

Secciones
Servicios
Destacamos
A las dos menos diez de la tarde dos guardas de seguridad salieron a las puertas del Ministerio de Sanidad en Madrid, donde estaban convocadas 500 personas de toda España que elegían su plaza de residente en enfermería, para anunciar la suspensión del llamamiento previsto a las tres de la tarde.
«No puede ser, he pasado un fin de semana horrible con los nervios esperando este día y ahora lo cancelan porque no hay luz», decía Alba Granado que quiere coger su plaza en el hospital de Plasencia. «Soy de allí pero vivo en Madrid desde que terminé la carrera porque del SES no he conseguido aun ningún contrato, así que está elección de plaza supone una oportunidad para volver a casa», decía antes de conocer que se había cancelado el llamamiento.
Cuando colgaron el cartel anunciando que se anulaba la asignación de plazas hasta la mañana del miércoles, la mayoría de los que estaban presentes aún no conocían la magnitud del apagón. «Creíamos que esto era un problema solo en las oficinas porque nos conectamos muchas personas a la vez pero nos han dicho que no hay luz en toda España», contaba preocupada Marta que vino desde Villafranca de los Barros.
Más información
A ella le dio tiempo de elegir plaza porque estaba convocada para acudir a las 12 de la mañana. «Nuestra intención era volver a Villafranca de hecho teníamos comprados los billetes de tren, pero los trenes no salían y tuve que buscarme donde pasar la noche», cuenta Marta que está esperando a que su padre venga a buscarla este martes porque la conexión ferroviaria entre la capital y Extremadura aún no se ha restablecido.
Quién tampoco pudo elegir su plaza fue Patricia Hidalgo, venía desde Hornachos y como su llamamiento empezó a las tres de la tarde tenía reservado un hostal donde pasar la noche. «Tenemos previsto quedarnos porque elegía el lunes por la tarde y nos volvíamos a Badajoz el martes en el tren de las cinco, pero ahora han retrasado la asignación y no sé si habrá habitaciones para quedarnos un día más», decía preocupada.
A ella se les apagó la luz justo cuando se bajaron del tren, que es el medio que utilizó para llegar a Madrid. «Fue llegar a Atocha y todo se quedó a oscuras, se han parado las escaleras mecánicas y la gente comenzó a correr por todos lados preguntando qué pasaba. En esos momentos impresionaba bastante todo» recuerda.
Sin luz y sin línea no pudo comunicarse con su familia hasta las tres de la mañana, que es cuando se restableció la red eléctrica en Hornachos. «Aquí en Madrid tenemos luz desde las once de la noche pero, aunque llamaba, a casa a ellos no les llegaba la llamada porque allí no tenían línea».
«La tarde de ayer fue un caos. La gente estaba asustada y corría por las calles mientras sonaban ambulancias, helicópteros y coches de policía», cuenta. Algunos bares estuvieron abiertos hasta primera hora de la tarde para dar servicio a los clientes las grandes tiendas cerraron al mediodía.
«Nos aconsejaron no estar en la calle. Así que pasamos unas horas en el hostal pero después salimos a comprar algo de comida, agua y velas para la noche, explica. A las seis de la tarde por las calles de Madrid era normal ver a gente agolpada alrededor de radios que habían sacado los vecinos a las calles, muestras otros corrían con las maletas buscando un sitio donde pasar la noche.
Los que consiguieron salir como María Lucio tardaron cuatro horas en salir de Madrid. «Las carreteras estaban colapsadas estuvimos cuatro horas parados en sentido A-5 para poder salir hacia Badajoz. Finalmente lo conseguimos y llegamos a casa casi de madrugada».
Tampoco pudieron irse Tania Cumbreño y su madre, otras extremeñas que tendrán que esperar hasta mañana para elegir su destino como enfermeras y que tuvieron que llamar a un familiar que vive aquí en Madrid para poder quedarse a pasar la noche.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.