Los excesos del kilometraje en la Asamblea de Extremadura

El Reglamento de la Asamblea, como sucede en otras cámaras autonómicas, reconoce a los parlamentarios el derecho a percibir una indemnización por asistencia a sesiones (solo a los que no cuentan con dedicación exclusiva, una minoría en el Parlamento regional) y también el pago de los gastos de desplazamiento, es decir, los viajes por acudir hasta Mérida para aquellos diputados que no residan en la capital autonómica.

Actualmente la indemnización por desplazamiento está fijada en 0,22 euros por kilómetro. Para pagar, la Asamblea emplea como referencia el domicilio habitual que haya comunicado el parlamentario. La Cámara regional publica la cuantía que abona a cada diputado por estos conceptos, así como la asistencia a órganos. Uno de los casos más llamativos es el de Joaquín Macías, coordinador regional de IU que forma parte del grupo Unidas por Extremadura.

En los tres primeros meses de la actual legislatura percibió 12,76 euros por acudir a sesiones, lo que se corresponde con un viaje de ida y vuelta desde Almendralejo, donde vivía entonces, a Mérida. Desde septiembre de 2019 reside en Monesterio. De ahí que pasara a cobrar 43,12 euros por asistencia, una cantidad que coincide con un desplazamiento de 98 kilómetros ida y vuelta. Hasta el 27 de julio de este año, última fecha publicada en el portal de transparencia, constan 133 viajes. Eso hace un total de casi 5.735 euros.

Sin embargo, según ha podido saber HOY, buena parte de esos viajes tienen como origen la localidad de Puebla de la Calzada, a unos 30 kilómetros de Mérida, y por el que le corresponderían 13,20 euros por desplazamiento. La diferencia es por tanto de casi 30 euros por viaje.

Joaquín Macías explica a este diario que se alterna, cada quince días, el domicilio de Monesterio con su expareja en virtud del acuerdo de separación que alcanzaron hace cinco años. Por tanto, según la relación de viajes que recoge la Asamblea en torno a la mitad tuvo realmente como origen Monesterio. Pero no la otra mitad de desplazamientos, que se han hecho desde Puebla de la Calzada, municipio donde reside la otra quincena de días, como reconoce el propio diputado de Unidas por Extremadura. Otras veces acude a Mérida desde Almendralejo por motivos familiares. Así que reconoce que en esos casos cobra una cantidad indebida por kilometraje.

Con los datos citados, se trataría de alrededor de 2.000 euros entre septiembre de 2019 y julio de este año. A su juicio cumple con lo que pide la Asamblea, que paga kilometraje atendiendo al concepto de domicilio habitual.

El caso de Macías es bastante particular, pero no es el único. David Salazar, portavoz de Ciudadanos, empezó la legislatura viviendo en Badajoz y cobrando los correspondientes 26,84 euros por asistencia a órganos del Parlamento autonómico. En diciembre de 2019 se trasladó a Mérida a vivir y dejó por tanto de percibir kilometraje. Pero motivos personales, según ha explicado a este diario, le llevaron de nuevo a Badajoz, por lo que otra vez empezó a percibir los gastos. Así lo ha estado haciendo al menos hasta finales de julio, última fecha de la que la Asamblea informa en su web. Hace unos días ha notificado a la Cámara regional que vuelve a residir en Mérida con fecha de traslado 1 de octubre.

Un control sobre cuál es el desplazamiento real aclararía casos como el de Macías, pero no evitaría una picaresca que, según diversas fuentes, también se produce en la Asamblea. Se trata de aquellos diputados que residen en una misma localidad y que acuden compartiendo vehículo a las sesiones, pese a lo cual cada uno cobra el desplazamiento. Algo difícil de controlar por parte del Parlamento, y que apela a la honestidad de cada diputado autonómico.