El meloncillo ya está en el punto de mira con la oposición de los ecologistas
La Junta autoriza a matarlo «con el objeto de prevenir daños a la ganadería y otra especies silvestres»
El meloncillo (Herpestes ichneumon), también conocido como mangosta africana y en portugués como saca-rabos, está de nuevo en el punto de mira. Y no ... es una metáfora. La Junta de Extremadura ha autorizado la caza de esta especie silvestre a menudo odiada por la gente del campo, que acusa al meloncillo de masacrar gallinas e incluso borregos. Esta reivindicación casi ancestral de quienes tienen rebaños o aves de corral se ha visto atendida el pasado 22 de febrero a través de un anuncio de la Dirección General de Sostenibilidad de la Consejería de Agricultura. Desde entonces se hizo firme la posibilidad de matar un meloncillo de manera legal, aunque existen condiciones para el control de su población. Solo se puede matar un individuo por cada cien hectáreas y temporada, que va del 12 de octubre al 28 de febrero, por lo que hasta dentro de seis meses no será posible abatir estos ejemplares.
La novedad con la situación anterior es que antes llegó a ser posible obtener permiso de la Junta para matar a este animal cuando el titular de una explotación acreditaba que el meloncillo había atacado a sus animales, lo cual no siempre era sencillo de demostrar. De hecho, tanto en la federación de caza que tramitaba estas peticiones como entre los ganaderos se quejaban de que los permisos se demoraban mucho, pedían documentos gráficos y la Junta solía denegarlos argumentando que el ataque lo habían perpetrado perros cimarrones u otros animales, no meloncillos.
A partir de ahora en la comunidad, y por primera vez en España, se autoriza dispararles para rebajar su población y minimizar la cifra de estos ataques que los ecologistas sitúan en el ámbito de las leyendas rurales.
«Es lamentable que el organismo que debe proteger la fauna haga caso a comentarios de barra de bar, sin base científica»
Francisco Blanco
Fondenex
Según detalla el Diario Oficial de Extremadura, se deja sin efecto su protección «con el objeto de prevenir daños a la ganadería y/o para la protección de otras especies de fauna silvestre, los interesados podrán solicitar a la Dirección General de Sostenibilidad autorización que conceda para el control poblacional del meloncillo».
Desde la publicación de este anuncio las llamadas para gestionar estos permisos se han multiplicado, afirman desde Fedexcaza, donde han pedido paciencia porque hasta octubre no es legal cazar meloncillos.
Opiniones opuestas
Hay que saber que el meloncillo no es una especie autóctona , aunque los ecologistas defienden que sí. No es solo el único aspecto en que la opinión sobre su presencia en la península ibérica está dividida. Las organizaciones agrario-ganaderas critican que matan animales de granja mordiéndoles sus partes blandas, normalmente el cuello. Las organizaciones ecologistas, en cambio, creen que son exageraciones, destacan su singularidad y explican que, al ser una especie diurna, parece que hay más, pero no es así.
Para Fondenex, la autorización de la Junta para poder matar meloncillos no se rige por criterios científicos. «Es lamentable que el organismo oficial encargado de la conservación de nuestra fauna salvaje haga caso a meras conjeturas, opiniones sin base técnica y a comentarios de barras de bar», expone Francisco Blanco.
Además, para Fondenex la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura ha incumplido la ley por no comunicar este anuncio primero al Gobierno central este a la Comisión Europea. «Esta especie está incluida en el Anexo V de la Directiva de Hábitats, donde figura como 'especie de interés comunitario', aunque la Unión Europea puede contemplar controles en determinados casos , si estudios científicos independientes y con investigadores de prestigio internacional, demostraran que su población tiene una incidencia negativa sobre otras especies vegetales y animales o determinado tipo de ganado, lo que aquí no se ha dado», según Blanco.
«Es una decisión acertada, al fin se podrá controlar esta especie que ocupa el nicho ecológico de otras especies autóctonas»
Miguel Gómez
Fedexcaza
En otra asociación ecologista, Adenex, comparten la tesis de que ha faltado rigor en la decisión de la Junta y que afirman que esta se ha guiado por dos grupos de poder como los ganaderos y los cazadores. «No se ha aportado la información necesaria, como estudios científicos de población de la especie. Tampoco se aportan datos de los daños que ha provocado en una explotación ganadera. Esto nos parece muy grave porque abre la puerta a llevar a cabo un control sobre especies protegidas en Extremadura que puede crear precedentes, ¿qué va ser los próximo, el lince ibérico porque compite con la caza? », se pregunta Gerardo Pizarro, técnico de Adenex.
