Tierra y Agua: puestas de sol de cine y cocina en ascenso en Peloche
Un restaurante con terraza de inspiración ibicenca en La Siberia extremeña y una carta con guiños a la tierra y elaboraciones de actualidad que se ha ganado ya un Solete Repsol
Frida Carrot
Peloche
Jueves, 31 de agosto 2023, 19:17
En el Espolón de toda la vida, o Club Náutico el Espolón, el restaurante Tierra y Agua parece haber encajado, dando un empujón gastronómico a este paraje natural cuando ha celebrado ya su primer aniversario de la mano y buen hacer del modelo Isidro Bonilla, vecino de Peloche, pedanía de Herrera del Duque.
Estamos sobre un cerro en La Siberia, en una de las playas fluviales con bandera azul del Guadiana, donde la fotografía del «pescuezo de la barca» brinda una de las puestas de sol más bellas de Extremadura.
Llegamos sin reserva una tórrida noche de agosto con lleno hasta la bandera. Nos hizo un hueco el personal, joven y atento, pero desbordado en algunos momentos.
El lugar, inspirado en los chiringuitos ibicencos, invita a la calma, en un decorado con fibras naturales, plantas tropicales y luz cálida con guirnaldas de bombillas. Desentonan, sin embargo, las rígidas sillas de madera, es vox populi entre la clientela lo incómodas que son (punto a mejorar).
La carta es variada, con guiños a la tierra y elaboraciones de actualidad, sin faltar el afamado escarapuche local, las carnes ibéricas y los quesos extremeños.
Elegimos para compartir croquetas de gambón (hay opción de media ración, punto a favor), saquitos de verduras y queso de cabra, y salmón braseado. De beber, tinto de verano y verdejo.
Las croquetas, correctas y suaves, aunque un toque especiado no les vendría mal para potenciar sabores y contrarrestar el de la harina, poco cocinada. Los saquitos, bastante conseguidos, un cremoso y delicioso bocado. Y el salmón, fresco y en su punto. Todo bien presentado.
Nos quedamos con el postre, una tarta de queso del estilo de La Viña que no entró por los ojos pero a la que el paladar dio un diez. Chupitos por cuenta de la casa y final con copa en la zona 'chill out' del recinto completaron la velada.
El servicio se esmera en la atención; se agradece en un momento en el que el sector y los clientes demandan profesionales. Y el precio, en equilibrio, teniendo en cuenta la subida (en algunos casos desproporcionada) que ha experimentado la hostelería.
Con una cocina en ascenso tras más de un año de rodaje, Tierra y Agua, que ha sido reconocido con un Solete Repsol, se consolida como un referente en La Siberia, con el plus de poder deleitarse con las puestas de sol de cine que se contemplan desde Peloche. Volveremos.