Las Vegas Altas tendrá una almazara para aprovechar la expansión del olivar intensivo
Estará en funcionamiento para el inicio de la campaña de 2025 y cuenta con una inversión de más de 10 millones de euros
Las Vegas del Guadiana están viendo cómo sus parcelas de regadío se llenan de olivar intensivo y superintensivo, sustituyendo sobre todo al maíz y ... al arroz. Un cultivo, el del olivar, que está creciendo a un ritmo de un 20% por año y que ofrece rentabilidad y menos consumo de agua para los agricultores que otras producciones tradicionales de regadío.
Para atender a esa necesidad de transformación de la aceituna se ha empezado a construir en las Vegas Altas una gran almazara que empezará a funcionar en el inicio de la próxima campaña, para octubre aproximadamente de este año.
Molino de las Vegas Altas Sociedad Cooperativa ha elegido la entidad local menor de Gargáligas, dependiente de Don Benito, para ubicar una instalación que podrá molturar 40 millones de kilos de aceitunas anuales.
«Nos situamos en un lugar estratégico y vamos a poder atender a las necesidades de agricultores de olivar en un radio de acción de 50 kilómetros. Una almazara que va a permitir a agricultores de olivar superintensivo continuar con la cadena de valor en su ámbito y de forma general, que el valor de la transformación del olivar se quede también en Extremadura», relata a HOY Blanca Manzano.
Ella es la directora del molino que ha empezado a levantarse en este mes en las proximidades de la carretera N-430 a su paso por la localidad de Gargáligas. Su construcción estará terminada en pocos meses y la instalación lista para molturar en el próximo otoño.
«Vamos a transformar la producción de aceite de oliva en la región, potenciando innovación, sostenibilidad y economía circular», agrega Manzano.
Proximidad y excelencia
La industria que va a funcionar en las Vegas Altas va a invertir más de diez millones de euros en este proyecto agroindustrial que nace con el propósito de convertirse «en un actor principal del sector, enfocando su propuesta en los principios de la economía circular y de proximidad. Y con la excelencia del aceite como señal».
La almazara Molino de las Vegas Altas contará con dos líneas de patio de recepción de 200.000 kilos por hora de aceituna y con una capacidad de molturación de hasta 40 millones de kilos por campaña. También hay que destacar que tendrá una relevante capacidad de almacenamiento de producto final de hasta 6 millones de kilos. Al mismo tiempo, la creación de esta industria agroalimentaria generará más de 30 empleos a plena producción.
Subraya la directora de la instalación que los oleicultores de las Vegas Altas «se beneficiarán de un mercado más accesible y justo, ayudándoles a prosperar en un entorno cada día más competitivo, generando además un aceite de la máxima calidad» cuando empiece a funcionar el molino dentro de diez meses aproximadamente.
El proyecto tiene en cuenta también los aspectos de sostenibilidad no solo por la naturaleza agrícola y su consumo de dióxido de carbono, sino también en el aprovechamiento de los residuos o subproductos para la obtención de energía.
La gran almazara se presentará oficialmente la próxima semana en la 37ª Edición de Agroexpo que se celebrará en Feval, la Institución Ferial de Extremadura, en Don Benito, del 29 de enero al 1 de febrero.
71.500 hectáreas de olivar de regadío, 13.500 más en un año
Hace dos campañas, se plantaron de media diez hectáreas de olivar en Extremadura. Como veinte campos de fútbol al día. «Gran parte de esas hectáreas han sido de regadío, pero también se ha vivido y se está viviendo la reconversión de parcelas que tenían otros cultivos, como el arroz y el almendro, y ahora han puesto olivos. En regadío pero también en secano, aunque estos menos en bastante menos proporción», explicita Alfonso Montaño, experto del sector y oleólogo del CTAEx (Centro Tecnológico Agroalimentario). En 2010 había 264.934 hectáreas de olivos en la región. En 2022 se alcanzaban las 292.248. La última cifra oficial contrastada, la de 2023, indica que en la región se contabilizaban 296.189 hectáreas de olivar. De ellas, 224.619 de secano (con un descenso de 430 hectáreas respecto al año 2022) y 71.570 de regadío (13.500 hectáreas más respecto al año anterior). Crece la superficie ocupada por olivos en producción en Extremadura gracias a la producción intensiva y superintensiva, mientras el olivo de secano sigue perdiendo peso aunque de manera más matizada quizás que en años anteriores. «Esta tendencia se va a consolidar cuando sepamos los datos oficiales al terminar 2024 en el conjunto de Extremadura», enfatiza Montaño en declaraciones a este diario.
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