La construcción necesita 10.000 trabajadores en Extremadura
Oficiales de primera, transportistas y maquinistas están entre los puestos que más dificultades hay para cubrir
Con buenos ojos ve el sector de la construcción extremeño que se abra la puerta a la contratación de trabajadores extranjeros. Es más, lamenta ... las restricciones que todavía se plantean. «Realmente falta de todo; aunque las mayores dificultades las encontramos con los oficiales de primera, los maquinistas y los transportistas», expone Joaquín Sánchez, secretario general de CNC Extremadura, que cifra en unos 10.000 trabajadores los que la construcción necesita incorporar de manera inmediata en la región para funcionar correctamente.
La escasez de mano de obra es un problema que se está enquistando. En los últimos años, la recuperación del sector, muy afectado tras la crisis de 2008, ha ido poniendo en evidencia la falta de trabajadores. «Sobre todo se nota en los profesionales cualificados», detalla José Luis Iglesias, gerente de Pymecon.
Antes del estallido de la pandemia ya se detectaba un aumento de la edad media de los trabajadores de la construcción y en 2021 se empezaron a escuchar las primeras voces desde las empresas que hablaban de la dificultad para completar sus plantillas. Lejos de solventarse, es una realidad cada vez más preocupante. «No conseguimos ser atractivos para los trabajadores», reconoce Iglesias.
«Hay empresas que están rechazando obras porque tienen poca plantilla»
José Luis Iglesias
Gerente de Pymecon
«Realmente falta de todo; no sabemos por qué no somos capaces de captar gente»
Joaquín Sánchez
Secretario general de CNC Extremadura
Quiza lo más alarmante es que la patronal del sector no identifica los motivos que evitan que la construcción sea vista como una opción laboral. En una región con una de las tasas de paro más elevadas del país –del 19,5%, según la última Encuesta de Población Activa (EPA)– y disparada sobre todo en los jóvenes –del 47% en los menores de 25 años– los desempleados no miran hacia el sector. Apenas un 3% de los 98.000 parados que suma la EPA para Extremadura son de la construcción: poco más de 3.000 personas. «No sabemos por qué no somos capaces de captar gente», asegura Sánchez.
Es cierto que con la crisis de 2008 el sector expulsó a un gran número de trabajadores, que tuvieron que reconvertirse hacia otras actividades. Sin embargo, la construcción se ha modernizado mucho en los últimos años y ha actualizado sus condiciones laborales. «Tenemos un buen convenio; no se trabajan los viernes por la tarde ni los fines de semana y el trabajo ya no es tan físico como hace unos años, porque está muy mecanizado», repasa el gerente de Pymecon.
A Madrid toda la semana
Desde la patronal también destaca el esfuerzo que se ha hecho para equiparar el convenio de Extremadura al de otras comunidades. Es una forma de evitar que los trabajadores extremeños salgan fuera a trabajar. Sin embargo, aunque menos que hace unos años, todavía sucede. «Hay cuadrillas de la región que se van a Madrid durante la semana», confirma Sánchez.
El motivo es el salario. La falta de mano de obra hace que se estén pagando sueldos por encima de convenio en casi todos los lugares, pero en las grandes ciudades son algo más elevados.
Lo cierto es que la escasez de trabajadores está lastrando al sector. «Hay empresas que están rechazando obras porque no tienen manera de desarrollarlas sin ampliar sus plantillas», advierte Iglesias.
Tanto la promoción privada como la obra pública, con licitaciones que quedan desiertas, sufren las consecuencias. «Vienen fondos europeos para la rehabilitación y se anuncia la construcción de viviendas de protección oficial, pero no tenemos trabajadores para hacerlo», advierte el responsable de CNC, que remarca que para la construcción de una vivienda son necesarios por término medio cinco trabajadores.
Ante esta realidad, la posibilidad de contratar mano de obra de otros países es vista como una posible solución para el sector. «No tenemos más remedio que darle la razón al ministro Escrivá y admitir que es positivo que se flexibilice la regulación de trabajadores extranjeros», afirma el gerente de Pymecon.
El objetivo del Ministerio era más ambicioso y la propuesta inicial planteaba que hasta 31 profesiones entraran en el catálogo de difícil cobertura, pero el listado final se limitó a carpinteros y montadores de aluminio, metálicos y de PVC, conductores operadores de grúa en camión, de grúa fija o móvil e instaladores electricistas en general y en particular de edificios y viviendas.
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