El apagón duplica las horas con precios negativos de la luz pero no rebaja el recibo
En mayo se alcanzó un récord de -15 euros por MWh después de que las exportaciones de electricidad a Portugal agravaran esta anomalía
El día del apagón, la red eléctrica española se enfrentó a una jornada típica de primavera: baja demanda, elevada generación renovable y precios mayoristas ... que oscilaban entre cero y valores negativos. Esto no fue una novedad. En lo que llevamos de 2025 se han producido 68 sesiones a precios de derribo y ya duplican las que se registraron en el mismo periodo de 2024, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de la Energía (OMIE).
La fuerte competencia entre los productores de electricidad y especialmente entre las fotovoltaicas para asegurar su participación en el mercado mayorista lleva a muchas plantas a ofrecerla a precios tan bajos que, en ocasiones, terminan pagando por inyectarla en el sistema en lugar de recibir un ingreso. Así, hasta la fecha se han registrado un total de 452 horas con precios en rojo frente a las 181 horas que se casaron entre el 1 de enero y el 20 de junio de 2024.
Esta anomalía no es exclusiva de España, su frecuencia e impacto dependen del diseño del mercado y la gestión del sistema eléctrico. Pero lo cierto es que este fenómeno se ha agravado a raíz del apagón. Hasta el 27 de abril, la víspera del colapso, se contabilizaron 26 días con ofertas negativas en algún momento del día. Y a partir del 28, se han producido 42 jornadas más.
Las limitaciones a las exportaciones de electricidad a Portugal desde España, que estuvieron suspendidas entre el 29 de abril y el 8 de mayo –operando en un sentido limitado de 1 GW–también contribuyeron a amplificar el problema de sobreoferta que ya venía produciéndose por la integración masiva de renovables en el sistema y la generación hidroeléctrica a pleno rendimiento.
Desde ese momento, los días con precios nulos o negativos han pulverizado todas las marcas hasta alcanzar un récord de -15 euros por MWh los días 11, 18 y 25 de mayo. «Este año está siendo sangrante», explican gráficamente fuentes del sector renovable.
Que el mercado eléctrico se hunda hasta precios negativos no quiere decir que los consumidores tengan luz gratis ni que se les vaya a pagar por consumir. El precio de la luz solo es uno de los componentes de la factura y la paradoja en esta situación es que los bolsillos no solo no notarán un alivio por estos precios irrisorios, sino que el mecanismo de restricciones técnicas mediante el que Red Eléctrica está primando las energías tradicionales para dar estabilidad al mix con ciclos combinados y hidroeléctricas, son más caras.
Desde el 29 de abril hasta este viernes el gestor ha inyectado al sistema 5.809 gigawatios hora (GWh) de gas a través de las plantas de ciclo combinado, un 107% más que en las mismas fechas del pasado ejercicio. Un refuerzo que puede incrementar en unos seis euros más el recibo, según los expertos consultados.
Repensar el sistema
En su informe sobre las causas del apagón, el Gobierno concluye que fue un «evento multifactorial» de oscilaciones «anómalas», desconexiones automáticas por seguridad o protección, pero también «indebidas», falta de absorción de energía reactiva y una retirada masiva de generación firme por razones técnicas y económicas.
Aunque no se puede establecer una relación directa entre los precios negativos de la electricidad y la seguridad del sistema eléctrico, «es responsabilidad del operador que los precios resultantes del mercado no pongan en peligro la seguridad del sistema», afirma Antonio Gómez Expósito, Catedrático de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Sevilla. En su opinión, el mercado marginalista se quedó «obsoleto» hace más de una década, «pero la Comisión Europea no lo quiere reconocer y se empeña en mantenerlo contra viento y marea».
Durante periodos prolongados de horas en negativo y avalancha de energías limpias deprimiendo los precios, las centrales convencionales (nuclear, gas, carbón) no tienen incentivos para mantenerse disponibles. Las conclusiones de Moncloa apuntan a las compañías generadoras y a la mala planificación de Red Eléctrica por la que el sistema eléctrico operó el 28 de abril con «menor potencia reactiva que en cualquier otro día del año».
Para Mar Reguant, investigadora ICREA experta en economía de la energía, que los productores se desconecten cuando ven el precio marginal «está permitido y en cierto modo está incentivado, porque si el precio es negativo, lo que te están diciendo es que sobra energía». En su opinión esto no supone un contratiempo como tal, «pero si siempre son cero o negativo durante mucho tiempo, ya empieza a ser un problema».
El próximo martes el Gobierno aprobará un real decreto-ley con medidas de actuación para reforzar el control sobre el sistema eléctrico y prevenir incidentes similares entre las que se encuentra el refuerzo de la supervisión sobre todos los agentes y una nueva planificación de la red de transporte.
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