Vuelve la polémica a la Autovía del Levante

Se llama A-43, aunque todavía no se ha removido ni una sola paletada de tierra para construirla, y posiblemente sea la carretera que más polémica ha generado en la región aún sin que haya comenzado. Es la Autovía del Levante, de la que empezó a hablarse hace casi 20 años, y que estas semanas vuelve a levantar polémica. De momento, lo ha hecho primero en la vecina Castilla-La Mancha, con las elecciones generales como telón de fondo. Y todo para una infraestructura que posiblemente nunca será una realidad.

La semana pasada, la zona sur de Ciudad Real, con Puertollano a la cabeza, puso el grito en el cielo. La razón era que según una respuesta del Gobierno de España al llamado Partido Iberista, el año que viene se va a elaborar un enésimo estudio informativo (el documento básico que siempre se redacta primero en un proyecto de este tipo) para que la A-43 discurra por la conocida como opción norte. Es decir, arrancando desde la A-5 a la altura de Torrefresneda, siguiendo el trazado de la actual N-430, y atravesando el término de Herrera del Duque hasta Ciudad Real. Se descarta así la otra opción, la sur, que hubiera pasado por Castuera y por Puertollano. El volumen de las quejas se entiende mejor si se tiene en cuenta que la alcaldesa de esta localidad manchega, Mayte Fernández, es socialista.

No se descarta nada

Días después, el cabeza de lista del PP al Congreso por Ciudad Real matizaba que «no se ha descartado ninguna opción», y que la decisión final se alcanzaría cuando el Gobierno tuviera encima de la mesa todos los estudios informativos.

Esta misma cuestión levantó una gran polvareda a mediados de la década pasada. En Extremadura surgieron entonces dos plataformas (una liderada por Villanueva y otra por Castuera) reclamando para sí el trazado de la autovía, con manifestaciones en la calle y declaraciones públicas incluidas. Y todo eso sin que hubiera siquiera un proyecto de construcción definitivo. La A-43 iba a ser la autovía que comunicaría el este y el oeste de España al sur de Madrid, pero solo está operativa entre Ciudad Real y Valencia. Hacia el oeste no es más que una línea en el mapa. La primera vez que se oyó hablar de que llegaría a Extremadura fue en 1997. Ese año, la entonces consejera Leonor Martínez Pereda anunció que entraría en los Presupuestos Generales del Estado del ejercicio siguiente con 6.000 euros para los estudios previos. Diez años después (2008), había 96.000 euros. Para 2016, son 162.000 euros los que se han reservado.

Después de muchas tensiones entre ambas plataformas, en 2003 había estudio informativo y de impacto ambiental. Con variaciones, escogía la opción norte. Pero las movilizaciones sociales hicieron que el paso definitivo se fuera retrasando hasta después de legislatura. En 2004 ganó el PSOE, y Rodríguez Zapatero llegó al poder con un nuevo plan de infraestructuras debajo del brazo. A pesar de que la ministra Magdalena Álvarez dijo lo contrario unos meses antes, el itinerario elegido era básicamente el del sur. Como el consenso no llegaba, hubo que rehacer todos los estudios técnicos, y en los resultantes se incluía una tercera posibilidad, la bautizada como centro. Era una variación de la sur donde se rodeaba Don Benito y Villanueva por el norte para evitar una zona especial de protección de aves. En los mentideros políticos se dijo que era fruto de un acuerdo entre Zapatero y el entonces presidente castellano-manchego, José María Barreda, para revitalizar económicamente el sur de la provincia de Ciudad Real.

Pero apareció un nuevo contratiempo. En octubre de 2008, Fomento frenó la tramitación del proyecto porque tenía que actualizarlo. No se había tenido en cuenta el alto valor ecológico del río Fresnedilla, que transcurre por el término de Almodóvar del Campo. Durante seis meses el expediente permanece desaparecido, y en abril de 2009 vuelve a Medio Ambiente, aunque curiosamente sin ninguna modificación.

En ese momento se le pierde la vista a la documentación, que ya por aquel entonces suponía dos grandes cajones repletos de una veintena de voluminosos tomos, hasta el pasado mes de julio, cuando sale a exposición pública la variante de la A-43 a su paso por Puertollano. Es decir, se seguía apostando por la opción sur. Sin embargo, las declaraciones de las últimas semanas demuestran que todavía no está decidido por dónde discurrirá finalmente.