«Extremadura tiene que decidir qué modelo económico quiere»
El pacense Carlos Arce, presidente de Arram Consultores, pide que los proyectos industriales no se vean siempre como una amenaza en Extremadura y cree posible un modelo mixto «compatible con el medio natural»
Extremadura debe decidir qué quiere ser de mayor. O, como enfatizó Carlos Arce durante su intervención en la Real Sociedad Económica Extremeña Amigos del País, « ... debe decidir qué modelo económico quiere». Presidente de Arram Consultores, empresa de ingeniería y consultoría para el desarrollo de proyectos de inversión, Arce ofreció esta semana una conferencia en la que aportó algunas de las claves para el desarrollo industrial de nuestra comunidad.
Su propuesta es que Extremadura alcance en 2040 el 23% del PIB industrial, lo que significa casi duplicar el peso que tiene en la actualidad, después de que en los últimos 20 años solo haya crecido dos puntos. Él cree sin embargo que es posible alcanzar esa meta apostando por un modelo mixto, donde lo sostenible pero también los proyectos industriales tengan cabida.
«Necesitamos subir nuestra autoestima y creérnoslo», subraya Arce, que dedicó buena parte de su intervención a recordar los casos de éxito de la industria extremeña, desde Tany Nature, al grupo Conesa o Cristian Lay o también Imedexsa, entre otros. Pero advierte: «Hay un riesgo, y es pensar que solo queremos una Extremadura verde. Es un sector de poco empleo y los patrimonios naturales tienen muy pocos habitantes. Si solo vamos por ahí, la mitad de los extremeños sobraremos dentro de poco».
«Si solo queremos una Extremadura verde, sobraremos la mitad de los extremeños»
MODELO
El consultor asentado en Badajoz recuerda que el 30% del territorio extremeño ya está protegido. «La industria en Extremadura debe ser compatible con el medio natural. Lo que digo es que tenemos un 70% restante en el que se puede actuar para desarrollar proyectos industriales, siempre cumpliendo con todos los requisitos medioambientales y las más estrictas medidas de cualquier otro tipo que exige la Administración». De hecho, añade, «en estos momento ningún proyecto que no tenga el respaldo de la Unión Europea medioambientalmente hablando puede salir adelante, y me parece bien que sea así».
Sin embargo, Arce subraya que apostar de forma exclusiva y excluyente por una Extremadura verde no permitirá converger con el resto de comunidades autónomas, y apunta: «Una minoría, por muy legítimas que sean sus opiniones, no nos puede gobernar. Lo que pasa es que normalmente esa otra mayoría no se deja oír. Mi opinión es que entre todos debemos asumir el modelo elegido y sumar todos los esfuerzos en él».
«No todo el mundo tiene que pasar por la Universidad, la FP dual está dando muy buenos resultados»
FORMACIÓN
En su intervención en la Económica de Badajoz, el responsable de Arram Consultores indicó que es importante «informar con honestidad y transparencia de todos los pros y los contras de cada modelo económico, pero sin que haya manipulaciones con opiniones interesadas», y no elude los proyectos industriales como los de las minas de litio que se encuentran en marcha y que tanta controversia han generado en la región, sobre todo en el caso de la mina de Valdeflores en Cáceres. «Hay que ver si, cumpliendo con la legislación, se puede hacer; y si no, pues que no se haga, pero habrá que verlo».
Más allá de la actividad minera, opina que, en general, «en Extremadura siempre que se habla de un proyecto industrial se toma como si fuera una amenaza al patrimonio natural, y no es así. A aquellas empresas que cumplan con todas las exigencias, y me consta que a veces incluso se va a más allá de lo que contempla la propia ley, se les debe dejar actuar».
Sociedad civil
En su opinión, «la sociedad civil extremeña tiene que organizarse, debemos ser críticos con nosotros mismos y no solo echarle la culpa a los políticos, debemos hacer propuestas». También cree vital, no obstante, que la Administración «sea más ágil en la tramitación de los proyectos, que se reduzca la burocracia y se avance en la digitalización, eso es clave», indica, además de apostar por la declaración responsable del empresario. «Y si luego se ve que no ha cumplido, efectivamente que se sancione».
Arce aboga de forma muy clara por potenciar modelos formativos como la FP dual, «que tan buenos resultados ha dado en Alemania; no todo el mundo tiene que pasar por la Universidad, que a veces es una fábrica de parados y nos resulta muy cara como sociedad», pero en cualquier caso opina que la formación que se imparte en el nivel universitario debe adaptarse más a las necesidades que va apuntando la industria para que realmente sea útil. «El mayor reto que tenemos es la capacitación de nuestra población, en actitud y en aptitud», subraya el consultor, quien reconoce que «estamos ante una oportunidad histórica con los fondos Next Generation. Van a llegar 10.500 millones en los próximos 7 años, eso nunca se ha visto y lo debemos aprovechar».
En la actualidad, el PIB de Extremadura representa el 1,6-1,7% del Producto Interior Bruto nacional. Del PIB extremeño, precisa Arce, el 72% lo aporta el sector servicios y de ese segmento, el 24% corresponde a la Administración. «Somos la comunidad autónoma donde más peso tiene, por delante incluso de Andalucía».
«Hay que ser ágil en la tramitación y avanzar en la digitalización, eso es clave»
ADMINISTRACIÓN
«El PIB industrial», continúa, «sí ha crecido, pero sigue siendo muy pequeño, ha pasado del 10,21 al 12,41% sobre nuestro PIB total. Hemos convergido, pero poco». Para llegar a ese objetivo antes reseñado para el 2040, Arce también se refiere a otros aspectos en los que hay coincidencia, por ejemplo, la necesidad de disponer de buenas infraestructuras que nos permitan no solo vender productos a escala nacional, sino también en mercados internacionales, o la necesidad de que nuestras empresas adquieran un mayor tamaño. Considera prioritario el sector de la industria agroalimentaria, «nuestro gran potencial pero para el que debemos pensar en la tercera y cuarta transformación». Y apunta como segundo sector principal el de la industria del reciclado, al que irán destinados muchos de los fondos europeos que están por venir. «Es una industria competitiva y muy interesante en la que ya tenemos buenos ejemplos».
El responsable de Arram se muestra optimista pero al mismo tiempo realista. Asegura que «se ha perdido la cultura del esfuerzo» y que la política de subvenciones ha derivado en una sociedad «dopada», pero también incide en que las empresas extremeñas han demostrado capacidad de riesgo, han desarrollado marcas propias e incluso destaca proyectos de investigación e innovación en todo el sector agroalimentario.
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