Pan de Huerta

El restaurante Pan de Huerta es la demostración de que también en los hoteles se come muy bien. Está enclavado en el bajo del hotel Casa Pizarro de Cáceres, en la antesala de la parte antigua de la ciudad. El comedor, agradable y palaciego, tiene una gran luminosidad con vistas al jardín del hotel y al museo Helga de Alvear. Puedes leer aquí la crítica de Don Poleo.

Pan de Huerta ofrece una carta corta, pero completa. El apartado «Entrantes y huerta» es el más original: ensalada de cecina, alcachofas con papada, zanahorias con cremita de chirivía, berenjena… Las carnes y pescados son más previsibles, aunque encontramos algunas sugerencias distintas como huevos rotos con gambones y pajaritos (carabineros), corvina macerada en mandarina y alga nori con gazpachuelo, terrina de cordero pascual con mole extremeño o solomillo de ternera cacereña con bogavante.

En Pan de Huerta, la carta de vinos ofrece 46 referencias de 16 orígenes. Diez vinos son extremeños. Es una carta correcta, a lo seguro, con tres guindas sorpresa: tinto Ribera del Duero «La Zapatera», un vino de parcela; un rosado «Cuatro Pasos» D.O. Bierzo de bodegas Martín Códax y un blanco de Valdeorras «Maruxa» de las bodegas Virgen del Galir de CVNE. El pan es magnífico, de Pan de Talaván, y los postres son modernos, descolocan, sorprenden y provocan debate entre los comensales.