Una experta al servicio del arte
María Jesús Ávila Corchero Coordinadora del Centro de Artes Visuales de la Fundación Helga de Alvear
Ana B. Hernández
Lunes, 16 de enero 2017, 07:51
No se arrepiente de haber dejado Lisboa para embarcarse en un proyecto que posiciona a su Extremadura natal, a través de Cáceres, en el presente y la lanza al futuro. De la mano de la que es la colección privada más importante de España y una de las más destacadas de Europa.
ALGUNOS DATOS
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Biográficos.
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Esta mujer apasionada, habladora y constante nació hace 49 años en Valencia de Alcántara. Se licenció en la UEx en Geografía e Historia en la especialidad de Historia del Arte. Está casada y es madre de una niña de 13 años. En la actualidad, reside en Cáceres.
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uEl proyecto. Ampliar la exposición de obras de la Fundación Helga de Alvear en el nuevo edificio que se construye en la capital cacereña para mostrar lo mejor de hoy en el arte contemporáneo del mundo.
María Jesús Ávila es la coordinadora del Centro de Artes Visuales de la Fundación Helga de Alvear. Lo es desde que en 2008 sacó una de las tres plazas del equipo técnico que se formó entonces para perfilar la iniciativa cultural que arrancó dos años después. «Me pareció un proyecto interesante, una oportunidad para continuar aprendiendo».
Ese ha sido, de hecho, el objetivo que ha marcado y marca su trayectoria profesional, el que la ha llevado a asumir retos diversos, aprovechar oportunidades y no dejar pasar trenes... «Porque busco seguir creciendo», resume.
Por eso un año antes de que leyera su tesis doctoral sobre el pintor extremeño Ortega Muñoz, decidió trasladarse a Lisboa y aprovechar la oportunidad que entonces le brindó una beca para trabajar en el Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Portugal. Era 1994 y seis años después María Jesús Ávila Corchero se convirtió en funcionaria en el país vecino. «Sacaron una plaza de conservadora jefa de este museo y la conseguí». De ahí pasó a ser la conservadora del Culturgest, el centro que tiene dedicado al arte contemporáneo y las artes escénicas el Banco Caixa Geral de Portugal. Y en esta tarea estaba cuando prolongó su excedencia como funcionaria para optar a una plaza en la Fundación Helga de Alvear. Una oportunidad para trabajar con obras de primer nivel y también para regresar a su tierra.
«Me gustaba mucho Lisboa y echo de menos su cultura, amigos, la visión del Tajo de la que disfrutaba cada día... Pero no me arrepiento». Porque la colección Helga de Alvear le permite el contacto directo con artistas y obras de primera categoría. Desde los años 60 hasta la actualidad: 3.000 obras que están en Madrid pero que se van mostrando cada año en el número 8 de la calle Pizarro, a través de la que el mundo entero entra en Extremadura.
«Hasta que se concluya el nuevo edificio exponemos cada año, porque cada año se renueva la exposición, entre 100 y 120 obras de artistas de todas las procedencias que muestran lo que se hace en todo el mundo en arte contemporáneo».
Un estilo difícil de entender para el público en general pero que a María Jesús Ávila, simplemente, le apasiona. «Porque a pesar de esa dificultad, todas las obras muestran la reflexión de los artistas sobre lo que les rodea». Esta experta al servicio del arte invita, por ello, al público a colocarse delante de la obra con interés, con interrogación, con el objetivo de tratar de averiguar qué nos quiere decir el autor.
«Tenemos la falsa impresión de saber, por ejemplo, qué nos dice Velázquez con Las Meninas. Pero en realidad lo que vemos es la representación de las figuras y la técnica del autor». En el arte contemporáneo, la trasposición de la realidad se pierde. «No reconocemos el valor artesanal porque es un elemento secundario». Porque en este arte impera el componente conceptual «y así es como debemos abordar la obra, porque al igual que la música es algo abstracto». Por eso hay que ver muchas para ir adquiriendo los conocimientos precisos, para mecanizar el proceso que permita apreciar el arte de hoy. «Es mi preferido porque es el que ayuda a estar en el mundo y a reflexionar sobre lo que en él ocurre, aunque también me gusta mucho el arte prerrománico porque es una versión también abstracta y conceptual», agrega.
Cáceres y Extremadura tienen una oportunidad excepcional, de la mano de Helga de Alvear, de conocer esa reflexión sobre el muno de los artistas de hoy. A través de una colección que se muestra también en los centros de arte contemporáneo más importantes del mundo. «Hemos realizado préstamos a Berlín, París, Boston, Bruselas, Pekín...».
Por eso anima a los extremeños a disfrutar de una joya artística de excepción, de primer orden. Anima a todo el mundo porque la accesibilidad al centro, es de hecho, una prioridad para la Fundación Helga de Alvear. «No solo a través de la web accesible que tenemos en marcha, sino también en la propia instalación, con actividades y talleres para todos los públicos, para personas con discapacidad que no son solo receptores, sino también protagonistas, puestos que personas con discapacidad acompañan y explican las visitas tanto a personas que las tienen como a las que no», afirma María Jesús Ávila.
Por eso su empeño en que se haga realidad la nueva sede. «En la que tenemos 5.000 metros cuadrados, la mayor parte para exposición y que nos permitirá ampliar la muestra de la colección que tenemos»». Una colección, por otro lado, que este año ha adquirido 19 nuevas obras, «las que tenemos ya catalogadas... Por eso es apasionante este proyecto, porque la colección sigue enriqueciéndose y yo continúo aprendiendo y creciendo».
De la mano de la que es su pasión y en su tierra a pesar de Portugal, el país en el que se integró sin problema, «quizás porque siempre he vivido en la Raya», y del que admira su capacidad «para hacer bien las cosas de una vez». También la corrección de sus habitantes en un trato educado que facilita las relaciones. «Nosotros, sin embargo, somos más impulsivos y bruscos».