En Salsa | La crítica
Unas lenguas de bacalao junto al TajoSituado junto al estuario, frente a Lisboa, el restaurante Alfoz tiene una terraza con vistas en la que se disfruta de pescado y marisco
Don Poleo
Jueves, 3 de julio 2025, 14:56
Suntuosos manteles blancos de algodón, decoración de madera con motivos marineros, inmensas cristaleras que dan al estuario del Tajo, mesas y sillas sólidas, cómodas y amplias, una magnífica terraza con vistas, unas puestas de sol inolvidables, buen aparcamiento y, a la entrada, recibiendo a los comensales, unas urnas con hielo donde reposan lubinas, doradas y calamares esperando al cliente.
En nuestros recorridos veraniegos por las playas portuguesas más cercanas a Extremadura, nos detenemos hoy en Alcochete y escogemos para nuestra parada gastronómica el restaurante Alfoz, el más elegante y conocido de la ciudad, tanto que se ha convertido en una tradición lisboeta para los entendidos: cruzar el puente Vasco de Gama para comer en el Alfoz es sinónimo de día de fiesta.

El restaurante se encuentra en la avenida que discurre paralela al estuario del Tajo. Comiendo en su terraza, se disfruta la caricia de una brisa mitad fluvial, mitad marina que reconforta y el entorno agradable, acuático y luminoso se complementa con la elegancia de una mantelería blanca y lujosa, de una vajilla Vista Alegre de categoría premium y de un cristalería correcta, aunque en este punto, los portugueses no apuestan tan decididamente como los españoles por las copas estilizadas. No desmerece la cubertería y el servicio es numeroso, atento a cada detalle y eficaz.



El restaurante Alfoz es un clásico del estuario del Tajo. Se fundó hace 33 años y Fernando Pessoa, un nombre que no se olvida, es su propietario junto con Xosé Costa, que dirige los fogones. El restaurante Alfoz se encuentra a diez minutos del famoso outlet de Alcochete, que tanto visitamos los extremeños, y vamos a comprobar si es una buena opción, si merece la pena salir del centro comercial y cambiar las hamburguesas, las ensaladas y las pizzas por una comida en este marco elegante, donde se disfruta estando y pretendemos saber si también se disfruta comiendo.


Consultamos la carta mientras nos entretienen con un paté casero de atún francamente conseguido y unas aceitunas sabrosas. El pan es el clásico del país, bueno y bien presentado. En la carta, destacan, como es natural, los platos de pescado y marisco. Atraen entrantes como las gambas al ajillo o las gambas empanadas con tres salsas y en los mariscos, hay desde ostras (30 euros el kilo) hasta centolla (60.50), percebes (110), bogavante (119) o langosta (122) sin que falten las almejas (60.50) ni el 'camarão' tigre (104.50). La sección de pescados de la lonja al peso es espectacular. Lenguados, doradas, 'lulas' y lubinas (48-60 euros el kilo) brillan ante el comensal, que disfruta eligiendo su pieza. También hay guisos o platos de pescado como los 'filetes de peixe-galo con arroz do rio' o el pulpo 'ó lagareiro' con grelos y patatas nuevas.

Hicimos una comida completamente marítimo fluvial que comenzó con unas almejas de la ría de Formosa, en el Algarve, al bulhão pato. Las acompañaban unas rebanadas tostadas de pan con aceite para apurar la salsa de unas almejas de alta calidad a las que, sin embargo, les faltaba un punto de intensidad y emoción en el caldo.



Seguimos con un capricho que solo se puede satisfacer en determinadas fechas, pero tuvimos suerte y disfrutamos del sabor único de unas anguilas fritas de la marisma. Estaban preparadas con exactitud, fritas en su punto y sabrosas como pocos pescados.

Las anguilas antecedieron a un calamar de potera de gran tamaño preparado con salicornia, una fina hierba del estuario del Tajo. El mar en la boca y la salicornia aportando matices nunca saboreados. Antes del postre, la comida culminó con un plato único y especial: una caldeirada de lenguas de bacalao guisadas con patatas y huevo cocido. Una receta de primer nivel en la que la ligazón de la patata, la salsa y el pescado se sustanciaba en una caldeirada de delicadeza inolvidable, puro festival de sabores sugerentes.


De postre, unas peras con moscatel de Setúbal, ciudad que linda con Alcochete. Sabor de la tierra y sobremesa digestiva rubricada con un 'momento café' único: la bica, el Tajo desembocando y una 'fogaça alcocheteira', dulce local que abrocha las comidas del Alfoz.


Más información
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Dirección Avda. Manuel I
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Localidad Alcochete
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Teléfono +351 212 340 668
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Horario Lun-Mar: Cierra. Mie-Sab: 12:30-15:00, 19:30-22:30. Dgo.: 12:30-16:00
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Terraza Sí
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