Casi la mitad de los nuevos universitarios extremeños elige empezar la carrera en otra región

A grandes rasgos, las tasas son similares a los de los años precedentes, y para encontrar variaciones significativas hay que retroceder hasta el curso 2015/16, cuando no llegaban a la mitad los que elegían permanecer en la comunidad -en concreto, eran el 47%-, y había una menor tendencia a instalarse en Andalucía (14% frente al 20% actual).

«Es un reto que los alumnos se queden aquí», dijo el pasado día 10 en la Asamblea la consejera de Educación, Ciencia y Formación Profesional, que detalló que «hay 2.500 universitarios extremeños que han empezado a estudiar sus carreras en otras comunidades». Según Mercedes Vaquera, los motivos de este éxodo estudiantil son principalmente dos: que los estudios que desean cursar no existen en la región o que no alcanzan la nota de corte que exige la UEx. «No han conseguido plaza en nuestra universidad el 95% de las solicitudes de ingreso en Medicina, el 87% en Enfermería, el 86% en Psicología, el 81% en Fisioterapia y el 77% en Matemáticas«, detalló la consejera antes de afirmar que »no podemos -dijo-, dar la espalda a esta realidad«.

Las dos razones que cita Vaquera las menciona también la CRUE (Conferencia de Rectores de Universidades Españolas) en su último informe sobre 'La universidad española en cifras', en el que alude al precio de la matrícula como otra de las claves que explican la movilidad estudiantil, una característica del sistema universitario que no debe ser vista como algo negativo. Los rectores recuerdan que la propia Ley de Universidades sostiene que impulsar la movilidad es uno de sus objetivos, «para que los estudiantes puedan escoger libremente las titulaciones y los centros más adecuados a sus intereses personales y profesionales».

La CRUE ha investigado la evolución reciente de esta emigración universitaria sin salir del país, y concluye que el número de los extremeños que estudian una carrera en otra comunidad aumentó en más de 12 puntos porcentuales entre los años 2015 y 2021, cuando el incremento nacional fue de poco más de tres puntos. En este capítulo, las diferencias entre unas regiones y otras «son causadas, generalmente, por la presencia y tamaño de la oferta de universidades privadas«, argumenta la Conferencia.

Las autonomías que solo ofertan educación superior pública «registran los índices más elevados de salidas de estudiantes, y a su vez, lideran el aumento porcentual experimentado por este flujo«, añade el informe, que en el caso de la UEx destaca su »oferta extensa pero dispersa territorialmente«. »Por contra, las regiones con más presencia de las universidades privadas en el global de la oferta formativa, presentan los porcentajes más bajos de salidas de estudiantes«, abunda el estudio de la CRUE, que especifica que el mayor número de salidas a otras regiones se da para cursar un máster en un centro privado.

Estos números ponen de manifiesto «una falta de equidad para el acceso a los estudios universitarios que afecta a un importante número de personas», consideran los rectores, que creen que la situación puede corregirse «potenciando la política de becas y ayudas al estudio, y con la presencia de universidades generalistas coexistiendo con universidades especializadas por ramas de enseñanza». «Para intentar que los alumnos se queden aquí -desgranó Mercedes Vaquera en la Asamblea de Extremadura- hemos adoptado medidas como la reforma de las pruebas de acceso a la universidad y la revisión de las becas complementarias para ayudar a pagar los gastos de alojamiento a estudiantes que no tienen acceso a las ayudas del Gobierno central«.

Lo dijo la consejera en su respuesta a una pregunta formulada por Joaquín Macías, diputado de Unidas por Extremadura que interpeló a la administración regional sobre su política general en materia universitaria, en un momento especialmente sensible. Principalmente, porque la Junta tiene sobre su mesa varias propuestas de universidades privadas que de entrada ve con buenos ojos, mientras que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que endurecerá los requisitos para que estas puedan funcionar.

«No es el momento para que aterricen aquí universidades privadas», defendió Macías, que calificó a algunas de ellas como «auténticos chiringuitos que han devaluado la calidad de los títulos«. A su juicio, pueden suponer un problema más para la UEx, »que vive un momento crítico«.

La consejería, sin embargo, tiene otra opinión, y cree que las privadas pueden ayudar a retener estudiantes, por lo que estudiará los proyectos que se atengan a la normativa vigente, que sean viables económicamente y que puedan aportar valor a la comunidad. Los que cumplan estos tres requisitos «van a ser bien recibidos en esta región«, anticipó el pasado día 10 Mercedes Vaquera, que no obstante, aclaró que »la universidad pública va a seguir siendo la prioridad del Gobierno regional, no va a ser sustituida ni se va a descuidar, sino que se pretende aumentar las oportunidades para los alumnos de la región«.

Hay que recordar que las primas iniciativas en este sentido llegaron en el año 2016, cuando el Gobierno regional recibió cuatro solicitudes. Un cambio normativo en el año 2021 propició que se cayeron dos y se mantuvieran las de la Universidad Abierta (por Internet) y Uninde (Universidad Internacional para el Desarrollo). Más recientemente se sumaron otras dos: Universidad Europea de Extremadura y CEU Núñez de Balboa. Todas ellas aguardan aún el informe del Ministerio de Educación.