El juez deja en libertad al tercer investigado en el caso del cura de Don Benito por tráfico de drogas

Uno de ellos declaró este miércoles en sede judicial, tras negarse a hacerlo inicialmente en la primera fecha a la que fue convocado, y después de responder solo a las preguntas de su abogado, el juez le dejó en libertad. El cuarto investigado ha sido citado a declarar el próximo noviembre en el juzgado de instrucción número 2 de Don Benito, que asume la causa.

Tras esta declaración está previsto que se cierre la instrucción que comenzó el pasado febrero con la detención de los dos primeros investigados: el párroco y su compañero de piso. Para el primero, el juez decretó libertad provisional, con la obligación de acudir al juzgado los días 1 y 15 de cada mes, y para el segundo, prisión provisional, comunicada y sin fianza. Aunque su abogada ha solicitado en más de una ocasión su puesta en libertad, el juez la ha rechazado hasta que finalice el periodo de instrucción y se determine entonces si se archiva el caso o, por el contrario, se abre juicio oral.

Hasta entonces al menos, también Alfonso Raúl Masa continuará apartado de sus funciones como párroco de la iglesia de San Sebastián y como docente de Religión. «A la espera del total esclarecimiento de los hechos y la resolución de la causa, oído el sacerdote, se ha considerado conveniente apartarle temporalmente del ejercicio público del ministerio y de su oficio de párroco de la de San Sebastián, así como de la residencia parroquial, mientras duren las acciones procesales que correspondan», comunicó la Diócesis de Plasencia, a la que pertenece Don Benito, tras conocer la detención de Alfonso Raúl Masa.

Ocurrió el 19 de febrero después de que la Guardia Civil registrara el piso de la calle Villanueva en el que residía y en el que convivía desde hacía unos meses con Eduardo, también detenido ese día. En el registro de la vivienda se hallaron 2.100 gramos de mefedrona, una droga con efectos estimulantes como el éxtasis dos básculas de precisión, 3.370 euros supuestamente obtenidos de la venta de la droga y varios blísters con comprimidos de sidelnafilo, coloquialmente conocido por 'viagra'.

La investigación de la Guardia Civil, la denominada 'operación Botafumeiro', se mantuvo abierta después de la detención del cura y su compañero para esclarecer los puntos de los que partía la droga que llegaba al domicilio del párroco, desde diferentes países de Europa, y los lugares a los que supuestamente la enviaban Alfonso y Eduardo. Averiguaciones que han llevado a que el juzgado incluya dos investigados más en la causa.

Los agentes encargados de la operación, el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Guardia Civil de Badajoz (EDOA), comprobaron que el cura y su compañero recibían la droga «mediante envío por paquetería para su posterior distribución y venta fraccionándola en pequeñas cantidades que a su vez enviaban a terceros a distintos puntos de la geografía nacional». Entre esos terceros se encuadran los dos residentes en Madrid que se han sumado a la causa judicial en calidad de investigados.