La cifra de apartamentos turísticos crece un 63% en tres años en la región
Hay 473 registrados en Extremadura, el 78% están en la provincia de Cáceres, y los viajeros que eligieron esta opción subieron en julio el 43% respecto al año pasado
Apenas cuatro días antes era posible reservar en Extremadura un apartamento turístico para dos adultos el último fin de semana de agosto con relativa facilidad. ... Solo en Badajoz había 8 disponibles, en Cáceres, 20; en Plasencia 7 y en Mérida 18. En la principal plataforma que los oferta los precios oscilaban entre los 24 euros por noche a los 152.
Alojarse en apartamentos turísticos es una opción cada vez con más seguidores. La última encuesta de ocupación en alojamientos turísticos que no son hoteles elaborada por el Instituto de Estadística de Extremadura se refiere al mes de julio e indica que los viajeros alojados en establecimientos extrahoteleros ese mes fueron 57.725, un 28% más que en el mismo mes del año anterior. Por categorías el turismo rural aumentó un 24,4% sus viajeros, los camping lo hicieron en un 26,9% y fueron los apartamentos turísticos donde se disparó la cifra internanual en un 43%.
Todo lo anterior explica que en Extremadura se hayan multiplicado en los últimos años. Si en 2018 había 290 apartamentos turísticos en Extremadura, en este 2021 ya hay inscritos 473, un 63% más que hace tres años. En total ofertan 3.630 plazas, lo que representa un incremento en este caso del 32%.
Los datos son de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes y proceden del Registro General de Empresas y Actividades Turísticas. Esta fuente indica que siendo la provincia de Cáceres la que más alojamientos turísticos tiene (el 78%), con 369 (231 en 2018), la de Badajoz ha experimentado mayor crecimiento al pasar de 59 a 104 en los últimos tres años. Llama la atención que en 2018 no figurara ninguno en las grandes ciudades: Badajoz, Mérida, Plasencia y Cáceres, las cuales tienen a día de hoy 4, 55, 31 y 177 apartamentos turísticos respectivamente, lo que indica que inicialmente este concepto de alojamiento en Extremadura surgió en el ámbito rural. Hay que decir que es el artículo 61 de la Ley 2/2011, de 31 de enero, de desarrollo y modernización del turismo en Extremadura la que define este tipo de oferta dentro de la categoría de Alojamiento Turístico extrahotelero.
«Preferí hacerlo legal»
Juani Gilarte tiene su apartamento turístico en Jarandilla de la Vera desde hace tres años aproximadamente. Son dos viviendas encima de lo que fue su antigua tienda. «Las acondicioné para mis hijos, pero se fueron a trabajar fuera y se me ocurrió esta idea y ahora estoy muy contenta. Tenía dos posibilidades, o alquilarlas a estudiantes o aprovecharlas como apartamento turístico. Si hubiera hecho lo primero estaría más cómoda porque te despreocupas, pero no sabes cómo va a quedar el piso. Así, alquilándolo a turistas, tienes más control porque lo revisas cada ciertos días», dice. Ahora la tienda de la planta baja le sirve como despacho y tiene contratada a una mujer para que se encargue de la limpieza de los apartamentos cada vez que se marchan los huéspedes.
Reconvertida como empresaria, Juani Gilarte dice que en su pueblo ya había mucha gente que ofrecía sus casas para alquilar y que tenían demanda porque en muchas épocas del año como las navidades, los puentes y el verano los hoteles de la zona se llenaban. «Lo que sí hice fue hacerlo bien y en cuanto decidí dedicarme a esto pregunté en el Ayuntamiento cómo había que hacerlo legal. De hecho, para registrarme vienen a inspeccionarte el alojamiento para que no se alquile cualquier cosa y me parece muy bien».
Según cuenta, este verano ha ido bastante bien y lo ha tenido ocupado prácticamente todos los días, aunque reconoce que en ocasiones sufre cancelaciones de última hora, según le dicen sus clientes, motivadas por situaciones derivadas del covid.
«Me entraron muchas dudas»
Por su parte, Nicolás Bureo es pacense y suele veranear alquilando apartamento en Almería desde hace tres años con su mujer y sus tres hijos. Los encontró a través de 'google' directamente y hasta ahora no le ha ido mal. No lo pasó tan bien cuando en una de las conocidas plataformas que alquilan apartamentos turísticos encontró uno para quedarse varios días en Bruselas. Aunque al final no hubo problemas recuerda que no se fiaba. «Fue justo antes de la pandemia, íbamos de viaje a ver mi cuñado once personas, incluidos mis suegros, y yo me encargué del alojamiento. Descartamos el hotel porque éramos muchos y no había ninguno en la zona donde vive él, así que empecé a ver apartamentos turísticos. Encontré uno, hice la reserva y justo una semana antes me envió un correo el dueño de manera particular, no por la plataforma, diciéndome que no podía alquilármelo pero que me ofrecía otro. Lo pasé mal porque tuve muchas dudas e hice ir a mi cuñado comprobar que el apartamento existía. Al final eran dos apartamentos pegados y salió bien todo, pero en un hotel, aunque sea más caro, no te entran tantas dudas, reservas con más tranquilidad y sabes que no va a fallar», relata este pacense que en su opinión, esta idea de compartir casa a cambio de dinero se ha ido transformado y ya no es algo tan familiar y cercano. «En muchas ciudades se han metido inmobiliarias y grandes propietarios a hacer negocio».
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