«Las estrategias de desinformación para esta campaña ya se están diseñando»
Este experto en Comunicación explica la importancia de los mensajes en redes sociales por el aumento de indecisos y el retraso en la elección del voto
Ana B. Hernández
Domingo, 23 de abril 2023, 08:39
Raúl Magallón Rosa es doctor en Periodismo por la Universidad Complutense, profesor del departamento de Comunicación de la Carlos III y experto en desinformación, ámbito ... en el que ha llevado a cabo diversos estudios sobre las 'fake news' y las diferentes estrategias de propaganda digital. También sobre cómo se desarrollan en periodos de alta intensidad informativa, durante la pandemia por ejemplo, o en campaña electoral.
–¿Son lo mismo las 'fake-news' que la desinformación?
–No, podríamos decir que las primeras se engloban en la segunda, que es un escenario más complejo, un concepto más amplio que el de contenidos en redes sociales o plataformas de mensajería que buscan apelar de forma directa a las emociones. Cuando hablamos de desinformación hacemos referencia a un fenómeno que puede provenir de operaciones de influencia extranjera, trolls, bots, etcétera y que puede afectar a áreas tan diversas como la seguridad nacional, el feminismo, el cambio climático...
–¿Esos contenidos no han existido siempre?
–Siempre hemos convivido con la desinformación, en el siglo XX se vinculaba a la propaganda política, pero el punto de partida de cómo la entendemos ahora es 2011 con la primavera árabe y el 15M, entre otros movimientos, porque las redes sociales comenzaron a funcionar como altavoz de los mensajes políticos. Y en 2016 adquieren más importancia con el Brexit, el referéndum de Colombia y las elecciones de Estados Unidos.
–¿Cuál es su objetivo?
–Variado, pero en periodos electorales está ligado a captar el voto de los indecisos especialmente y a conseguir la movilización o justo lo contrario, que la gente se quede en casa.
–¿En qué momentos de una campaña electoral la desinformación crece?
–En dos sobre todo, durante los debates y en la jornada de votación especialmente.
–¿La de reflexión está a salvo?
–Cada vez menos. En las elecciones generales del 28 de abril de 2019, durante la jornada de reflexión, las redes sociales y plataformas como Whatsapp aumentaron su función de presión social para movilizar a los indecisos y disuadir a los descreídos.
–¿Quién está detrás de la desinformación en citas electorales?
–Los equipos de los partidos políticos y los simpatizantes, fundamentalmente en el caso concreto de las campañas. Porque la desinformación se da en otros muchos momentos y con diferentes objetivos, como en la pandemia o en la guerra de Ucrania; aquí los promotores y los intereses son otros.
–¿Cómo se concreta la desinformación ante una cita electoral como la del 28-M, con elecciones autonómicas y municipales?
–De la misma manera que en otras campañas electorales, aunque cambie la narrativa en función de los mensajes o asuntos de interés que afecten al territorio. Los promotores de bulos pueden readaptar cualquier información a contextos locales distintos.
–En el caso de Extremadura.
–Por ejemplo en asuntos de interés, como podría ser el tren, pues con mensajes que niegan si ha mejorado o con otros que incidan en los plazos prometidos... Mensajes para apelar a las emociones y al voto útil , porque lo que está claro es que las estrategias de desinformación para esta campaña electoral ya se están diseñando y podría ser, además, que una de las novedades de esta campaña sean las imágenes falsas creadas a través de la inteligencia artificial.
–¿Cómo se blinda el ciudadano?
–Parándose a pensar y, en caso de duda ante cualquier mensaje que genere sospechas, no compartiéndolo hasta verificar la información.
–¿Por qué van a más?
–Porque en periodos de alta intensidad informativa, la ciudadanía necesita con mayor urgencia ampliar sus datos y obtener detalles sobre los hechos narrados en las noticias. En campaña electoral, las redes y las plataformas ayudan a divulgar más el mensaje y esto es importante si tenemos en cuenta que dependiendo de la campaña puede haber más indecisos y que cada vez más los votantes retrasamos nuestra decisión.
–¿A qué se debe?
–Posiblemente al multipartidismo que ahora hay, cada vez más opciones entre las que elegir, y a las estrategias de polarización del voto. Lo cierto es que, según el CIS, entre el 6 y el 7% de los ciudadanos deciden su voto en la jornada de reflexión e, incluso, en la de votación.
–¿Las estrategias de desinformación pueden ganar elecciones?
–Influyen, aunque quizás más que de una forma cuantitativa, cualitativa. Pero hay otros factores. Por ejemplo, una ola de calor puede hacer que muchos se queden en casa.
–¿Echar mano de bulos o medias verdades para ganar votos no va en detrimento de la credibilidad de los políticos, ya bastante maltrecha?
–Sí, y perjudica la confianza en el propio sistema democrático, pero a todos nos cuesta pensar a largo plazo y en asuntos que son poco tangibles.
–¿Cómo se le puede poner freno a la desinformación?
–Diferentes organizaciones y expertos hemos participado en varios grupos para identificar el problema de la desinformación en periodo electoral y hemos realizado recomendaciones para tratar de evitarlo.
–¿Qué han recomendado?
–Entre otras medidas, por ejemplo, protocolos de ciberseguridad, que la junta electoral sea más proactiva, que desde la administración se explique con claridad cómo es el voto por correo...
–Si los ciudadanos somos conscientes de que los bulos recorren las redes, ¿por qué se busca información en ellas?
–Hay que buscar la explicación en la crisis de 2008. Las redacciones se vieron debilitadas y de forma paralela emergieron las redes sociales, que son gratuitas. Y los políticos se dieron cuenta de que podían transmitir sus mensajes sin intermediarios.
–Y sin filtro.
–Sí, pero apelar a los sentimientos y emociones funcionaba y funciona, y pueden establecer conversaciones directas con los ciudadanos y éstos a su vez con los políticos y de manera gratuita. Además, a este hecho se ha unido la decreciente confianza en los medios de comunicación.
–A la que se contribuye también desde el mundo político.
–Frente a la idea/eslogan mediático de que las redes sociales polarizaban y creaban cámaras de eco, emerge un nuevo escenario en el que son determinados actores políticos los que utilizan las redes sociales y plataformas de mensajería como herramientas de propaganda. Estas forman parte de una estrategia diseñada para generar desconfianza en torno a los medios de comunicación y establecer así sus canales –sin intermediarios– como 'la única forma de conocer la verdad'.
–¿Se debe legislar contra la desinformación?
–Los países que intentan aprobar una ley 'anti fake news' acaban restringiendo la libertad de expresión. En cualquier caso, el debate de regular vectores de desinformación claramente identificados sí está más abierto.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión