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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
La periodista sevillana tiene cinco libros sobre el club. :: Pepo Herrera
«Pedro Sánchez acudió a la última reunión Bilderberg»

«Pedro Sánchez acudió a la última reunión Bilderberg»

Cristina Martín Jiménez Periodista especializada en el Club Bilderberg

J. López-Lago

Domingo, 27 de septiembre 2015, 08:28

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Es de las personas que más ha indagado en el Club Bilderberg pero lo más importante es que está dispuesta a contar lo que sabe. Este selecto grupo está considerado como un gobierno mundial a la sombra. Se reúnen una vez al año desde 1954, sus citas son en un hotel y acuden entre cien y doscientas personas por rigurosa invitación que no pueden desvelar nada de lo que allí se debate. Por supuesto, en su comité ejecutivo están los hombres más poderosos del planeta. La periodista sevillana Cristina Martín Jiménez lleva diez años investigando y siguiendo de cerca al Club Bilderberg (el nombre procede del hotel donde tuvo lugar la primera reunión), lo que ha dado lugar a cinco libros. En Aula HOY contará sus últimas averiguaciones.

AULA HOY

  • En Cáceres. Lunes 28 de septiembre. Salón de actos de Caja Extremadura. 20.15 horas.

  • En Badajoz. Martes 29 de septiembre. Salón de actos del Colegio Oficial de Farmacéuticos. Calle Ramón Albarrán, 13. 20.15 horas.

¿En qué momento empieza a interesarse por este club?

Las preguntas sobre quién maneja los hilos de la política internacional surgieron cuando estudiaba Periodismo en Salamanca. Me preguntaba si detrás de la versión oficial de lo que ocurre habría algo más. Años después, cuando ya estaba trabajando y supe que había una reunión anual donde se congregaba la élite occidental y diseñaban sus estrategia, entonces supe que aquí estaban esas respuestas.

¿Se van cumpliendo los deseos de este club cuando intentan crear estados de opinión?, ¿consiguen lo que se proponen?

Cuentan con el factor humano y el libre albedrío. A veces querrían llegar antes a sus objetivos, y si no les sale bien tienen su Plan B. Sus objetivos los están contando ellos. La semana pasada entrevistaron a Durao Barroso, que es directivo del club, y él ha hablado de que se está trabajando por implantar un gobierno mundial, que es el objetivo de Bilderberg. Hay un núcleo duro diseñando una estrategia para ser ellos quienes dicten las leyes laborales, fiscales, financieras, educativas... de todo un planeta. Su objetivo es tener un control férreo de la economía y la cultura. De hecho, tras la Segunda Guerra Mundial se fundaron muchas organizaciones que toman hoy decisiones que antes correspondían a los países soberanos, como la OTAN, la ONU, el FMI, el Banco Mundial, las organizaciones mundiales de Comercio, de la Salud.

Su conferencia se titula 'Los planes del Club Bilderberg para España'. ¿Cuáles son esos planes?

Por ejemplo sobre la abdicación del Rey, que es parte de la estrategia de este club para España. Comenzó a desarrollarse durante el franquismo y sobre todo en la transición. Hay una frase de Henry Kissinger (secretario de Estado de Estados Unidos) recogida en documentos de la CIA. En 1973 le dice a Carrero Blanco que una España fuerte es una España peligrosa. Muchos planes que se han desarrollado después tienen que ver con esto, con que España no debe ser libre y tiene que estar dirigida. El resto se sabrá en la conferencia.

Este club es occidental, ¿qué pasa con el mundo musulmán?, ¿por qué no hay chinos o saudíes?

Esto es un proyecto americano de quien gana la segunda guerra mundial. De hecho, de aquí surge el euro para tener controlada Europa desde Estados Unidos. Su vocación es dominar todo el mundo. Han invitado a participar en su nuevo orden mundial a China, pero China, igual que Rusia o los países árabes, no sucumben porque tienen poder y prefieren mantener su soberanía.

¿De los entre 100 y 200 invitados anuales alguna vez alguien ha desvelado algo relevante?

En España obedecemos firmemente la regla de la discreción. Pero hay algún periodista inglés que ha conseguido hablar con algún invitado de su país. En España nadie ha querido hablar con la prensa.

¿Se refiere usted a Juan Luis Cebrián o Ana Botín, que últimamente son asiduos?

O de Javier Solana, Zapatero, Moratinos, Pedro Solbes... una vez logré hablar con Esperanza Aguirre en 2005. Había asistido a dos reuniones. Cuando hablé con ella me contó muy poco, que no se podía llevar escolta, solo palos de golf, que solo podían hablar allí durante un minuto y que la había invitado Manuel Prado y Colón de Carvajal, que fue el valido del Rey para hablar con Kissinger. Me dijo que no podía contar más porque se les pedía ser muy discretos. Esta palabra, «discreto», es muy masónica, como la estructura del Club Bildelberg, en la que hay una elite con su núcleo duro, obediencia y una fraternidad basada en «si tú me ayudas yo te ayudo». Mire la carrera en ascenso de Javier Solana desde que acudió a su primera reunión.

A Pedro Sánchez lo invitaron este año, pero rechazó la invitación, ¿debería haber ido?

El tema es muy intrigante porque según mis fuentes Pedro Sánchez sí acudió a la conferencia, celebrada en junio. Pero es que hay que ver dos cosas aquí. Primero la intencionalidad del club al invitar a unos meses de las elecciones solamente a un líder de un determinado partido.

¿Ha recibido presiones por indagar en este club tan elitista?

En una supuesta democracia las presiones que recibe un periodista son muy sutiles. Yo he recibido varias, como la retirada del mercado de mi tercer libro, publicado en 2010, precisamente el año en que la reunión fue en España, concretamente en Sitges.

¿Coincide la agenda de temas que van a tratar (inteligencia artificial, ciberseguridad, armas químicas, Grecia, Irán, elecciones americanas...), y que sí es pública, con lo que allí se habla?

En 2011 deciden tener una página en Internet, pero es un mero titular con algunos enunciados. Hay gente que cree que porque tengan web o porque se sepa dónde se reúnen ya no hay secretos, pero sus debates sí que lo son. A pesar de que asisten miembros de la prensa, como aquí en España Cebrián, parece que hay que dejar el carné de periodista en la puerta. De hecho, durante los días en que celebran sus reuniones los periódicos no hablan de este debate que tiene lugar dentro. Es un silencio que llama la atención cuando los grandes líderes están reunidos. Qué intrigante y misterioso es todo esto, ¿no?

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