Gestión de la pandemia: de la pelea política al consenso entre sindicatos y patronal

Coinciden en que una situación así es muy difícil de gestionar. A partir de ahí, creen que ha habido luces y sombras, con algunos aciertos y también errores, especialmente en las residencias de mayores. Sindicatos y patronal, por ejemplo, coinciden en que la información ha ido fluyendo y ellos han hecho primar el consenso para transmitir la imagen de remar unidos cuando toca decidir entre salud y economía. No ha sido el caso en el ámbito de los partidos políticos, en el que ha habido muchas más diferencias entre ellos y cruces de acusaciones.

El PP ha declinado valorar esta gestión remitiéndose a la última comparecencia de su presidente regional el lunes pasado tras el comité que celebra su partido. Para José Antonio Monago, fue un error que el pasado puente de Diciembre en Extremadura hubiera menos restricciones que en el resto de comunidades. Además, se queja de que «este Gobierno abronca a la gente» y de que se haya creado «una falsa sensación de seguridad». Para el líder del PP, «Vara y Vergeles no atinan ni cuando rectifican».

Irene de Miguel, secretaria general de Unidas por Extremadura, decía esta semana que «gestionar una situación así es complicadísimo y los errores son inevitables. Quizás el mayor fue no estar prevenidos y no haber puesto mayor cuidado en las residencias de mayores, aunque creo que nos hubiera pasado a cualquiera. En cuanto a los errores de hoy, echo de menos más contundencia para asumir determinadas medidas».

Para la representante de Podemos en la región «hay falta de seguridad en la ciudadanía y mucha gente no sabe a qué atenerse». Otro error grave ha sido, a su juicio, «flexibilizar el horario comercial de las grandes superficies, por lo que la gente ha ido a comprar en las últimas semanas con una falsa sensación de seguridad».

En cuanto a aciertos desde Extremadura, la diputada autonómica apunta aquellos que su formación ha sugerido y la Junta ha aceptado, como permitir que la gente fuera a sus huertos durante el confinamiento. «Debido a la gestión urbanocéntrica de esta crisis quizás desde la ciudad no se entendió, pero para las zonas rurales fue un respiro». También está contenta por que se hubiera permitido que las mujeres no dieran a luz solas en pleno confinamiento o por la creación de una plataforma de venta directa de pequeños productores extremeños cuando todo el mundo compraba por Internet, lo cual De Miguel cree que también fue un acierto.

Para el portavoz de Ciudadanos en Extremadura, el diputado autonómico David Salazar, «esta gestión era complicada para cualquiera que le hubiera tocado gobernar, y la ciudadanía pedía certidumbres y lo que ha habido ha sido mucho cambio de criterio».

Entre los aciertos, a su juicio, está la creación de las comisiones sobre el covid en la Asamblea. «Han servido para aportar cosas a los decretos ley de la Junta de Extremadura y casi siempre han estado ahí sus responsables. Lo que no entendíamos desde Ciudadanos era por qué no eran públicas». Por otro lado, ha observado que el Gobierno de Pedro Sánchez ha procurado salir a la palestra cuando tocaba dar buenas noticias y luego ha dejado las malas a las autonomías, como el reciente Plan Navidad truncado.

Salazar se queja además de la poca transparencia que ha practicado la Junta de Extremadura. «Era necesario que se supiera el estado de la pandemia en cada localidad al minuto y en esto la Junta ha tardado en llegar, como en la gestión de las residencias de mayores que tanto dolor han causado», señaló esta semana.

El diputado de Vox por la provincia de Badajoz, Víctor Sánchez del Real, cree que el presidente de Extremadura no ha estado a la altura. «La gestión de esta pandemia por su parte se resume en los tuits que escribe, que no suman nada y que significan una cosa y la contrario. Guillermo Fernández Vara lleva todo el año poniéndose de perfil, no se ha mojado».

