La Guardia Civil investiga la fuga del jefe del clan de los Hilarios de una cárcel de Valladolid

Supuestamente se fugó oculto en un macuto entre los enseres de otro recluso que salió en libertad el mismo viernes. Por eso se investiga cómo y en qué momento se ocultó en el petate, qué ayuda interna recibió para perpetrar su plan de huida y cómo pudo burlar los cuatro controles de seguridad del centro penitenciario.

Con este fin la Guardia Civil ha citado a declarar a tres exreclusos, actualmente en libertad y vinculados con distintos robos con fuerza, que se encontraban en las instalaciones del penal vallisoletano el día de la fuga 'de película' del jefe de los Hilarios. Estos exreclusos están siendo investigados por el Instituto Armado en calidad de cooperadores necesarios en la huida, informa Europa Press. De los tres emplazados a declarar en la Comandancia de Valladolid tan solo dos comparecieron acompañados de asistencia letrada, los dos se acogieron a su derecho de no declarar y quedaron nuevamente en libertad. Se espera, además, que lo mismo ocurra con el tercero.

Hasta el momento, tras la fuga de Ángel Benito, el que había sido director del centro penitenciario durante dos décadas, fue cesado después de que Instituciones Penitenciarias apuntara que la fuga del jefe de los Hilarios se debió a un «fallo multiorgánico de todos los estamentos de la cárcel». El placentino logró abandonar la cárcel dentro del petate de otro recluso, sin ser registrado, mientras tres compañeros suyos eran puestos en libertad, sin que se efectuaran los recuentos extraordinarios correspondientes que se realizan a lo largo del día cada vez que entra o sale un recluso del penal.

Desde entonces se desconoce el paradero del preso fugado, quien llevaba un año en la cárcel vallisoletana tras recalar en ella procedente del penal de Cáceres.

Esta ha sido la primera vez que el pequeño del clan de los Hilarios se ha fugado de una cárcel -sus ingresos en prisión comenzaron en 2006 y desde entonces ha entrado y salido en numerosas ocasiones-, pero no la primera que elude la acción de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Ángel Benito logró escapar de una macrooperación en la que intervinieron 260 agentes (75 de unidades de élite) y que terminó en 2015 con la detención de buena parte de su clan familiar en Plasencia.

La operación 'Aqueronte' culminó entonces con la detención de 20 personas cuya actividad principal era el tráfico de drogas y a los que se les imputaba delitos como pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas, blanqueo de capitales y falsificación de documentos. Pese a la implicación policial y a la realización de más de una veintena de registros en domicilios, Ángel Benito logró evadir el cerco policial aquel 21 de octubre de 2015 en el que se intervinieron 25.000 dosis de cocaína.

Consiguió permanecer oculto durante tres años y finalmente en 2018 fue arrestado en una operación policial que se hizo a su medida y se bautizó con el nombre de 'Hilarín', por tratarse del hermano pequeño del clan. Fue a finales del mes de junio cuando las pesquisas de los agentes de la Guardia Civil -pertenecientes al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Comandancia de Cáceres- les llevaron hasta Talavera de la Reina, en Toledo, donde fue localizado y detenido.