Desde la Federación Extremeña de Caza, Miguel Gómez Beloki, biólogo, aclara que el meloncillo se descatalogó como especie protegida en 2013 y es una especie no cinegética, esto es, nadie sale a cazar meloncillos –en Portugal sí es especie cinegética y se capturan unos 7.000 ejemplares al año– sino que se trata solo de poder controlar su población si se da el caso durante una jornada de caza y siempre con las condiciones marcadas de un ejemplar por cada cien hectáreas. A priori parece poco, «pero no es así, es más que suficiente», corrige Gómez Beloki. «El meloncillo es un animal muy social que va en grupo, y si desaparece uno abandonan la zona, así que esta medida de control es disuasoria».
El colectivo de los cazadores cree que la decisión de la Junta es muy acertada. «Al fin se va a poder llegar a controlar a esta especie, que es alóctona porque fue introducida y ocupa el nicho ecológico de otras especies autóctonas, ya que es un depredador generalista que llega a consumir en un alto porcentaje aves, pequeños mamíferos y reptiles, entre ellos especies en peligro de extinción, como el lagarto ocelado. En cuanto a las aves también corren peligro avutardas o sisones que anidan en el suelo y están en peligro de extinción. Y luego ya pequeños roedores como conejos o perdices, por lo que no hay predador que controle su población», razona este técnico de la Federación Extremeña de Caza, que añade que a finales del año pasado la Universidad de Córdoba presentó un estudio que demostraba que el meloncillo estaba en expansión por la península ibérica. «Decía que allá donde coloniza un territorio no lo abandona y debido a ese aumento exponencial hay que controlarlo».
Sirven para hacer pinceles, ahuyentar serpientes y la mayoría están en Extremadura
El meloncillo, es un carnívoro de cuerpo alargado que puede llegar a medir casi un metro y pesar unos tres kilos. No tiene ningún depredador natural. Si acaso se han visto ejemplares matados, aunque no consumidos, por un lince ibérico, cuya presencia es testimonial hoy día; o también por perros. También se han encontrado restos de meloncillos en nidos de águila perdicera, indica el informe sobre este animal del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), que añade que «muere a manos de furtivos por su mala reputación como consumidor de caza menor». Además, los atropellos también son una causa importante de mortalidad. Es un depredador oportunista que consume siempre las presas mas abundantes y disponibles. En su dieta dominan los conejos jóvenes y micromamíferos, aunque también incluyen con frecuencia insectos (principalmente coleópteros y ortópteros), aves, carroña, anfibios, reptiles, crustáceos, frutos o setas. En los lugares donde se ha estudiado, la población presenta una alta tasa de renovación con una esperanza de vida de sólo el 3% después de dos años. El número de crías por parto oscila entre dos y cuatro. La madurez sexual se alcanza al segundo año de vida y la gestación dura entre 72 y 88 días. Tan sólo el 6% de las muertes son por causas naturales (depredación), mientras que el 69% se deben, directa o indirectamente, al hombre. Según el Atlas y Libro Rojo de los Mamíferos Terrestres de España en el que se basa el Miteco, el meloncillo está ampliamente distribuido por África con la excepción del desierto del Sahara, las selvas más húmedas ecuatoriales y las zonas desérticas del suroeste. También está presente en Oriente Próximo. La Península Ibérica es el único lugar de Europa donde se encuentra y en el mapa que muestra el informe Extremadura es, de lejos, la comunidad con mayor presencia de meloncillos. No es un animal de montaña sino que tiene gran preferencia por las orillas de arroyos y zonas húmedas con vegetación densa de zarzales, adelfas o juncos. En cuanto a su interés económico o relación con el ser humano, con sus pelos se fabricaban pinceles apreciados en pintura al óleo y en otras culturas, como en La India o el norte de África, donde usan la mangosta como animal de compañía, el meloncillo se valora como un excelente cazador de serpientes que protege la casa de la presencia de ofidios.
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