El Consorcio de ELA desmiente a la Junta y respalda a Trujillo para el centro de referencia nacional

El anterior Gobierno regional había decidido ubicarlo en un ala del Centro de Alta Resolución (CAR) de Trujillo, pero la Consejería de Salud comunicó su decisión de sustituir este espacio por la residencia Cervantes de Cáceres, porque el equipamiento de Trujillo «no cumplía» con las necesidades planteadas por el Consorcio Nacional con Entidades de ELA (ConELA) porque, entre otras razones, «carecía de áreas verdes y espacios de esparcimiento para los residentes», según explicó Salud en un comunicado.

Sin embargo, no es esta la versión que ha respaldado el consorcio en otro comunicado. En el mismo, tras hacerse pública la decisión de la Junta, ConELA recuerda que los anteriores responsables autonómicos propusieron el CAR de Trujillo como ubicación adecuada para un centro pionero en la atención a la ELA «porque tenía un ala de la planta baja sin utilizar y se podría reformar en un plazo corto, antes de pensar en construir un centro de nueva planta». Detalla que «se nos presentó un plano y proyecto de centro que albergaría una unidad de convivencia de 15 camas y un servicio de cuidados especializado 24 horas», y deja claro que «a juicio de ConELA, el proyecto cumplía con los requerimientos para un centro de estas características, entendido como un piloto que aportaría una rica información trasladable al resto de comunidades autónomas».

Con posteridad, la Consejería y el Ministerio acordaron que la financiación correría a cargo del segundo (3,8 millones de euros) y que la Junta aportaría la asistencia sociosanitaria. Se iniciaron los trámites para aprobar este acuerdo, sujeto a los requisitos de la financiación europea, «comprometiéndose a firmar un convenio de colaboración entre el Gobierno de Extremadura y el Gobierno de España que las elecciones autonómicas y generales interrumpieron».

Tras el 28-M el signo político de la Junta es distinto y, ante el cambio de ubicación decidido ahora por los nuevos responsables regionales, ConELA reconoce que «nos preocupa que los cambios de gobierno supongan un retraso o una cancelación definitiva del proyecto y que la financiación reservada a tal fin pueda perderse«, indica la organización en un comunicado firmado por su presidente, Fernando Martín. Y explica: »Es importante señalar que según se nos informó, de acuerdo con los requerimientos del plan de resiliencia, este proyecto debería haber iniciado su ejecución antes de fin de 2023 para ser susceptible de financiación«.

ConELA recuerda los objetivos de «vital interés» del futuro equipamiento: dar cobertura sociosanitaria a personas enfermas de ELA sin red de apoyo, garantizándoles una mejor calidad de vida; conocer cuáles son las necesidades que una residencia debe cubrir para una persona enferma de ELA en los diferentes estadios en los que se encuentre; conocer el precio real de una cama residencial para una persona con esta patología; extraer esos datos y trasladarlos al resto de comunidades autónomas e, igualmente, en el caso de que fuera necesario, reubicar el centro extremeño en otro que se amolde más y mejor a las necesidades extraídas de los estudios empíricos correspondientes.

Por eso, «instamos a todas las partes implicadas a encontrar la mejor solución para unos enfermos que no pueden esperar más».