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Homenaje en el Ayuntamiento de San Sebastián al sargento Alfonso Morcillo. /
San Sebastián rinde homenaje a Alfonso Morcillo, un extremeño asesinado por ETA

San Sebastián rinde homenaje a Alfonso Morcillo, un extremeño asesinado por ETA

Caty Romero rememora que tres terroristas mataron a su marido hace 25 años, «pero no callaron mi voz para preservar su memoria»

A. GONZÁLEZ EGAÑA

Viernes, 13 de diciembre 2019, 17:44

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El Ayuntamiento de San Sebastián ha rendido este viernes un emotivo homenaje a Alfonso Morcillo (Badajoz, 1954), sargento de la Guardia Municipal asesinado por ETA el 15 de diciembre de hace 25 años. El mismo salón de plenos del consistorio donostiarra que acogió la capilla ardiente del agente municipal y en la que su viuda, Caty Romero, y su familia se despidieron de él aquel jueves de otoño ha sido el lugar elegido para el acto de memoria que ha presidido el alcalde de Donostia, Eneko Goia. En presencia de la viuda del agente asesinado, de la hija de Morcillo, Keyla, de una cincuentena de víctimas y de los portavoces de todos los grupos municipales y el resto de concejales, el regidor donostiarra ha instado a mantener vivo el recuerdo de Morcillo «que nunca debió faltar de entre nosotros» y a quien ETA arrebató la vida «injusta y cruelmente». La viuda de Morcillo ha recordado que aquel día ante su cuerpo yaciente decidió dedicar su vida «a ser su voz, la voz que le arrebataron, la voz que quedó sellada bajo tierra para siempre». Caty Romero ha remarcado que ETA consiguió «destrozar» su vida «pero no logró callarme y disponer de la posibilidad de preservar su memoria».

Tras las palabras del alcalde y de la viuda, familia y amigos de Morcillo, una cincuentena de víctimas de ETA, políticos, el delegado del Gobierno en Euskadi, miembros de la Judicatura y representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y del Centro Memorial para las Víctimas del Terrorismo han realizado un minuto de silencio y una ofrenda floral en memoria de Morcillo, ante la placa que le recuerda desde 2006 en la comisaría donostiarra y que hoy se ha trasladado al Ayuntamiento para el acto de homenaje.

El 15 de diciembre de 1994, en su casa de Lasarte-Oria, Alfonso Morcillo se despidió de Caty con un beso y le dijo: «Nos vemos al mediodía». En unos minutos sonó el telefonillo. Pensó que no era para ella porque no conocía a nadie en el barrio. Pero volvió a sonar y a la tercera contestó. Una voz le dijo si podía bajar porque su marido se había mareado y estaba tirado en la calle. Llovía. Aún en pijama, se echó un anorak por encima y bajó, no sabe cómo, los cuatro pisos que le separaban de la calle. Encontró a su marido tendido en el suelo con la cabeza en un charco de sangre. Al estar cerca de un bordillo, pensó que por un mareo se había golpeado allí mismo. La gente le miraba, pero nadie se le acercaba. Se extrañó. Caty Romero tardó mucho en enterarse que había sido un atentado. Un cordón de seguridad le hizo sospechar lo peor. Se lo llevaron en ambulancia y al llegar a la Residencia, fue recibida por el entonces alcalde Odón Elorza y el jefe de la Policía Municipal, Mikel Santamaría, y fue un compañero de Alfonso quien se le acercó y me dijo: «Acaba de fallecer, ha sido un atentado de ETA».

Romero ha remarcado este viernes que aquel día «tres terroristas decidieron asesinar a Alfonso a las puertas de nuestra casa, decidieron marcar nuestra vida para siempre, tuvieron la potestad de juzgar, sentenciar y condenar, a un excelente profesional, a un hombre trabajador, cariñoso, honrado, respetuoso, muy familiar. A un hombre bueno».

La viuda de Morcillo ha explicado a los presentes que hoy su voz, «será la suya, ya que así lo marcó ETA y es de justicia que tengan su momento de reconocimiento, en su honor y en su memoria». También ha tenido palabras de recuerdo para los centenares de asesinado por ETA y para todas las personas que, «como Alfonso, dieron la vida en favor de la libertad, libertad de la que hoy disfrutamos los aquí presentes». «No es lícito olvidar, no es lícito callar. Si nosotros callamos, ¿Quién hablará?», ha remarcado recordando unas palabras de Primo Levi.

El primer edil ha querido subrayar el recuerdo «como persona y como trabajador municipal» de Alfonso Morcillo, desde la convicción de que «la memoria, la justicia y la reperación de todas las víctimas es el camino hacia un futuro en paz y libertad y en convivencia». «Recordar, rememorar, es de alguna manera mantener vivas a las perrsonas que nunca debieron morir de forma cruel e injusta», ha indicado Goia, que ha sumado al reconocimiento a los otros dos agentes municipales asesinados en la ciudad, Miguel Garciarena y Manuel Peronié.

Con este acto, el Ayuntamiento, ha querido contribuir a su «firme compromiso de preservar la memoria, el derecho a la verdad, la justicia, la reparación moral y la dignificación de las víctimas del terrorismo y la violencia».

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