«Este galardón es un soplo de aire nuevo que nos lleva a seguir trabajando en el desarrollo de Extremadura»

La Asociación Extremeña de la Empresa Familiar (AEEF) ha entregado este jueves, 4 de diciembre, el XVII Premio Familia Empresaria de Extremadura, patrocinado por CaixaBank, al Grupo Gedauto Lo hizo durante un acto celebrado en el Hotel Ilunión Las Lomas de Mérida, que contó con la presencia del presidente de la AEEF, Juan Carmona, así como el consejero de Economía de la Junta, Guillermo Santamaría; el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna; y el director territorial de Caixabank en Extremadura y Castilla La Mancha, Juan Luis Vidal. Además, a la gala también asistió el expresidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, como padrino de honor.

El presidente y fundador del Grupo Gedauto, José Labrador, fue el encargado de recoger el galardón de manos de todas la autoridades presentes y lo catalogó como «un soplo de aire nuevo para seguir trabajando en el desarrollo de Extremadura», a la vez que mostró una «profunda emoción y satisfacción». Labrador se refirió así al denominador común que marca el día a día de su empresa. «Siempre tenemos muy presente que hay que trabajar para Extremadura, desarrollar proyectos, crear puestos de trabajo, enriquecer a las empresas y, en definitiva, hacer grande a esta región», dijo.

El directivo, natural del municipio pacense de Jerez de los Caballeros, recordó los orígenes del Grupo Gedauto en 1991, que nació con la intención de traer a Extremadura una movilidad accesible, servicios completos y productos que en los años 90 eran escasos en la región. Por tanto, la empresa nació del trabajo, el sacrificio y la dedicación, con José Labrador y José Luis Barbosa como iniciadores, apoyados por un extenso equipo.

La inspiración de Labrador de crear este negocio en España surgió de una experiencia vivida en Alemania, donde observó que la recuperación y venta de coches era posible. Fue a partir de ahí cuando desarrolló un proyecto detallado sobre cómo implementar un negocio similar en España y la empresa se propuso ser un referente nacional en el sector de vehículos usados y formar parte de los grupos de concesionarios más importantes del país.

Gedauto creció paso a paso, expandiéndose por diferentes localidades bajo el principio de estar cerca de la gente, pero sin perder la profesionalidad. A pesar de todos los contratiempos y de su crecimiento, el grupo ha mantenido su esencia familiar y cercana, ofreciendo un ecosistema completo de movilidad que incluye venta de vehículos nuevos y seminuevos, una red de talleres profesionales, seguros, renting y servicios técnicos especializados. La empresa se ha caracterizado por su capacidad de adaptación a los cambios, convirtiendo cada uno de ellos en una oportunidad para innovar, mejorar y crecer.

Actualmente, el Grupo Gedauto posee un marcado carácter familiar. Se trata de una empresa familiar, que ya cuenta con la segunda generación en la dirección, comprometida con el proyecto, y a la vez está compuesta por más de 300 familias. En 2026, el negocio cumplirá 35 años desde que José Labrador abrió las puertas del primer Gedauto en Mérida. La empresa se ha consolidado como un referente nacional, situándose entre los 10 principales grupos de concesionarios en España, y ha logrado ser líder en Extremadura en la venta de coches eléctricos. También ha obtenido premios a nivel nacional e internacional por su desempeño.

Por su parte, el presidente de la AEEF, Juan Carmona, describió al Gupo Gedauto «como lección viva de tesón, resiliencia e ilusión». Además, lo mostró como «una prueba más de cómo la empresa familiar no sólo crea riqueza, sino también identidad, arraigo y comunidad».

Carmona también incidió en la importancia de la colaboración público-privada, que según su criterio, «permitió sentar las bases del desarrollo regional». El presidente de la AEFF también afirmó que esta alianza «debe guiarse por el desinterés, el compromiso moral y la voluntad real de transformar el entorno, no solo pidiendo, sino proponiendo, construyendo y arrimando el hombro, algo en lo que las empresas y empresarios familiares son todo un ejemplo».