Fernando Durán, segundo extremeño fallecido por la DANA confirmado

Tras varios días de intensa búsqueda en los que su mujer, Alicia, y sus hermanos no han parado de intentar dar con él, el jueves recibieron la llamada de la Guardia Civil. Habían encontrado el cuerpo de su familiar en la localidad de Catarroja, una de las más afectadas por la DANA, según confirman sus familiares a HOY.

Fernando residía en Paiporta y trabajaba en una fábrica de maderas en Alaquàs, un municipio en el que también residen muchos otros extremeños que emigraron desde localidades como Jerez de los Caballeros.

Hasta Alaquàs se desplazó esa tarde, como muchas otras. «Cuando le comentaron lo que estaba ocurriendo, intentó llegar a Paiporta con su propio coche. Dio un rodeo y según los mensajes que recibió su mujer acabó en Benetússer en una casa de una persona que le recogió. Comunicó por mensajes que estaba fuera de peligro, pero la cobertura era muy mala y llegaban horas después. A partir de ahí ya no supimos nada», explica Casimiro, uno de los hermanos del fallecido.

El cuerpo sin vida de Fernando lo encontraron en la zona norte de Catarroja, un municipio que está al lado de Benetússer. «Seguro que intentó llegar a casa para estar con su mujer», añade Casimiro.

«No ha aparecido el coche ni el móvil, nada», dice su mujer, que relata a este diario la trágica situación. «Estoy pasando por el momento más difícil de mi vida. Esto es horrible, solo quiero que descanse en paz», añade.

El sábado le dieron su último adiós a este extremeño que solía visitar Campillo de Llerena en Semana Santa y en verano. Allí tenía una casa familiar, algo que también sucede con otros muchos originarios de esta región que emigraron a Valencia.

La muerte de Fernando se suma a la de Cándido Molina Pulgarín, que era de Azuaga pero emigró a la Comunidad Valenciana y también ha perdido la vida a consecuencia de la DANA.

De la desaparición de Cándido alertaron el pasado 29 de octubre junto a la rambla de Chiva. Según uno de sus familiares, este hombre de 62 años que trabajaba como camarero en un restaurante, estaba en su parcela de Cheste, en el campo que hay justo al lado del río. Su pareja, Victoria Sánchez Gurillo, que ha sido quien ha estado buscándole sin descanso, junto a sus seres queridos, fue la última persona que habló con él.

Ella ha asegurado que le llamó varias veces y estaba subido a una caseta junto a sus tres perros. Luego, en torno a las siete de la tarde, se cortó la cobertura. Desde entonces no se volvió a saber nada más de este hombre hasta que han encontrado su cuerpo.