«Hemos pasado mucho miedo y estamos deseando volver a casa»
Cuatro bomberos han resultado heridos leves en un fuego que ha quemado 2.500 hectáreas y su evolución depende de esta noche
ANA B. HERNÁNDEZ
Martes, 12 de julio 2022, 20:48
Rafael, María Ángeles, José Luis, Jerónimo, Josefa... Son solo algunos del centenar de vecinos que han tenido que abandonar sus casas con lo puesto a ... consecuencia del incendio declarado en Las Hurdes.
Muchos de ellos han pasado la noche en viviendas de familiares en localidades alejadas del fuego, pero en torno a una treintena lo han hecho entre el pabellón polideportivo de Montehermoso y la residencia de Azabal, hasta donde han llevado a las personas dependientes y más vulnerables. Una noche, la primera fuera de sus hogares, que ha sido difícil para todos.
«Hemos pasado miedo y muchos nervios, porque hemos visto las llamas cerca de nuestras casas», afirma Rafael Panadero, vecino de Aceitunilla, una de las seis alquerías de la comarca que han sido desalojadas.
«Mucho miedo y tensión, no hemos podido pegar ojo, aunque aquí –en Montehermoso– se han portado de maravilla con nosotros; pero, claro, estamos deseando volver a casa», añade José Luis Iglesias, vecino también de Aceitunilla.
Porque son los vecinos de esta alquería de Nuñomoral, junto con los de Riomalo de Arriba, perteneciente al Ladrillar, los trasladados hasta Montehermoso, a cuya alcaldesa, así como al personal de emergencia que les ha atendido, «no le podremos agradecer nunca lo que están haciendo por nosotros».
Tras una primera noche marcada por los nervios, «hoy nos encontramos más tranquilos», aseguraban este martes en la comida que han tenido en el restaurante Las Minas y en la que han estado acompañados por el presidente de la Junta.
«Pensamos por lo que nos dicen que nuestras casas están a salvo y hay vecinos que están subiendo con la Guardia Civil a dar de comer y beber a los animales y esto también nos ayuda mucho». Confían, igualmente, en poder regresar pronto a sus viviendas. «Tal vez mañana miércoles», espera Jerónimo Roncero, de Riomalo de Arriba.
Pero lo cierto es que en estos momentos se desconoce cuándo podrán hacerlo. Tanto Guillermo Fernández Vara como la consejera de Agricultura, Begoña García Bernal, han asegurado este martes que el incendio declarado la tarde del lunes, a consecuencia de un rayo de tormenta seca, «es importante, se alargará unos días y hará daño», en palabras del presidente. Por eso, «aunque los evacuados quieren volver a sus casas lo más pronto posible y eso es entendible, hay algo que está por encima de todo y es la seguridad; será cuando los medios de extinción digan que pueden volver y ahora queda tiempo para eso», según la consejera.
Pendientes del viento
Porque el fuego sigue sin estar controlado en los dos frentes que hay, en la zona del Ladrillar y en la de Nuñomoral. Es el motivo por el que, junto a este pueblo, han sido desalojadas sus alquerías de Riomalo de Arriba y el Cabezo, y de Nuñomoral las de Aceitunilla, Batuequilla y La Horcajada. Pero también «el operativo está montado para desalojar, si fuera preciso, Nuñomoral y Las Mestas –otra alquería del Ladrillar», ha señalado Begoña García Bernal.
«Esperamos que no tengamos que salir de casa, pero estamos preparados; esta primera noche del incendio la hemos pasado en la calle, mirando a la montaña», reconoce Óscar Duarte, vecino de Nuñomoral. «Una noche en vela, para ver si cambiaba el viento, porque estamos preocupados, porque no sabemos qué va a pasar», añade. Puesto que del viento depende en buena parte el éxito de unas labores de extinción en las que participan cerca de 300 profesionales y 17 medios aéreos de la Junta, el Ministerio de Transición Ecológica y Castilla y León, así como cuatro BRIF y 113 efectivos de la UME.
«La previsión es de viento sur con rachas importantes», detallaba al respecto la consejera de Agricultura, por lo que «se prevé una noche complicada». Porque, además, el viento se suma a una vegetación que está muy seca y la humedad no se ha recuperado durante esta primera noche.
Por el momento, según los últimos datos dados, las llamas han arrasado más de 2.500 hectáreas de Las Hurdes y un centenar en la provincia de Salamanca, donde ha tenido que ser desalojado el pueblo de Monsagro, motivo por el que Extremadura y Castilla y León coordinan las labores de extinción desde el puesto de mando unificado que se ha instalado en Vegas de Coria. Una explanada junto al campo de fútbol en el que Cruz Roja ha movilizado sus equipos de emergencia y ha desplazado tres ambulancias para dar cobertura sanitaria.
Tres bomberos del operativo castellano-leonés han sido atendidos por un golpe de calor, y un bombero del extremeño ha sufrido heridas en una mano, «pero sin trascendencia en ningún caso», ha indicado José Antonio Navalón, coordinador regional del Plan Infoex.
En cuanto a los vecinos, hasta el momento no se ha producido ningún daño personal, según la consejera. «Tampoco en viviendas, salvo en algún corralón».
De hecho, efectivos del Sepei se ocupan de refrescar el espacio alrededor de las viviendas para evitar que las llamas les alcancen, tal como ha explicado este martes la delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, que también se ha desplazado hasta Vegas de Coria para conocer la situación del incendio sobre el terreno.
Situación complicada
Unas labores que los vecinos afectados, los evacuados y los que continúan en sus casas agradecen, aunque «los fuegos se evitan en invierno», dejan claro. «Estaba previsto, porque no es la primera vez que sufrimos un incendio grave, que se hicieran franjas alrededor de las poblaciones por seguridad, pero nada se ha hecho», lamenta Óscar Duarte.
La evolución del incendio depende mucho de lo que ocurra esta noche. «Un cambio de viento nos puede afectar bastante y encontrarnos mañana con una situación peor», aclara José Antonio Navalón. Pero si hay estabilidad, «quizás tengamos una evolución favorable». Aunque por noche los efectivos, al no poder trabajar los medios aéreos, se reducirán a unos 150.
En cualquier caso, y a expensas de esta segunda noche, «hemos pasado de una situación muy mala el lunes, con un incendio sin capacidad de extinción, a un incendio en el que podemos trabajar». Pero la «situación sigue siendo bastante complicada, porque estamos con 40 grados y humedades relativas muy bajas», zanja el coordinador regional del Plan Infoex.
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