La galga más guapa de España
Campanario ·
'Osuna de José Mariano' gana por segunda vez el campeonato nacional de Morfología y BellezaJacinto Gallardo, criador de galgos de Campanario, puede presumir de tener el galgo más bonito de España. O mejor dicho, la galga. Su perra 'Osuna ... de José Mariano' se ha proclamado Campeona de España por segundo año consecutivo en la categoría de 'Morfología y Belleza', en la prueba celebrada recientemente en Añora (Córdoba).
El jurado la valoró como la mejor al cumplir el canon tanto en medidas como en morfología. Para ello, observaron detenidamente todas las partes del cuerpo, desde el rabo, el hocico, la dentadura, el andar, el trote, el tamaño…
Un nuevo éxito para una galga que empezó a competir el pasado año pero que ya ha tiene demasiados oros, a juicio de su dueño. Jacinto ha decidido alejarla de los focos y de las medallas para dar la oportunidad a otros ejemplares que también se lo merecen. «Hay perros preciosos, y es una ilusión que merecen más personas, que sus perros llenen sus casas con este tipo de alegrías igual que Osuna ha llenado la mía. De eso se trata, de dar un empujoncito al mundo del galgo».
Su andadura
Osuna comenzó a competir el pasado año 2022 por casualidad. Su inmersión fue para colaborar con la Sociedad de Cazadores de La Coronada, donde quedó segunda, por lo que el presidente del Club Nacional del Galgo Deportivo Extremeño, al que pertenece Jacinto Gallardo, le animó a volver a presentarla y a enseñarla a competir.
Tras ello estuvo en concursos en Montijo y en Guareña, donde quedó en primer lugar en ambos campeonatos.
Ya en el mes de septiembre de 2022 decidió presentarla al Campeonato de España, que se celebraba en Usagre. Y allí quedó campeona en la categoría de 'Morfología y Belleza'.
Durante este año ha continuado compitiendo en distinto lugares y consiguiendo más éxitos. Al acercarse las fechas del Nacional de este 2023, le invitaron a presentarla de nuevo, aunque no se lo había planteado. Ahí, en tierras cordobesas, volvió a imponerse como campeona de España.
El campanariense asegura que su perra, a la que adora, se comportó de una forma muy normal desde el primer momento en que comenzó a competir. Y terminó de la misma forma, con comodidad y naturalidad. Osuna es muy tranquila, noble y encantadora, que sabe adaptarse a todos los lugares y circunstancias, con un saber estar admirable.
Por su parte, Jacinto reconoce que él lo ha vivido con mucha emoción, y es que el amor al galgo es algo que ha vivido en su casa desde hace generaciones, tanto de abuelos, tíos, padres,… Por eso no concibe el que se les pueda hacer ningún daño: «Cuando sale alguna noticia sobre que han encontrado un perro abandonado o asesinado, se me clava un puñal en el corazón».
Repulsión al abandono
Respecto al abandono de galgos, afirma con rotundidad que no merecen llamarse 'galgueros': «Por desgracia hay muchos abandonos y asesinatos, algunos cazadores los tienen la temporada de caza y después se deshacen de ellos. O si no cumplen con sus expectativas o no corren como ellos quieren. Además, muy importante, hay muchísimos robos de galgos, sobre todo de los que despuntan, para comercializar con ellos. Un galguero es una persona que dedica mucho tiempo, cuidados y amor a sus perros, quitándose tiempo incluso de donde no lo tiene».
Jacinto siente devoción por sus cuatro galgos, por todos por igual, y no concibe que padezcan el mínimo daño. Se levanta cada mañana para atenderles antes de ir a trabajar, les da a cada uno su ración individual y personalizada, les saca a pasear todos los días (secándoles incluso con el secador si les coge la lluvia por el camino para que no enfermen), y reconoce que pasa más tiempo con ellos que con su familia.
Además, ha querido dar respuesta a una de las preguntas que se hace la sociedad con respecto a qué sucede con los galgos una vez cumplen la edad deportiva, situada en torno a los seis años.
Explica que las perras se quedan en la cuadra para criar o como perro de compañía, precisamente una de las suyas falleció hace poco de forma natural a los 16 años, por edad.
Reconoce que lo mejor del mundo del galgo es la satisfacción que tienen con ellos y el amor recíproco entre el perro y su dueño, algo que sólo entiende quien lo siente. Lo peor, insiste, son los robos que padecen y, también, el sentirse a veces mal mirados en la sociedad, puesto que se tiende a pensar que todos abandonan y que todos tienen a sus perros atados a estacas con un trozo de pan duro para comer: «Eso es rotundamente mentira, tanto yo como mis compañeros de grupo les tenemos mimados, son nuestra familia. Lo que sucede es que esos ladrones y maltratadores son una minoría muy ruidosa y que hacen mucho daño al colectivo. La palabra 'galguero' les queda grandísima, esas personas no son nada, no son ni personas», concluye.
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