En opinión del representante de Vox, el ejecutivo extremeño no ha asumido las competencias para gestionar la pandemia cuando las tenía. «Ha intentado siempre que la crisis no le salpicara y la fidelidad al partido en el Gobierno le ha llevado a no hacer muchas cosas, como cuando todas las comunidades autónomas cerraron menos la extremeña». Según Sánchez del Real, lo peor gestionado fueron las residencias de mayores durante la primera ola, y los aciertos que ha tenido la Junta «han sido por carambola, ya que hay veces en que no hacer nada puede ser la mejor decisión porque no te equivocas», señala.

Para Javier Peinado, secretario general de la Confederación Regional Empresarial Extremeña (Creex) lo que llevamos de pandemia tiene dos fases, una primera en la que el Gobierno tenía el control de todas las medidas, y otra a partir del verano en la que las comunidades autónomas empezaron a tener margen de decisión. Sobre esta última valora positivamente cómo sindicatos y patronal, junto al ejecutivo extremeño, han dialogado para llegar a acuerdos.

«Las medidas que se han adoptado han sido todas con consenso, aunque el cien por cien no haya sido de nuestro agrado, pero hemos intentado dar un mensaje de unidad», declara el representante de los empresarios extremeños. Para Peinado, «uno de los mayores inconvenientes ha sido el grado de incertidumbre y eso se contagia a la economía y afecta a los mercados». Sobre las decisiones adoptadas por la Junta, la Creex ha criticado las limitaciones de actividad de locales de ocio, hostelería y comercio minorista, si bien reconoce que «se han adoptado ayudas concretas dentro de la capacidad de la Junta que han taponado la hemorragia, por eso es verdad que los datos de empleo han sido algo mejores que los nacionales, quizás porque aquí en la región el sector primario y los empleados públicos tienen mucho peso».

Desde el sindicato Comisiones Obreras su secretaria general, Encarna Chacón, decía esta semana que esta ha sido la mayor crisis conocida, más grave incluso que la de 2008. «La diferencia está siendo la respuesta. Si entonces se respondió con recortes y reducción de derechos, al menos ahora ha habido concertación social para buscar un consenso antes de adoptar medidas, como el apoyo a los ERTE para paralizar despidos, además de varios millones en la comunidad extremeña a disposición de autónomos y pequeñas empresas, si bien está fallando –añade– los procedimientos de acceso a las ayudas, que tardan en llegar porque el trámite debería ser más simplificado».

Chacón destaca sobre todo el acuerdo al que han llegado los agentes sociales. «Ahora solo hace falta un pacto político, que solo hacen tirarse los trastos a la cabeza sin priorizar la salud dando un ejemplo calamitoso».

Por su parte, Patrocinio Sánchez, secretaria general de UGT, distingue esta crisis de la 2008 en que la primera afectó sobre todo a trabajadores y esta se está cebando con todo el mundo. «Ahora en cambio lo mejor está siendo el paraguas social para que se sufra menos. Los ERTE han sido una herramienta fundamental para no destruir más puestos de trabajo, y veo un acierto que los agentes sociales hayamos remado en la misma dirección en Extremadura». Para ella lo peor sin duda han sido los muertos. «Cuando viene una crisis así hay que seguir siempre el criterio sanitario», remarca como crítica a quienes persiguen rédito político.

Por último, el presidente de CSIF, Benito Román, opina han sido empleados públicos como sanitarios, docentes y personal de la administración los que están sacando adelante Extremadura. A su juicio, «en esta pandemia falta liderazgo», aunque no pasa por alto que está siendo una crisis difícil de gestionar para cualquiera.

En cualquier caso, este representante sindical cree que se actuó tarde en la primera ola y esto derivó en otros problemas como «la improvisación de medidas y falta de equipos para protección de trabajadores en el ámbito sanitario, además de improvisación en el teletrabajo y clases telemáticas y tardanza en cerrar colegios, que se hizo a instancias de CSIF y a regañadientes».

Luego, sobre la gestión de después del verano, Román critica «la falta de coordinación para el comienzo de curso, sin test para profesores al inicio de curso y la falta de personal en centros de salud, de ahí los problemas de comunicación telefónica». En cuanto a los últimos meses, opina que podría haber habido en la región una mejor coordinación en la gestión de las residencias de mayores con mayores controles y más equipos de protección».