Aquí come Cristiano Ronaldo
A Taverna. Culminamos la trilogía gastronómica de Alcochete probando las almejas y el arroz de tamboril que le gustan a CR7 y familia
Don Poleo
Sábado, 11 de octubre 2025, 02:00
Trilogía gastronómica de Alcochete. Tras comer elegantemente en Alfoz, el restaurante más exquisito y famoso de esta ciudad situada en el estuario del Tajo, frente a Lisboa y al final del puente Vasco de Gama, y tras disfrutar de una comida típica y taurina en el popular restaurante Barrete Verde, el comedor de los forcados de la zona, En Salsa culmina esta trilogía con una comida en A Taverna. Y lo hacemos en una fecha marcada en rojo en el calendario del shopping extremeño, cuando acostumbramos a acercarnos a curiosear al outlet de Alcochete en busca de las oportunidades de otoño. Nuestro propósito de servicio público es animarles a apartar la comida rápida (y cara) por un día para aventurarse por las calles de Alcochete y disfrutar de la tradicional cocina del mar.
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Hoy visitamos un restaurante que presume de ser el favorito de Cristiano Ronaldo y su familia en Alcochete, donde el futbolista comía cuando acababa el entrenamiento en la cercana ciudad deportiva del Sporting de Lisboa. Estamos, en fin, en A Taverna, un restaurante sin pretensiones situado en el céntrico Largo de São João. El local cuenta con una terraza muy concurrida y agradable y con un salón no muy grande, pero donde se come sin apreturas en mesas con manteles de cuadros y sillas con cojines que dan un aire de taberna típica al local.
Los camareros son jóvenes vestidos de negro que bromean con amabilidad y educación, una suerte de desenfado con protocolo que ejercen con clase los portugueses. Se mueven con rapidez y eficacia sobre un suelo de cerámica imitando al barro, bajo un artesonado de madera, rodeados de estanterías de piedra y paredes blancas de las que cuelgan cuadros sencillos de temas marinos y crepúsculos vespertinos. Dos televisores con imagen y sin sonido ponen la nota discordante e inexplicable.
Llega el pan y es sabroso, con muy rica miga. El vino se sirve fundamentalmente por jarras, aunque también hay por botellas: 41 referencias cuyo origen resume el Portugal vitivinícola: Dão, Alentejo, Tras-os-Montes, Minho, Douro y Setúbal. El servicio cambia platos y cubiertos con cada pase y los camareros recomiendan caldeiradas, arroces y migas de una carta extensa, tentadora y muy del estuario y del mar.
Llama la atención la cocina de la anguila (20 euros), que convierte A Taverna en un lugar de peregrinación para los apasionados por este pescado entre fluvial y marino. Hay anguilas fritas con patatas o arroz de tomate, en ensopado o en caldeirada. Sirven arroces (17.50) de tamboril o de pulpo e incluso paella de marisco. El bacalao (18.50) lo preparan al estilo de Braga (aceite de oliva, ajo, pimentón, cebolla, pimiento), con patatas chips caseras, en caldeirada, en pataniscas (una especie de tortillitas) con arroz de tomate o alubias, o a la brasa con patatas a Murro o al puñetazo, ya saben, patatas enteras con piel al horno y después, un golpe. Y no faltan las almejas, el pulpo (17.50), el choco (16.50) ni los bifes, bifinhos, bitoques y churrasquinhos (11-16), o sea, las carnes. de cerdo y ternera.
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A Taverma-Bueno
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Dirección Largo de São João, 11
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Localidad Alcochete
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Teléfono +351 917 983 046
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Horario Mie: cierra. Jue-Mar: comidas. Vie, Sab y Lun: cenas
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Terraza Sí
Las raciones son abundantes y empezamos la comida con unas ameixas à bulhão pato. Se puede elegir la castanha (16) o la japónica (20), esta última de más calidad. Las almejas eran magníficas, pero tenían un exceso de limón que protagonizaba demasiado el guiso: era un sabor más cítrico que marino. Eso sí, disfrutamos de lo lindo haciendo barquitos en la salsa con un rico pan tostado con mantequilla.
Nos animamos después con un arroz de tamboril, ya saben, de rape, al que acompañaban unos llamativos langostinos y generosos tropezones de pescado y marisco. Todo ello servido en una gran cazuela . En fin, el Portugal que no queremos que se pierda, donde una ración da para dos y sobra. Por recomendación de Emilio, el camarero, lo tomamos con un punto de picante y tenía razón, realzaba el sabor sin anularlo.
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En resumen, un rico arroz que dio paso una tarta conventual de almendra y mazapán. Era suave, cremosa, delicada… Con un café de Campo Maior, que domina la hostelería de la zona, acabamos nuestra trilogía de Alcochete dándole la razón a Cristiano Ronaldo: CR7 sabe dónde comer.
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