La nueva central hidroeléctrica de Alcántara será subterránea y construirla generará 3.600 empleos
La planta tendrá 440 megavatios, bombeará el agua desde Cedillo y además de generar energía, la almacenará
La segunda central hidroeléctrica de Alcántara será subterránea, tendrá 440 megavatios de potencia y su construcción generará 3.600 empleos durante los cinco años ... que durará, detalla Iberdrola, que prevé empezar a ejecutarla en este mismo ejercicio y tenerla en funcionamiento a mediados de 2030.
La central actual, que funciona desde el año 1969, es una hidroeléctrica convencional, que toma el agua del embalse y la convierte en energía gracias a los rotores y alternadores de sus cuatro turbinas, mientras que la nueva será también hidroeléctrica pero de bombeoreversible, un sistema que además de producir energía permite almacenarla.
Para ello hacen falta dos embalses próximos y situados a cotas diferentes, que se intercambian el agua a través de un circuito cerrado. En este caso, la central hidroeléctrica de bombeo reversible José María de Oriol II, que así se llamará, se servirá de la hidroeléctrica que hay al pie de la presa de Cedillo, junto a la frontera con Portugal.
El Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía subvenciona el proyecto con 45 millones de euros
El proyecto ya tiene la DIA (declaración de impacto ambiental) favorable, desde el pasado octubre, y también el permiso de acceso a la red, y está a la espera de otras autorizaciones administrativas requeridas antes de empezar la ejecución.
La planta «permitirá un almacenamiento energético reversible de 16 millones de kilovatios hora, equivalente al consumo medio diario de más de cuatro millones de personas (cuatro veces la población de Extremadura). En cuanto a producción, aumentará en más de 1.000 gigavatios hora al año, «lo que evitará la emisión de unas 355.000 toneladas de dióxido de carbono al año», anticipa su promotora, que soterrará todos los circuitos, incluida la línea eléctrica, de 867 metros de longitud, que en un primer momento planteó al aire libre.
La nueva planta podrá almacenar una cantidad de energía equivalente al consumo medio diario de más de cuatro millones de personas
Será lo que se denomina una central excavada, dotada con dos turbinas/bombas (se 'turbina' para producir energía y se bombea para almacenarla) de 220 megavatios cada una. Incrementará el caudal entrante en el embalse de Cedillo en 516 metros cúbicos por segundo, adicionales a los 1.172 máximos actuales.
Un circuito cerrado
«En las centrales reversibles de bombeo –explica Iberdrola–, el embalse superior (en este caso, Alcántara) actúa como una batería gigante que almacena energía potencial en forma de agua que se 'turbina' al embalse inferior para generar electricidad cuando el sistema lo requiere». «Una vez 'turbinada' –continúa–, ese agua ahora contenida en el embalse inferior (el situado a menor cota, o sea, Cedillo) es bombeada durante las horas de menor demanda eléctrica hasta el depósito situado en el embalse superior (Alcántara), siguiendo el mismo recorrido pero en sentido inverso, operando así como un circuito cerrado».
«Está previsto –avanza la empresa– que su funcionamiento sea de ciclo cerrado semanal, lo que implicará que la igualdad de volúmenes turbinados y bombeados se producirá al final de la semana, generalmente con 'turbinación' por las mañanas de los días laborales, cuando la demanda energética es mayor, y bombeo los días laborales por la noche y los fines de semana, cuando se da la menor demanda energética y/o el exceso de energía generada en la red».

«Hoy en día –apunta la compañía–, el bombeo hidroeléctrico es el sistema de almacenamiento a gran escala más eficiente que existe. Permite almacenar los excedentes de energía procedentes de fuentes renovables no gestionables como la solar y la eólica, para entregarlos cuando más se necesite».
«Proporciona estabilidad al sistema eléctrico»
Esta tecnología «proporciona estabilidad al sistema eléctrico, puesto que puede generar cantidades significativas de energía limpia en poco tiempo», añade Iberdrola, que tiene en Extremadura tres centrales hidroeléctricas de bombeo reversibles operativas. Son las de Gabriel y Galán, Guijo de Granadilla y Torrejón. A ellas se sumará la de Valdecañas, ahora en construcción.
El IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía, un organismo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de la Secretaría de Estado de Energía) ha concedido al proyecto una subvención de 44,9 millones de euros. Lo ha elegido entre los presentados a su convocatoria de ayudas para iniciativas innovadoras de almacenamiento mediante bombeo reversible.
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