Logrosán albergará la tercera planta de biomasa de la región
Será la de mayor potencia, 49,9 megavatios, e inversión, superará los 90 millones de euros de presupuesto
Nuevo gran proyecto de energía renovable está en tramitación. La que sería la tercera planta de biomasa en Extremadura, situada en Logrosán, enfila la tramitación administrativa final. De 49,9 megavatios de potencia (MW) y una inversión que supera los 90 millones, se plantea en 196 hectáreas de terreno privado en ese municipio cacereño donde ya funciona un complejo importante de instalaciones fotovoltaicas. La planta de Logrosán la promueve la multinacional Acciona, que tiene una de las dos instalaciones de biomasa que funcionan en la región, la de Miajadas, de 15 megavatios.
El proyecto de Logrosán se somete a información pública la solicitud de autorización administrativa previa, la solicitud de autorización ambiental integrada y el estudio de impacto ambiental, tres de los permisos imprescindibles para poder ponerla en marcha. Su tramitación depende de la Junta de Extremadura. Con la planta se obtendrá energía eléctrica a partir de la combustión de la biomasa leñosa de origen forestal y de biomasa procedente de residuos industriales agrícolas.
En la comunidad funcionan dos plantas de biomasa, una en Miajadas, activa desde noviembre de 2010 y otra en Mérida, que arrancó en abril de 2014. Entre ambas producen energía anualmente capaz de abastecer a 270.000 habitantes, una cuarta parte de la población extremeña.
En Extremadura ya funcionan otra instalación de Acciona en Miajadas y una de Ence en Mérida
La planta miajadeña y la emeritense, de la papelera Ence, generan cada año 288 gigavatios/hora (GWh). Una cantidad suficiente para satisfacer las necesidades energéticas de 90.000 hogares de la región (tres personas de media por hogar). Cada una de ellas tiene particularidades. En lo que coinciden es en el volumen de empleo directo e indirecto que generan: cada megavatio instalado propicia 27 puestos de trabajo.
La de Miajadas, de 15 MW, es una planta mixta. Quiere decir que el tipo de combustible usado para generar electricidad es por un lado leñoso, y por otra parte herbáceo. Por leñoso se entienden los restos de pino, eucalipto, encima y chopo. Por herbáceo, la paja de cereal de invierno (cebada, trigo, avena, triticale), la paja de cereal de primavera (maíz) y la de otros cultivos como la colza o el algodón.
De esta forma permite diversificar el suministro de combustible. Con una inversión inicial de 50 millones, fue desarrollada como proyecto de I+D en colaboración con empresas y centros tecnológicos de España, Finlandia y Dinamarca.
Mientras, la planta de Ence, de 20 megavatios de potencia, permite alcanzar una producción anual de 160 gigavatios/hora año. Supone aproximadamente el suministro de energía de más de la mitad de la demanda anual de la capital de Extremadura. Empezó a funcionar en 2014.
Consume biomasa procedente en su mayoría de subproductos agrícolas (paja, sarmientos, arranque de cepas y frutales, podas de olivar, etc.), forestales (tocones de eucalipto, limpieza de montes, podas de encinas,..) y subproductos de orujillo.
