Los agricultores y ganaderos se hacen escuchar para defender el futuro del campo

La de este martes fue una jornada histórica. Los profesionales del campo gritaron que ya no aguantan más y pidieron soluciones para acabar con una situación que califican de «crítica». Reivindicaron precios justos y lo hicieron cortando 12 puntos en diferentes vías de Extremadura. En total, más de 7.000 personas y 800 vehículos paralizaron parte de las principales carreteras de la comunidad autónoma. Hubo hileras de tractores, manifestantes con pancartas, agricultores quemando hojas de tabaco en medio de la carretera, incumplimientos en los tiempos y lugares establecidos en las resoluciones que autorizaban las protestas y alguna que otra discusión con agentes de la Guardia Civil.

El punto donde se vivió más tensión fue en la A-5 a la altura de Navalmoral de la Mata, en el cruce de Peraleda. También fue el lugar en el que la manifestación se disolvió más tarde. Allí se concentraron mil personas, 160 turismos y 150 tractores. Se cortaron ambos sentidos y hubo retenciones de cuatro kilómetros en sentido Madrid.

Hasta tuvieron que habilitar un recorrido alternativo. Fue poco antes de las cinco de la tarde cuando se empezó a circular con normalidad por la autovía de Extremadura.

En la zona del área de servicio Los Cerrillos, en el término municipal de Peraleda de la Mata, fue el lugar de la región donde más se prolongaron los cortes programados por los sindicatos agrarios. Llegaron incluso a desplegarse agentes de los antidisturbios, que intervinieron, por si no se levantaba la protesta cuando ya se había superado con creces la hora autorizada.

Muchos de los manifestantes pertenecían al sector tabaquero y llegaron a quemar plantas en el asfalto, como también sucedió en la A-66, en Hervás.

Además, hubo otras zonas de la provincia cacereña con protestas, como en la EXA1 a la altura de Coria, la N-521 en Valencia de Alcántara (frontera con Portugal) y la A-66 a la salida de Casar de Cáceres.

En ese último punto llegaron a entrar una veintena de tractores para cortar la vía en dirección Sevilla. Sin embargo, no tenían permiso para participar en la protesta y la Guardia Civil les informó. Tuvieron que abandonar ante una posible multa.

Los que sí continuaron allí fueron los ganaderos y agricultores. Lo hicieron con cánticos como «El campo se hunde y el Gobierno se lo funde». Querían que se les oyera y lo consiguieron.

Cristina Martín fue una de las participantes. Ella se hizo cargo de una explotación ganadera hace una década. «Antes la llevaba mi madre. He encontrado cuadernos de ella donde el precio de los corderos hace más de 20 años era el mismo que ahora, cuando el pienso y la mano de obra son mucho más costosos. No podemos vivir así», decía enfadada.

También pidieron soluciones en la provincia de Badajoz. Almendralejo fue la zona con más manifestantes. Superó los 2.000 y los 150 tractores.

Incluso algunos de los que tuvieron que esperar por los cortes en la A-66 se unieron a la causa. John y Verena, una pareja alemana, demostraron un estoicismo mayúsculo sobre el asfalto. Poco antes de las diez de la mañana, salieron de Mérida en su caravana con su hija de tres meses. Iban a Sevilla. En Almendralejo, el matrimonio de Hamburgo interrumpió forzosamente su viaje. Se toparon con agricultores extremeños que cortaron, una hora antes de lo pactado y autorizado por la Delegación del Gobierno, los dos carriles de la autovía en dirección a la capital andaluza. «Estamos acostumbrado a cortes como este en Alemania», señalaba con una media sonrisa el alemán, con su bebé en brazos.

John y Verena no solo no se tomaron a mal el corte de carretera sino que la mujer se encaramó al techo de la caravana y sacó su móvil para hacer fotos. Se le veía feliz, tanto que le dieron una banderola de Apag y otra de Extremadura. El júbilo estalló sobre la A-66.

Quizás por su implicación en la protesta, al matrimonio alemán le dejaron salir de la vía, dos horas después de que la carretera estuviese cortada, en sus cuatro carriles. El resto de los conductores bloqueados en Almendralejo entre las 10.00 y las 14.00 horas no lo pudo hacer.

«Esto es un éxito pero lo es por la desgracia que sufre el campo», sostuvo Juan Metidieri, presidente de Apag Extremadura Asaja. «El problema del campo es un problema de Estado», agregó Catalina García, de la Ejecutiva de UPA-UCE. Los dos dirigentes agrarios, como el resto de manifestantes, se dirigían a las diez a la N-630 para permanecer allí durante una hora antes de cortar la autovía. Pero miembros de Aseprex, el colectivo que ganó notoriedad tras los incidentes violentos del mes pasado en Don Benito, cambiaron el guion. Al grito de «¡hay que cortar la autovía ya!», abandonaron la manifestación y pusieron rumbo a la A-66. Se quedó bloqueada una hora antes de lo anunciado y lo hizo en sus cuatro carriles cuando solo iban a ser dos, uno en cada sentido circulatorio. La Guardia Civil logró parar el tráfico antes de que entraran los agricultores en ella para evitar atropellos.

Otros puntos de la provincia pacense también acogieron protestas y sus imágenes saltaron a las redes sociales. Fue el caso del kilómetro 133 de la N-432, en el cruce de Berlanga y Valverde de Llerena. Allí, los agricultores le prendieron fuego a un tractor e intervinieron los bomberos.

Por el contrario, en Badajoz no hubo incidentes violentos. Allí se concentraron unas 600 personas y hubo retenciones de hasta cinco kilómetros. Primero bloquearon la vía bajo el puente que hay a la altura del centro comercial El Faro y luego la frontera hispano-lusa, que fue infranqueable durante más de dos horas.

Entre los manifestantes hubo algunos dirigentes agrarios como Ignacio Huertas, de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA). «Ahora la pelota está en el tejado del Gobierno. Tiene que actuar y queremos soluciones», dijo.

Pidió que se modifique al Ley de la mejora de la cadena alimentaria para que incluya la venta a pérdidas, que se hagan contratos indexados a coste de producción y un observatorio de precios, además de una ley de etiquetado, así como no aceptar la reducción del presupuesto de la Política Agraria Común (PAC). También solicitó al presidente de la Junta que presione en Madrid.

En cuanto a los afectados por los cortes, en los primeros momentos los conductores se mostraban a favor de los motivos de la protesta, una solidaridad que se fue atenuando con el paso de las horas. Por ejemplo, Paco, que iba hacia Portugal y su Peugeot fue de los primeros que recibió el alto, dijo: «Los entiendo, estoy con ellos, pero no sé por qué no han respetado lo pactado», decía antes de saludar a varios manifestantes amigos suyos en Badajoz.

Allí, entre los coches, varios manifestantes repartieron tarrinas de miel y octavillas. Algunas de ellas fueron devueltas con desprecio ante el trastorno que decían estar sufriendo.

Algo similar sucedió en la N-430 en el puerto de Los Carneros. Mientras los conductores esperaban resignados, un grupo de agricultoras repartía folletos y muestras de aceite de oliva.

En la provincia pacense también hubo cortes en la carretera N-435 a la altura de Fregenal de la Sierra y en la EX-104 en el cruce de Benalcázar-Pozoblanco.

Según la Delegación del Gobierno, el dispositivo de emergencia establecido por Cruz Roja actuó en dos ocasiones: una ante un corte leve y fortuito de un manifestante de 74 años y otra por una crisis de ansiedad en un usuario en la A-66.