La red de hospederías de la Junta pone a disposición del SES 270 habitaciones

270 camas más. Esto es lo que aportarán las hospederías al dispositivo extremeño contra la propagación del COVID-19. Esta red de alojamientos propiedad de la Junta está compuesta por ocho hoteles de cuatro estrellas, todos ellos con entre 25 y 36 plazas excepto el de Monfragüe, que suma 60 pero es el único que no está en un municipio (se ubica en mitad de una dehesa, al pie de la carretera que cruza el parque nacional). De las ocho hospederías, siete están en la provincia de Cáceres, dos de los cuales ya están siendo utilizados con una finalidad sanitaria.

La hospedería Conventual de Alcántara, ubicada en un antiguo convento del siglo XV, acoge a 22 ancianos procedentes de la residencia de Santiago de Alcántara, donde estaba uno de los focos de contagio que más preocupaban al Gobierno regional. Allí residían al menos cinco de las 27 víctimas mortales que se ha cobrado ya el virus en la comunidad autónoma. Hace unos días, el Ejecutivo autonómico ordenó el cierre de este establecimiento de titularidad municipal y gestión privada, que estaba funcionando sin permiso para ello, según declaró José María Vergeles, vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales. Los 22 ancianos trasladados a este hotel están libres de COVID-19, según explicó el Servicio Extremeño de Salud el pasado domingo.

En la de Garrovillas de Alconétar, que está situada en la famosa plaza porticada del pueblo y ocupa el antiguo palacio de los condes de Alba de Aliste, también del siglo XV, hay 20 mayores que estaban en la residencia del pueblo. En este caso, se trata de ancianos que presentaban síntomas leves de la enfermedad, según detalla la Junta, que en principio utilizará todas sus hospederías para lo mismo, es decir, para acoger a mayores que estén en residencias.

Estos centros están mereciendo una especial atención por parte de las autoridades sanitarias, lo mismo en Extremadura que en el resto del país, dado que el virus está causando más bajas entre la población de mayor edad.

El planteamiento del SES es que estos hoteles de cuatro estrellas se vayan ocupando en función de las necesidades de cada área de salud. Todos ellos están cerrados, pues el Gobierno central ordenó hace unos días la clausura de todos los alojamientos turísticos del país. Los ocho que forman la red de hospederías de la región disponen de habitaciones de distintos tamaños y características, algunas de ellas adaptadas para personas con movilidad reducida. También cuentan todos con cocina y con salones de diferentes capacidades. La de Las Hurdes, por ejemplo, tiene uno en el que caben 250 personas, y las de Llerena y Alcántara otros para 200.

La mecánica que se sigue, explica el SES, es que las gerencias del área de salud solicitan la utilización de la hospedería más cercana si entienden que la situación lo requiere. Antes de llevar allí a ningún anciano, se realiza una inspección para comprobar si están aptas para ser utilizadas con este fin.

El personal que las atiende es el de los centros de atención primaria de las localidades a las que corresponda, que visitarán a los alojados siguiendo un guion similar al de la atención sanitaria domiciliaria. También serán atendidos por trabajadores del Sepad (Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia).

Desde la Junta se hace ver la ventaja que supone el hecho de que el SES y el Sepad pertenezcan a la misma consejería, algo que no ocurre en todas las regiones y que facilita la organización del dispositivo y el uso de los recursos. De hecho, el 15% del material sanitario que va a recibir la sanidad regional (mascarillas, guantes y otros equipos de protección individual) serán para personal del Sepad.