Monago se multiplica hasta eclipsar al PP
Los populares apuestan de forma evidente desde el inicio por una campaña personalista, relegando a su gaviota y sus siglas a la mínima expresión
Antonio J. Armero
Sábado, 9 de mayo 2015, 09:07
Gurb, por ejemplo. Pongamos que el tierno y desubicado extraterrestre de la magistral novelita de Eduardo Mendoza hubiera aterrizado a las nueve y media de la mañana de ayer en el palacio de congresos de Mérida, y en su afán por confraternizar con los terrícolas, le hubiera dado por perseguir a aquel que parece el más importante de todos ellos, ese al que una cierta masa humana espera, escucha, aplaude y fotografía. O sea, a Monago. Al final de la mañana, a Gurb habría que haberle perdonado una respuesta errónea a la pregunta de a qué partido político español pertenecía ese hombre. Porque estos días, José Antonio Monago es, sobre todo, Monago. El candidato del Partido Popular, sí. Pero porque ya lo sabemos. Un marciano por descontado, pero también alguien desinformado sobre la política en general y la extremeña en particular, no identificará al presidente de la Junta con ninguna sigla si no anda atento. Y esto, ciñéndose a la cuestión formal.
En la campaña electoral que empezó ayer, esas siglas han sido reducidas a la mínima expresión. En el autobús que hace de valla publicitaria allí donde va el candidato, esas dos letras ocupan un espacio minúsculo. En ese vehículo, al que ayer en Fuente del Maestre dos señales de tráfico reservaban desde bien temprano uno de los mejores aparcamientos del pueblo, lo más visible, de largo, es la cara del protagonista. En este punto, conviene recordar que desde antes de acceder al cargo, él viene repitiendo que le importan más las personas que los partidos.
«¿Estás ahí, gaviota?». Al final, en 'El cabo del miedo', el abogado al que busca Robert De Niro -«Sal, ratita...»- acaba apareciendo. Aquí, la gaviota también. Cuesta encontrarla, pero está. Aunque no en todos sitios. En el escenario del palacio de congresos emeritense en el que el candidato presentó ayer su programa para estas elecciones, no había aves ni siglas, sino fotos de Monago y motos Vespa.
Ante el atril, el protagonista tenía los pies en el centro de ese logotipo verde, blanco y negro que él -que sabe hacer diseños gráficos- asegura en su web haber concebido, y que tanto se parece al que el abogado y diseñador gráfico cacereño Hernán Pacheco y su hermano inscribieron en el Registro de la Propiedad hace cinco años. Tras el atril, un frontal presidido por una gran fotografía de Monago. Y junto a ella, una sucesión de imágenes que le mostraban a él en situaciones de trabajo durante estos cuatro años. A sus espaldas, seis de sus siete consejeros -faltaba Clemente Checa- más Juan Parejo y Fernando Manzano. Frente a él, un monitor de televisión en el que básicamente, aparecía él. A los lados, dos Vespa relucientes. Y entre esa sala y el hall que la precede, fotos de Monago 'warholizado'. Entre las de las paredes y las de las columnas, había diez. Y a la concurrencia debían gustarles, porque se hacían fotos junto a ellas.
No es necesario ser el más listo del condado para advertir que para esta campaña, el PP ha abrazado la estética pop. Está el pin. Y las fotos de ayer en Mérida. Y la edición en papel del programa, que según dijo ayer Monago, es un homenaje a Kennet Noland (1924-2010), un pintor abstracto norteamericano sobre el que cabe preguntarse cuántos de los que ayer escucharon al presidente citar su nombre sabían de quién estaba hablando.
La gaviota y las siglas están agazapadas, pero vivas. Su hermana la sintonía es historia. Por los altavoces del Citroën Dos Caballos -otro guiño popero- que estos días hace de coche/megafonía (matrícula de Badajoz de la I, para los nostálgicos) no sale esa musiquilla que lleva años abriendo y cerrando mítines por España entera. En Extremadura, y en esta campaña, esa sintonía no sonará, según dejó claro anteayer Fernando Manzano.
Ayer, en Fuente del Maestre, donde el presidente comió con simpatizantes del partido, ese Dos Caballos fue llenando las calles con dos temas: el rap 'Extremadura, nuestra única doctrina' y la canción titulada 'Ni un paso atrás', que el PP ha creado para sustituir a la histórica sintonía. Ayer, a ese coche se le pudo ver en Villafranca de los Barros, lugar elegido para el primer mítin, y antes, en Fuente del Maestre. Allí, sentados en un banco, al lado del envidiable aparcamiento del autobús, una pareja de jubilados echa la mañana al solecito.
Junto a ellos pasa ese coche pintado como la bandera regional y que no lleva fotos de ningún político. Y suena el rap, una canción que quizás escuchan por primera vez. El hombre gira el cuello y sigue al coche con la vista. Cuando lo pierde de vista, vuelve a lo suyo. Y no es Gurb.