Extremadura y Galicia unen fuerzas contra el cupo catalán
María Guardiola y Alfonso Rueda piden una financiación más justa y un mejor servicio ferroviario
Extremadura y Galicia unen fuerzas contra el sistema de financiación singular propuesto por el Gobierno central para Cataluña. Asimismo, ambas comunidades coinciden en reclamar mejoras ... en el servicio ferroviario y las conexiones con Portugal.
La presidenta extremeña, María Guardiola, y su homólogo gallego, Alfonso Rueda, han suscrito este viernes en Mérida una breve declaración institucional en la que refrendan su colaboración en esas áreas, con especial incidencia en la financiación autonómica.
En este documento los dos gobiernos regionales reafirman la vigencia de la Declaración de Santiago, suscrita en noviembre de 2021 por Galicia, Cantabria, Asturias, La Rioja, Castilla-La Mancha, Aragón, Extremadura y Castilla y León. Su principal objetivo fue fijar una postura común en torno al problema demográfico, aunque con especial incidencia en el sistema de financiación y en la preservación de los principios de igualdad y solidaridad, ya que se trata de territorios en los que el número de habitantes (la principal variable para el reparto de los fondos) tiene menos importancia que el envejecimiento, la dispersión geográfica y la superficie, que son otros parámetros con menos peso en el modelo actual.
El presidente gallego lleva varios meses trabajando con el resto de comunidades firmantes para refrendar los compromisos de la Declaración de Santiago con el objetivo de hacer un frente común ante la negociación del nuevo sistema de financiación, de ahí su visita a Extremadura. La intención es agrupar a estos territorios por encima de las siglas políticas. De hecho, en 2021 cinco de las ocho regiones estaban gobernadas por el PSOE, entre ellas Extremadura; mientras que sólo dos estaban lideradas por el PP, una de ellas Galicia, que tenía al frente al actual presidente del partido a nivel nacional, Alberto Núñez Feijoo. Sin embargo, actualmente seis están presididas por gobiernos populares.
Pero a su vez esto deja en evidencia que otras comunidades prefieren que la variable de población siga teniendo el peso principal en el sistema de financiación. En ese grupo están Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid, todas gobernadas por el PP.
Tanto Rueda como Guardiola han incidido en que todos los gobiernos de las comunidades de régimen común, excepto Cataluña, reclaman un modelo negociado entre todos los agentes implicados y no sólo entre dos, en este caso el Gobierno central y el catalán. En la declaración suscrita este viernes se indica que cualquier acuerdo debe pasar por la Conferencia de Presidentes y el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Para la presidenta extremeña, la clave del nuevo modelo debe estar en la igualdad, la solidaridad y la cohesión; algo que a su juicio no se recoge en la «traición manifiesta» del Gobierno de Pedro Sánchez al acordar un sistema singular para Cataluña.
Por su parte, Rueda ha destacado que estos acuerdos evidencian que el consenso es posible entre las comunidades autónomas en materia de financiación. «Coincidimos en lo básico», ha aseverado, en referencia a un modelo que no quiebre los principios de igualdad y solidaridad; y sobre todo que no se rompa por el interés político de Pedro Sánchez para mantenerse como presidente del Gobierno central. En cualquier caso, el presidente gallego ha reconocido que aún no se conocen los detalles del acuerdo con Cataluña, por lo que ha pedido más transparencia.
Asimismo, Galicia y Extremadura muestran su oposición a la llamada condonación de deuda. Para Guardiola, en realidad se trata de «pagar entre todos una deuda causada por el despilfarro del independentismo».
Inversión ferroviaria
Junto a esto, las dos comunidades refrendan en su declaración institucional la importancia de la red ferroviaria «como un agente clave en la vertebración del territorio nacional» y defienden una conexión transfronteriza de alta velocidad entre España y Portugal, tanto por el norte mediante el AVE Vigo-Oporto como por el sur, entre Lisboa y Madrid por Extremadura.
En ese sentido, el documento reclama «una planificación global de las infraestructuras, considerando ambos proyectos como parte de un todo y no como elementos aislados. Para ello, ambas infraestructuras deben estar al mismo nivel, sin anteponer una actuación a la otra».
La situación de las dos comunidades es muy diferente. A Galicia ya llega un tren de alta velocidad en ancho internacional, lo que permite trenes tipo AVE, aunque Rueda ha señalado que funciona «en condiciones mejorables» por los problemas de retrasos. Su intención es extender este servicio a la red interna y contar con una conexión con Portugal, para lo que considera que el país vecino está dando los pasos necesarios (aunque en realidad sólo ha puesto en marcha dos tramos de una nueva línea de ancho ibérico entre Lisboa y Oporto, pero en uno hay problemas con el proyecto y el otro ha quedado desierto), mientras que estima que España no lo hace (a pesar de que ya está en marcha un estudio de viabilidad para la conexión entre Vigo y la frontera lusa).
En cuanto a Extremadura, desde 2022 cuenta con un tren de altas prestaciones en el nuevo corredor entre Plasencia y Badajoz, con doble línea electrificada en ancho ibérico, mientras continúan las obras de Plasencia a Talayuela y espera que se resuelva el trazado por Castilla-La Mancha. Por su parte, Portugal trabaja en la construcción de una nueva línea entre Elvas y Évora (unos 80 kilómetros), con características de alta velocidad pero que contará con una vía única electrificada y en ancho ibérico. De ese modo, aún faltaría mejorar la línea actual de Évora a Lisboa, con la complicación añadida de un nuevo puente sobre el Tajo.
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