Varias familias de los cinco menores fallecidos han decidido personarse en la causa
El conductor del microbús de Castuera mantiene su versión y culpa a la retroexcavadora
Juan Soriano
Sábado, 31 de mayo 2014, 00:44
El conductor del microbús siniestrado el pasado 8 de mayo en Castuera en un accidente en el que perdieron la vida cinco menores de edad de un equipo de fútbol sala de Monterrubio de la Serena mantiene su versión y culpa de lo ocurrido a Fernando F. M., la persona que conducía la retroexcavadora implicada en el suceso.
F. F. M. permanece en prisión provisional desde el 9 de mayo por presuntos delitos de homicidio por imprudencia, lesiones y contra la seguridad vial. Los primeros análisis de saliva hallaron restos de cocaína y cannabis, pero las pruebas en sangre, con unas muestras tomadas seis horas después del accidente, no hallaron drogas en cantidad suficiente. La defensa ha pedido la libertad de su cliente, pero la titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Castuera mantiene la medida cautelar porque aprecia riesgo de fuga y de destrucción de pruebas, además de contemplar indicios de culpabilidad.
En la jornada de ayer declararon en el juzgado de Castuera dos de los tres adultos que acompañaban a los menores en el microbús. Se trata de Juan Gómez, el conductor, y Juan Balsera, el entrenador del equipo de fútbol. Un acompañante del primero, que también estaba citado, no acudió alegando enfermedad.
Aunque acudió como testigo, Juan Gómez asistió acompañado por un abogado, Enrique Olea. Según recoge Europa Press, al término de su declaración el letrado apuntó que su cliente había ratificado ante la juez la versión ofrecida el día del accidente ante la Guardia Civil, cuando hizo responsable de lo ocurrido al conductor de la retroexcavadora.
En concreto, afirmó que antes de la colisión producida durante el intento de adelantamiento circuló unas decenas de metros detrás de la retroexcavadora, a la que advirtió de su intención de adelantar con el intermitente, con ráfagas de las luces largas y con el claxon, algo que según Enrique Olea es algo que hace habitualmente por precaución. Asimismo, apuntó que en todo momento respetó la velocidad permitida.
Olea apuntó que, a pesar de los intentos de la defensa de F. F. M de implicar al conductor del microbús, «a medida que se van investigando los hechos queda más patente que el único responsable es el conductor del vehículo especial».
Por su parte, José Duarte, abogado de F. F. M., solicitó la imputación de Juan Gómez, ya que planteó ciertas preguntas que no pudo responder como testigo, entre ellas si había tomado drogas. La juez desestimó su petición, aunque cabe la posibilidad de que se modifique su condición cuando terminen las diligencias previas y se llegue a la fase de instrucción.
José Duarte destaca que el conductor del microbús fue sometido a la prueba de alcoholemia, pero no a la de restos de droga en saliva. Asimismo, resalta que aún no se ha localizado el tacógrafo, el dispositivo que recoge los datos de viaje del vehículo. «Están protegiendo a una persona», afirma.
El abogado de F. F. M. indica que Juan Gómez incurrió en contradicciones en su declaración, ya que afirmó que poco después del accidente vio reírse en el lugar del suceso al conductor de la retroexcavadora. Sin embargo, apunta que en el atestado de la Guardia Civil no se recoge nada al respecto.
Las familias se personan
A las comparecencias de ayer también asistieron por primera vez abogados en representación de las familias de los menores fallecidos, a pesar de que la Junta de Extremadura se había ofrecido a llevar el caso como acusación popular.
Además de estos letrados, también participa en las diligencias previas la compañía aseguradora de la retroexcavadora que conducía Fernando F. M., quien no es el propietario del vehículo.
Según recoge Efe, en los próximos días la juez seguirá tomando declaración a varios testigos (incluido al adulto que ayer no acudió) y el 13 de junio está previsto que declaren los guardias civiles que elaboraron el atestado.