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S. V.
Lunes, 5 de mayo 2025, 21:28
La presidenta de la Junta, María Guardiola, y el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, han protagonizado este lunes un intercambio de cartas con motivo de la gestión del apagón eléctrico en Extremadura -y más concretamente en Mérida- del pasado 28 de abril.
El primero en pronunciarse ha sido el primer edil emeritense, que ha pedido explicaciones a la líder del Ejecutivo regional por la «falta de coordinación» con el ayuntamiento de la ciudad.
En su carta, Osuna señala que desde que se produjo el apagón, en torno a las 12.33 horas, el Ayuntamiento de Mérida «no tuvo información alguna al respecto por parte de la Junta de Extremadura hasta las 14.00 horas», que se declara la situación operativa 2 (Platercaex), y ha señalado que un mensaje del 112 a las 14.34 horas y una llamada del consejero de Presidencia recibida a las 13.56 horas, de menos de un minuto de duración, «fueron las únicas comunicaciones» que el alcalde recibió de la Junta «durante toda la jornada que duró el incidente. Nada más», critica.
«Incidentes, falta de coordinación e información por parte de la Junta de Extremadura desde las 12,30 horas hasta las 08,00 horas del día siguiente que se restableció el suministro eléctrico en la totalidad de la ciudad, es por lo que exigimos una explicación de la ausencia de recursos en las distintas áreas administrativas de su competencia y que tuvieron que ser atendidas por este ayuntamiento», sentencia el alcalde en su carta.
Un comunicado que Guardiola ha recibido con «profunda decepción», pues considera que la «única motivación» de Osuna con el escrito es, «una vez más, su afición a confrontar con el gobierno de la Junta de Extremadura».
En respuesta, expone que la comunicación mantenida con Osuna se realizó para informarle de la inminente declaración del nivel 2 de emergencias, «en un momento en el que fue posible establecer conexión», dados los problemas de telecomunicaciones. «Como alcalde, debería saber que ante una emergencia de este tipo que afecta a la totalidad de los municipios de Extremadura, no es obligatorio comunicárselo por teléfono. A pesar de ello, se mantuvo una conversación en la que usted trasladó al consejero de Presidencia, Interior y Diálogo Social, que no precisaba de ningún medio y que, al contrario, decía tener todo controlado», replica la presidenta.
Osuna destaca en su carta que con la «ausencia de información« por parte de la Junta , el ayuntamiento »puso en marcha un operativo de emergencia junto con el Parque Municipal de Obras, Policía Local, Protección Civil, y las empresas concesionarias del ayuntamiento, así como la colaboración estrecha del Comisario de la Policía Nacional«.
Sin embargo, desde la activación de la emergencia, «sí recibimos más de diez comunicaciones por parte de la Delegación de Gobierno. Es decir, sólo una de la Junta en las condiciones anteriormente citadas«, señala el alcalde, quien explica a María Guardiola en su carta que »mientras tanto, y con todos los servicios operativos en marcha, atendió llamadas ciudadanas, regulación del tráfico y ayuda y auxilio en distintas incidencias sucedidas en la ciudad«.
Unas acusaciones ante las que Guardiola ha contestado que desde la declaración del nivel 2, «que compete a la Junta», el Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), constituido en el Centro de Emergencias 112 de Extremadura, «gestionó múltiples necesidades».
«Tengo que aclararle que un nivel 2 de emergencias supone que en el CECOPI se integra la Administración estatal. Lo anterior es importante porque usted alude a una estrecha colaboración del comisario de la Policía Nacional que estuvo presente en todo momento en el 112», apunta la presidenta para enfatizar que «cualquier colaboración formaría, de hecho, parte de una coordinación con el CECOPI». Asimismo, concluye que «cualquier comunicación con la Delegación de Gobierno era igualmente una comunicación con el CECOPI», en respuesta a las comunicaciones que Osuna afirma haber mantenido con la Delegación del Gobierno durante el día del apagón.
«Todo lo que hizo, con el objetivo de garantizar el restablecimiento de la normalidad, es de agradecer, pero no resulta extraordinario ni difiere de lo que hicieron el resto de alcaldes de la región», ha expuesto Guardiola, quien ha defendido que la gestión de la emergencia en lo relativo a Mérida entre las 13.56 y las 21.36 (cuando el Ministerio del Interior asumió el mando único de la gestión en la región) «no puede ser objeto de ningún debate político», y cierra la carta pidiendo a Osuna que recupere la «senda del entendimiento y el decoro».
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