Los bancos de alimentos extremeños reciben menos donaciones al subir la cesta de la compra
En Badajoz ayudan a 150 pacenses más que hace unas semanas y en Cáceres notan que el dinero les cunde menos
Menos donaciones y más usuarios. Son las consecuencias de la inflación en los bancos de alimentos de la región, donde cada vez tienen más complicado ... atender a los extremeños que acuden pidiendo ayuda.
En Badajoz ayudaban a 15.000 personas de toda la provincia, pero en las últimas semanas han atendido a 150 personas más. Como se sabe, reparten los alimentos a través de asociaciones, residencias, conventos, comedores... Pero si una familia acude allí directamente no recibirá entregas.
La presidenta del Banco de Alimentos de Badajoz, Cristina Herrera, pone un ejemplo: «Personas que antes eran donantes, ahora son usuarios».
«Personas que antes eran donantes, ahora son usuarias»
Cristina HErrera, presidenta del banco de alimentos en badajoz
En los últimos meses han visto un descenso de donaciones. Porque la inflación toca a todos los bolsillos, porque los extremeños se han volcado con otras causas como los refugiados de Ucrania y porque los grandes supermercados ya no permiten hacer recogidas de alimentos de forma presencial. Ahora las donaciones se realizan a través de las cajas registradoras y, aunque Extremadura es solidaria, falta costumbre de ello. El Corte Inglés organiza una recogida de donativos virtual desde este lunes y hasta el miércoles.
¿Cómo sortean la bajada de donaciones? Repartiendo menos. «Si antes dábamos un kilo de arroz por persona, este mes hemos dado medio. Si una familia de cuatro miembros venía recibiendo cuatro kilos, este mes ha recogido dos». También han recibido algo menos de pasta. «El aceite de girasol ha subido de uno a tres euros y eso nos repercute porque es un producto esencial», asegura Herrera.
Menos mercancía del FEGA
No solo han bajado las donaciones ciudadanas. También las de instituciones como el FEGA (Fondo español de Garantía Agraria), que estos días el banco de alimentos de Badajoz reparte entre los beneficiarios. Si en 2021 recibieron 600.000 kilos de comida en tres repartos, en este 2022 esperan 425.000 kilos en dos. Ya saben que el FEGA no realizará la tercera entrega.
Por eso Cristina Herrera apela a la solidaridad de ciudadanos y empresas. «La filosofía del banco de alimentos es que recojamos alimentos», reconoce la presidenta del Banco de Alimentos de Badajoz quien, no obstante, reconoce que cada vez es más complicado. Quien quiera puede dirigirse a las instalaciones de El Nevero a realizar una entrega. En el caso de que tengan problemas para llevar una donación pueden ponerse en contacto con la oficina para buscar una solución.
Badajoz reparte 40.000 litros de leche cada mes. Así que los tetras briks son siempre bienvenidos. Al igual que la pasta, el arroz y las latas de conserva. También los productos precocinados, que permiten su consumo sin cocinar y, por tanto, sin que conlleven gastos importantes en gas o electricidad. De todas formas, la página web de la fundación informa sobre las distintas formas de recogida que tienen.
«La experiencia que tenemos en Cáceres es la misma», dice el presidente del Banco de Alimentos en la provincia cacereña, Juan Carlos Fernández Rincón, donde atienden a unas 8.000 personas que aumentan o se reducen en función de los contratos del campo. «Con todo el dinero que tenemos acumulado de donaciones o cuotas para comprar alimentos, podemos comprar menos alimento que hace unos meses».
«Con el dinero que tenemos, podemos comprar menos alimentos que hace unos meses»
juan carlos fernández, presidente del banco de alimentos de cáceres
Fernández Rincón apunta que «las personas que hacen donaciones se aprietan porque la inflación es para todos». Sin embargo, advierte de que el aumento del precio de los alimentos y la energía se notará más este verano. «En dos o tres meses será peor para las personas más desfavorecidas». Aunque ya han visto que «las donaciones les duran cada vez menos y piden ayudas antes».
A pesar de esperar más usuarios y recoger menos productos, Fernández Rincón hace un llamamiento: «Que nos pidan lo que necesiten los que estén en apuros. Si no tenemos ya buscaremos. Pero que no pierdan la esperanza».
«Ahora viene gente con trabajo, pero que no llega a fin de mes»
En el comedor de las Hijas de la Caridad en Badajoz «ha cambiado el perfil». Antes eran familias de Badajoz, pero ahora el 55% de las personas que acuden son inmigrantes. Muchas tienen trabajo, «pero no llegan a final de mes», explica Sole Velázquez, trabajadora social. Aquí prestan el servicios de comedor para adultos y economato para las familias.
Sole Velázquez también ha notado que han bajado las donaciones y espera que la Junta resuelva las ayudas del IRPF que convocó en noviembre y que el FEGA les aporte fruta.
El otro comedor de Badajoz, el San Vicente de Paul, también recibe a más usuarios y no sabe el porqué. Si hace unas semanas llegaban entre 48 y 52 personas, ahora ven a entre 70 y 75. «Lo sé por los bocatas y los bollos que encargamos», señala Antonio Tena, responsable del centro.
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