La Agencia Estatal de Seguridad Aérea investigará la muerte del anciano de Alía por la descarga de agua de un helicóptero
El pueblo cacereño despide a Ramón González, de 79 años, que pudo fallecer tras desequilibrarse por el impacto del agua y golpearse la cabeza
Triste desenlace para el vecino de Alía que el pasado sábado resultó herido muy grave tras caerle encima la descarga de agua de un helicóptero ... que luchaba contra un incendio en la población cacereña. Ramón González López, de 79 años, murió en la tarde de este martes en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Universitario de Cáceres y fue enterrado este miércoles por la tarde en la parroquia de Santa Catalina.
El plan Infoex, que lamenta lo ocurrido y traslada públicamente sus condolencias a la familia, ya ha elaborado un informe sobre el incidente, y lo remitirá como apoyo a las indagaciones que se iniciarán para intentar aclarar las circunstancias del suceso. Investigarán lo ocurrido tanto la autoridad judicial, al tratarse de un accidente con una víctima mortal, como la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
Todo comenzó el sábado por la tarde, cuando se declaró un incendio en una zona de pastos cerca de la piscina municipal de Alía. La Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural decretó el nivel uno de alerta, que es el preceptivo cuando están en riesgo bienes no forestales. En los casos más habituales, viviendas aisladas, carreteras o naves agrícolas o ganaderas. Todos los veranos se declaran decenas de incendios de nivel uno en la comunidad autónoma, y una mayoría de ellos no tienen más recorrido y son sofocados antes de que quemen más allá de unas hectáreas.
«Era un vecino muy conocido y querido en el pueblo, una persona entrañable», asegura la alcaldesa de Alía
Hasta el lugar donde se declaró el fuego se desplazaron varios medios aéreos y terrestres adscritos al Infoex, el plan de lucha contra los incendios forestales en Extremadura. El primer helicóptero en llegar fue el denominado Águila 1, que es el que tiene su base en el parque nacional de Monfragüe, en concreto en el municipio de Serradilla. Su piloto habitual es uno de los más experimentados de todo el operativo y acumula un gran número de horas de vuelo y descargas de agua en incendios forestales.
La aeronave tiene una helibalde –popularmente llamadas también 'bambi'– con capacidad para hasta mil litros de agua, si bien en la descarga es presumible que soltara unos 900 litros, porque hay un margen de líquido que se pierde entre la carga y la descarga. Esa cantidad de líquido cayó sobre Ramón, de 79 años, que a consecuencia del impacto se desequilibró y pudo golpearse en la cabeza, un relato que confirmará la investigación.
«Puede arrastrarte treinta metros»
«Si la descarga de un helicóptero te cae encima, perfectamente te puede tumbar o arrastrar durante veinte o treinta metros sin problema», relata un bombero forestal veterano. «Nosotros –amplía otro– sabemos en qué zona en concreto va a caer cada descarga porque lo detallan por nuestros canales de comunicación, y sabemos que es peligroso estar cerca porque ese agua lleva mucha fuerza, yo he visto cómo alguna de ellas rompía ramas gruesas de árboles».
Tras conocer el fallecimiento de Ramón González, el Ayuntamiento de Alía decretó tres días de luto oficial en el municipio cacereño. Durante las jornadas del miércoles, jueves y viernes, las banderas de todos los edificios municipales ondearán a media asta. «Desde el Ayuntamiento nos unimos al dolor de sus familiares y amigos. Enviamos un abrazo de fuerza y resiliencia para toda su familia, que afronta este difícil momento», han indicado desde el Consistorio.
Desde que se registró el incidente, el hombre estuvo ingresado en la UCI del Hospital Universitario de Cáceres, donde permaneció en estado de «muerte cerebral» aunque su corazón seguía latiendo. Ramón González deja esposa, un hijo, una hija y varios nietos. Toda su familia se encontraba en Alía en el momento del suceso.
«Un vecino implicado»
Aunque emigró de joven a Madrid por motivos de trabajo, vivía a caballo entre el pueblo cacereño y la capital española. Pasaba largas temporadas con su mujer en Extremadura desde que estaban jubilados. Durante su etapa laboral, se dedicó al sector de la construcción. Habría cumplido 80 años el próximo mes de octubre.
«Era una persona muy conocida y querida. Muy entrañable. Era muy activa. Siempre participaba y se implicaba mucho en las actividades del pueblo. Ha sido un varapalo para la población», asegura la alcaldesa de la localidad, Cristina Ramírez. La regidora explica que como ocurre en el común de los pueblos, «cuando hay un fuego cerca, los vecinos tratan de ayudar con cubos de agua y mangueras».
El fuego se originó cuando la población vivía sus últimas jornadas de fiesta. Tras estos hechos, se cancelaron las actividades previstas durante el resto del fin de semana. «Están siendo unos momentos muy duros para el pueblo, tanto por el incendio como por este suceso», se lamenta la alcaldesa.
Un incendiario lleva varios días actuando en Valdecaballeros
El plan Infoex lleva varios días seguidos acudiendo a apagar fuegos en una zona concreta de Valdecaballeros, próxima al casco urbano. Por la reiteración y la ubicación de estos fuegos, se sospecha que un incendiario está actuando en la zona, y de hecho, se le sigue la pista. No se cree que esta misma mano esté tras el incendio del cercano pueblo de Alía en el que murió Ramón González, de 79 años, tras caerle encima los 900 litros de agua descargada por un helicóptero.
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