La Fiscalía pide 15 años de prisión para un hombre por golpear y tratar de agredir sexualmente a su pareja con unas heces de perro

Los hechos se remontan al 11 de febrero de 2020 en un domicilio de la localidad pacense de Villar de Rena. Según la acusación pública, el encausado comenzó una discusión con su pareja en presencia de las tres hijas menores en común, durante la cual impidió con violencia que la víctima pudiera abrir una puerta para marcharse de la casa. Acto seguido, y ante su insistencia por abandonar el lugar, la agarró del cuello, la empujó y llegó a golpearla con un palo de fregona o cepillo.

Unos días más tarde, a finales de mes, se produjo otra discusión durante la cual el acusado le lanzó un cenicero que impactó en la pantorrilla izquierda de la mujer, causándole un hematoma.

Por último, sobre las 13.30 horas del 29 de febrero el acusado inició otra discusión con su pareja durante la cual rompió enseres y muebles y tiró la ropa de los armarios, todo ello en presencia de sus tres hijas menores de edad. En un momento dado, cuando se encontraban en un invernadero, y esgrimiendo un cuchillo de grandes dimensiones, la amenazó con matarla, la tiró al suelo, le puso el pie en el cuello presionando y acto seguido la agarró de la cabeza y empezó a golpearla contra el suelo. “No satisfecho con su actuar”, añade la Fiscalía, “cogió una de las muchas heces de perro que había en el lugar y, metiéndolas por debajo del pantalón y de la ropa interior de la mujer, se las intentó introducir por la vagina, no pudiendo lograrlo al conseguir zafarse de su agresor”.

La víctima huyó junto con la hija menor de la pareja, de veinte meses, hasta una terraza de la vivienda, desde donde comenzó a pedir auxilio, mientras que sus otras hijas salieron a la calle también para pedir ayuda.

A consecuencia de estos hechos la mujer sufrió policontusiones en el cráneo con hematomas múltiples, hematoma en raíz nasal con fractura de huesos propios y varios moratones en distintas partes del cuerpo. Sufrió una crisis de ansiedad, por lo que fue derivada para valoración psiquiátrica urgente a la unidad de agudos del Hospital de Mérida. Posteriormente, fue diagnosticada de trastorno mixto ansiosodepresivo y estrés postraumático para cuya curación precisó tratamiento médico farmacológico durante 60 días.

La acusación pública aprecia un delito de agresión sexual en grado de tentativa, por el que reclama ocho años de prisión, y un delito de lesiones agravadas, por el que solicita cuatro años de cárcel.

También pide una condena de un año y nueve meses por un delito de coacciones graves y un año más por un delito de maltrato en el ámbito de la violencia de género.

Asimismo, propone que como pena accesoria la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la mujer y comunicarse con ella por cualquier medio, además de indemnizarla con 15.000 euros por el daño moral causado y 2.300 por el tiempo de curación de las lesiones sufridas.