Cáceres: la niebla y la mina

La llegada a Cáceres de investigadores y técnicos con cierto nivel adquisitivo para trabajar en el CIAE (Centro ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético), donde los sueldos iniciales son 16 pagas de 2.626 euros brutos, facilita que vuelen los apartamentos y pisos de calidad. Sumemos el aumento asombroso de los pisos de uso turístico: cada año, se abren en la ciudad 200 apartamentos destinados al turismo. Así que algo de tensión sí que hay.

Por un lado tenemos el dato de la subida de los alquileres en Cáceres un 30% y por otro tenemos el dato que aportaba este verano un informe del New York Times. Un estudio de My Dolce Casa, un blog de investigación del NYT, sobre la vida y la jubilación de los norteamericanos en el extranjero, comparaba el precio medio de venta de un zulo de 46 metros cuadrados en Manhattan (750.000 dólares) con lo que se podía comprar por el mismo precio el pasado mes de agosto en 68 regiones de Francia, Grecia, Italia, Portugal y España, que, parece ser, son los destinos ideales para un jubilado americano.

Los resultados del estudio señalan a Extremadura como un lugar ideal para invertir con vistas a la jubilación. Aquí, tras convertir los pies cuadrados del informe en metros cuadrados, por 750.000 dólares se puede comprar una casoplón de 689 metros cuadrados. Seríamos la cuarta región de Europa más barata. La primera sería Molise, en Italia, situada al norte de Nápoles, abierta al Adriático. Allí, por 750.000 dólares, se puede adquirir una mansión de 774 metros cuadrados. Siguen Calabria (765) y Castilla la Mancha, donde la propiedad sería algo más grande que en Extremadura: 725 metros cuadrados. Tras Extremadura, las regiones más baratas del estudio son, por este orden: Sicilia, Umbría, Basilicata, Abruzos, Castilla y León y Apulia. Siete regiones italianas y tres españolas serían las diez más económicas. Mansiones baratas y alquileres caros: he ahí nuestra condición contradictoria en algo tan esencial como la vivienda.

Y después está la mina de litio. Si va adelante, la necesidad de viviendas temporales será acuciante siempre que se cumplan las promesas de empleo. Los críticos de la mina pintan un futuro pavoroso. Los defensores, un mañana esplendoroso. La vivienda también cuenta en esa ecuación. El problema es que para saber quién tiene razón, debe abrirse la mina. Si entonces desaparece la niebla matinal que cubre exclusivamente el acuífero de Cáceres en estas mañanas de otoño, la mina habrá provocado una catástrofe. Si la niebla persiste, no será tan grave. Si es catástrofe, el turismo huirá y bajarán los alquileres. Si es un éxito, el mercado de la vivienda se disparará. La niebla y la mina, el turismo y la vivienda… La ciudad de los eventos niega la tensión, mira para otro lado y se dedica a disfrutar de carreras, procesiones, festivales, foros, encuentros, Leo Harlem, Horteralia, feria del stock, fados, Mecano… Siempre seremos una ciudad feliz.