó que el principal objetivo del sindicato era contar con una movilización unitaria. También señaló que Renfe debe intervenir ante las incidencias, y recordó que el Pacto por el Ferrocarril no se centra únicamente en las relaciones con Madrid, sino que reclama mejoras en otras líneas, como las que conducen a Andalucía, por lo que exige que se pongan en marcha.
Aunque Podemos decidió no acudir a la reunión de este lunes en Mérida debido a que el Pacto por el Ferrocarril ha excluido «de forma sistemática» a las plataformas ciudadanas y a su inmovilismo, su secretario general en la región, Álvaro Jaén, afirmó que la formación participará «en cada movilización que haya para luchar por el tren en la región», según recoge Efe.
Las reclamaciones al Gobierno se podrán dirigir en persona al titular del Ministerio de Fomento, José Luis Ábalos. La consejera de Medio Ambiente y Rural, Begoña García Bernal, anunció este lunes que el próximo viernes el ministro se reunirá con el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara. A ese encuentro, al que también acudirá la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, y el presidente de Renfe, Isaías Táboas, han sido invitados los integrantes del Pacto por el Ferrocarril de Extremadura.
El presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, evidenció de nuevo las fisuras en el seno del Pacto al señalar que no sabe si acudirá a la cita del próximo viernes con Ábalos, a quien acusó de promover el corredor mediterráneo en perjuicio de las licitaciones de obras en Extremadura. «Estoy muy mayor para que me pasen la mano por el lomo», afirmó.
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