La caza también vota

Habrá quien sea de la opinión de que el sector vive un momento de declive, marginado y atacado social e institucionalmente. Es cierto que han sido unos años marcados por las prohiciones, los desprecios y por las intentos pusilánimes de acabar con la actividad que practicamos y defendemos. Pero es más cierto que la fuerza del colectivo, esa ilusionante sensación de unidad generada en las calles de Madrid, ha impulsado a los cazadores hasta una posición de privilegio, nunca antes alcanzada.

A día de hoy, a menos de 48 horas para la celebración de unas elecciones generales, la caza ocupa un espacio en la arena política española tan importante como para, como poco, ser tenida en cuenta por los partidos que se disputan el domingo los asientos en las Cortes Generales. Y eso hace no tanto años era difícil de imaginar. Porque no es una casualidad que PP, PSOE y VOX se hayan sentado a firmar un compromiso político con el sector de cara a la próxima legislatura.

La caza también vota. Igual ya no hace falta recordarlo más. Los partidos políticos son muy conscientes de ello, de que la caza, en representación de una parte muy mayoritaria del mundo rural, tiene la fuerza suficiente como para poder ser decisiva en unos comicios.