Cuando echaron el guante a 'El rey del Timo de la Estampita'
En 1991 la Policía Nacional logró detener en Cáceres al considerado 'El rey del timo de La Estampita', un truhan nacido en un pueblo de Badajoz que había logrado representar con éxito el timo en numerosos lugares de España. Estaba buscado por siete juzgados y se había escapado de la cárcel de Melilla. En uno de sus juicios aseguró que había víctimas peores que él, que le habían sugerido matar al 'tonto' para no darle dinero.
En 1959 se estrenó la película 'Los Tramposos', dirigida por Pedro Lazaga, en la que Tony Leblanc y Antonio Ozores daban el famoso timo de ' ... La Estampita' a un hombre de pueblo que iba a tomar el tren en la estación de Atocha de Madrid. Los dos actores interpretaron magistralmente el papel de estafadores en la ficción; pero quien lo hacía mejor que ellos en la vida real era el que fue llamado 'El rey del timo de La Estampita': J. L.G., un hombre nacido en un pueblo de la provincia de Badajoz, que había dado numerosos timos en sus 'giras' por las plazas de España, hasta que terminó su carrera en Cáceres, cuando fue detenido en el Paseo de Cánovas.
Cuando le echaron el guante el 21 de febrero de 1991, entregó a la Policía Nacional un carnet de identidad falso, diciendo que su verdadero nombre era Antonio Lucas Sánchez, como figurada en el DNI, y que era un respetable ciudadano de conducta intachable que solo estaba paseando por Cáceres con su hija de 12 años, a la que estaba enseñando las bellezas de la ciudad.
No le hicieron caso. Su hija tenía un paquete con un fajo de recortes de papel, que en cada extremo tenía un billete de 5.000 pesetas. El fajo estaba envuelto en un papel de periódico sujeto con una goma. También tenía un billete de 1.000 pesetas roto. Su hija estaba preparada para hacer el papel de 'tonta' en la estafa. Les llevaron a la Comisaría y allí se descubrió la verdadera identidad del padre, que tenía... ¡siete órdenes de busca y captura de juzgados repartidos por España! También se comprobó que se había fugado de la cárcel de Melilla a los pocos meses de haber empezado a cumplir diez años de prisión por distintos robos.
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En el Diario HOY se publicó su fotografía, y para desgracia de 'El rey de La Estampita' empezaron a aparecer personas mayores de la provincia de Cáceres, que reconocieron a este hombre como la persona que les había engañado, dándole dinero y joyas a cambio de un paquete que en vez de tener billetes lo único que contenía eran recortes de periódico.
J. L.G. era un artista en hacer un timo que según el periodista Bruno Cardeñosa, ideó el pícaro Julián Delgado en la década de 1910. El timo es sencillo: La víctima (o 'primo' en la jerga de los truhanes), es abordada en la calle cuando esta sola, por un estafador que hace el papel de 'tonto'. Normalmente le pregunta dónde está un colegio o una iglesia y le enseña un paquete o un sobre con un fajo de billetes. Le dice que son estampitas como las antiguas de los santos, que son todas iguales, llegando en ocasiones a romper un billete delante de él para ver la poca importancia que da a las 'estampitas'. Es entonces cuando aparece el otro estafador, 'el listo', que al ver el dinero le propone a la víctima ir a medias, quedándose con el paquete lleno de billetes a cambio de darle al 'tonto' algo para no dejarle desvalido. El 'listo' pone su parte y al preguntarle a la víctima qué aporta, da el dinero que tenga encima y las joyas. Si no tiene nada le llevan a su casa a por dinero o joyas y al banco, para eso el 'listo' siempre suele tener su coche cerca. Una vez que los estafadores tienen el botín, el 'listo' se ofrece a llevar al 'tonto' en su coche al colegio o a la iglesia a la que iba, mientras le pide al 'primo' que le espere en la calle o en un bar con el paquete. Los estafadores se van y no vuelven, y cuando el 'primo' se dispone a ver su tesoro se da cuenta del engaño, al ver el abultado fajo de dinero son solo papeles.
'El rey de La Estampita' siempre hacía de 'listo'. El 19 de noviembre de 1991 se sentó en el banquillo de acusados del Juzgado de lo Penal de Cáceres, junto a un joven de 21 años, de un pueblo de la zona de Coria, que actuaba con él en el papel de 'tonto' cuando no podía hacer las representaciones su hija.
Los dos dijeron que eran vendedores ambulantes y que no sabían cómo se hacía ese timo. Es curioso que por entonces la mayoría de los timos que se hicieron en Cáceres ciudad, se realizaron los miércoles, el día del mercadillo, abordando a las víctimas en el Paseo de Cánovas, que estaba relativamente cerca de donde se hacía entonces el mercado franco.
El 'listo' fue condenado a 5 años y 10 meses de prisión, al ser encontrado culpable de llevarse los ahorros y las joyas de seis personas mayores. Una de ellas una mujer que dijo que el acusado le había atontado con su manera de hablar. «Me puse ciega, no sé qué me pasó. Estaba como atontada», declaró en el juicio.
En enero de 1994 J. L. G. salió de prisión para sentarse otra vez en el banquillo. Le acusaban de que antes de ser detenido en Cáceres había dado otro timo de 'La Estampita' en Trujillo. Una mujer de 64 años, de un pueblo cercano, fue en autobús a Trujillo con 60.000 pesetas para comprar ropa a su hijo en el mercadillo. Nada más bajar del bus se encontró a la niña de 12 años haciendo el papel de 'tonta', llorando porque no encontraba su colegio. Cuando estaban solas le enseñó el paquete supuestamente lleno de billetes, entonces apareció 'el listo'. «Me dijo que conocía a una persona de mi familia. –declaró la engañada–. Me embobó. No sabía por dónde andaba y, como soy buena, me engañó». Les entregó las 60.000 pesetas que llevaba, y otras 25.000 que sacó de un banco al que le acompañaron. «Me metieron en un coche –dijo–. Cuando se hartaron de darme vueltas por Trujillo, me metió el paquete en el bolso. Me dijo que no lo tocara porque lo notaría, y me dejó cerca de la estación de autobuses, diciendo que volvería una vez llevara a la niña al colegio; pero no volvió y en el paquete solo había papeles de periódico».
En ese juicio 'El rey de La Estampita' reconoció que él había dado muchos timos, «porque tengo seis hijos y tienen que comer», pero que el de Trujillo no era obra suya. También aseguró que muchas de las víctimas eran peor que él, ya que le habían sugerido matar al 'tonto' para no tener que darle nada. Fue condenado.
El timo de 'La Estampita' es muy antiguo y es muy conocido; pero según ha indicado la Guardia Civil al Diario HOY, en Extremadura todavía se representa con bastante éxito.
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