Guadalupe celebra su día grande sin mencionar la extremeñidad de su patrona
La misa estuvo presidida por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, y estuvo por primera vez como presidenta de la Junta, María Guardiola, que no aludieron a que 'la Morenita' pertenezca a una diócesis de la región
En la plaza de Guadalupe, con la imponente basílica del Real Monasterio, era fácil encontrar en la mañana de este viernes a fieles emocionados. «Cada ... vez que entro en el templo y veo a la Virgen tengo un sentimiento difícil de explicar. Se mezcla la emoción, la alegría y los nervios. Llevo diez años viniendo», comentaba Alfonso Rojas, que junto a su mujer, María José Gutiérrez, habían salido a las tres de la madrugada de Castilblanco para caminar 38 kilómetros y llegar a la puebla a las 10.30.
A esa hora, en Guadalupe ya no se podía encontrar aparcamiento ni sitio en la mayoría de las terrazas. Una jornada sin lluvia y unos 30 grados ya avanzaban que este Día de Extremadura iba a ser multitudinario. Y así ha sido desde el epicentro religioso de la comunidad.
«Venimos por devoción a la Virgen», reconocía Alfonso mientras enseñaba una estampita que siempre lleva en la carcasa del móvil. Otros, como Benito Mansilla y Juan Pablo Sanchez llegaban en bicicleta desde Casas de Don Pedro. «Es el día de nuestra tierra y el más indicado para venir», decían en una mañana en la que tampoco faltaron los fieles que aprovecharon para cumplir sus promesas. «Operaron a mi hijo, salió bien y traigo un ramo de flores a la Virgen», contaba una de las muchas extremeñas que apilaron su ramo de flores para 'la Morenita' junto al altar.
La Virgen lució un manto regalado por Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, y restaurado en los talleres del monasterio
Esta ha sido la imagen del 8 de septiembre en la que los asistentes no pararon de fotografiar a la Virgen en una jornada en la que se echó de menos las menciones a la extremeñidad de Guadalupe. No se reivindicó en ningún momento que este municipio con su virgen, que depende en la actualidad de Toledo, pase a hacerlo de una diócesis de la región. Ni por parte de Cerro Chaves, que a preguntas de este diario, dijo que prefería no pronunciarse, ni por la presidenta de la Junta, María Guardiola.
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Día de Extremadura en Guadalupe
Ha sido su primer Día de Extremadura como presidenta autonómica. Nunca antes una mujer había dirigido el Gobierno regional y asistido a Guadalupe como dirigente de la región. Y eso se notó al finalizar la misa cuando muchos presentes empezaron a hacerse fotos y selfis con Guardiola.
A ella le acompañó la portavoz de la Junta, Victoria Bazaga, y en la misa también estuvieron presentes los Caballeros de la Virgen de Guadalupe, el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo; la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín; el anterior dirigente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, María Félix Tena, entre otras autoridades.
Comercios llenos y mucha lotería
Tampoco faltaron los turistas de otras regiones. En este día Guadalupe hace su particular agosto. Comercios llenos de extremeños, visitantes comprando recuerdos de la Virgen y colas en la administración de lotería de la plaza. «No te puedes ir de Guadalupe sin comprar un décimo. Yo me voy a llevar seis», decía María del Carmen Muñoz, una mujer de Córdoba. No es la primera vez que visita el municipio.
Sin embargo, otros como Bartolomé Cañuelo y Paqui Sánchez no habían estado nunca y no dejaban de mostrar su asombro ante lo que se vive este día en la localidad de las Villuercas. «Hemos venido con una asociación de mayores y no nos esperábamos esto. Nos ha impresionado mucho», reconocían.
No es para menos. Atrás han quedado los años en los que este día se ha vivido a medio gas por la pandemia y sus restricciones de aforo.
En esta mañana, nada de eso. De hecho, era casi imposible encontrar un hueco en la basílica de Guadalupe, donde se ofició la celebración religiosa.
Hubo 25 devotos que realizaron la procesión de rodillas por la basílica y el claustro mudéjar
Empezó a las once de la mañana y estuvo presidida por el arzobispo de Toledo, el extremeño Francisco Cerro Chaves, anterior obispo de Coria-Cáceres, que estaba recién llegado de México, donde se había producido el hermanamiento entre el templo del país latinoamericano y el de Guadalupe.
Chaves estuvo acompañado por los obispos extremeños Jesús Pulido, de Coria-Cáceres, que ya era su segundo día de Extremadura como prelado. Estuvo además Celso Morga, arzobispo de Mérida-Badajoz, y Ernesto Brotóns, de Plasencia. También estuvieron presentes el obispo emérito de Segovia, Ángel Rubio, y el de Albacete, Ciriaco Benavente.
En su homilía, Cerro Chaves dijo que «la Virgen de Guadalupe es experta en humanidad en un pueblo, Extremadura, en el que lo mejor es su gente». Se refirió a la puebla como un lugar de raíces y de acogida e hizo un llamamiento a «construir juntos un mundo mucho mejor».
También aludió a los últimos asuntos de actualidad, como la DANA, tras contar que había visitado cuatro localidades afectadas en la zona de la archidiócesis de la que está al frente, cerca de Madrid.
La procesión
Tras la misa llegó uno de los momentos más emotivos de la mañana: la procesión por la basílica y el claustro mudéjar del Monasterio junto a los fieles. Al grito de 'viva la Virgen de Guadalupe', empezó un recorrido en el que participaron 25 devotos que hicieron el camino de rodillas, una imagen ya mítica.
También los había descalzos para cumplir las promesas hechas a 'la Morenita', que lució un manto que le regaló Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, y fue restaurado en los talleres del Monasterio de Guadalupe.
La jornada ha transcurrido sin graves incidentes. cruz Roja solo ha tenido que realizar un traslado de una señora que se encontraba mal al centro de salud, ha llevado a cabo siete intervenciones por mareos provocados por el calor y ha hecho algunas curas a los devotos que en la procesión fueron descalzos y de rodillas
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