La caza se lanza a por el apoyo y el compromiso de los partidos

La primera vez que se puso en marcha la campaña 'La Caza También Vota' fue en el año 2016, con el principal objetivo de que se hablase de caza durante la campaña electoral de las elecciones generales que se celebraron en junio de ese mismo año. Dicho objetivo se logró y los partidos políticos tuvieron que posicionarse de forma clara con respecto a su postura sobre la actividad cinegética. Desde entonces, en la mayoría de los procesos electorales, ya sean autonómicos o nacionales, el sector ha mantenido viva esta iniciativa, consiguiendo que la caza haya ganado protagonismo en los programas electorales de todos los partidos políticos.

Como no podía ser de otra manera, la caza también se ha movilizado de cara a las elecciones generales de este domingo. La Real Federación Española de Caza (RFEC) puso toda la maquinaria en marcha el mismo día que se publicó en el BOE la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones, anunciando que se reactivaba la campaña 'La Caza También Vota'. Bajo el lema 'La caza es decisiva el 23J' y con el apoyo de las federaciones autonómicas, incluida la extremeña, la RFEC ha impulsado una campaña que ha puesto a la caza en el centro del debate político.

Una movilización colectiva de todo el sector —también se incorporó a la campaña la Oficina Nacional de la Caza (ONC), formada por decenas de entidades cinegéticas— ante unos comicios donde se prevé que el voto de los cazadores sea decisivo. En total, la RFEC estima que serán cerca de cuatro millones el número de votos del mundo rural que estarán relacionados directamente e indirectamente con la actividad cinegética entre cazadores, familiares y trabajadores.

El objetivo, siete años después, va más allá y no se centra solo en que se hable de caza durante la campaña electoral, algo que ya está ampliamente superado. Se busca que los partidos políticos y sus candidatos se comprometan públicamente con las demandas del sector y las incluyan en forma de medidas en sus programas electorales.

Estas elecciones, además, se consideran muy importantes para el sector y el mundo rural, tras unos años en los que las prohibiciones y los ataques contra los cazadores han ido en aumento, alcanzando unos niveles de desprestigio nunca antes vistos. En la mayoría de los casos se ha legislado sin tener en cuenta al sector cinegético, que es uno de los colectivos más implicados medioambientalmente y que mejor conoce los ecosistemas de nuestro territorio.

Las restricciones con la tórtola, las medidas adoptadas con respecto al lobo o la prohibición de la caza como método de control poblacional en los parques nacionales han sido algunas de estas polémicas medidas. Sin embargo, las que más críticas han suscitado por su falta de consenso y carencia de base científica son la aprobación de la Ley de Bienestar Animal y la reforma del código penal en materia de maltrato animal.

La respuesta de los cazadores, como ya es sabido, fue la movilización de una manifestación histórica el 20 de marzo del 2022 en Madrid, donde una marea naranja de más de medio millón de personas inundó las calles de la capital reclamando respeto y visibilidad para el mundo rural.

A las puertas de una nueva cita electoral, el Partido Popular, PSOE y Vox son los tres partidos políticos que se ha comprometido plenamente con las demandas de los cazadores.

Tanto la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, como el presidente de Vox, Santiago Abascal, firmaron antes del inicio de la campaña electoral su adhesión a la iniciativa promovida por la RFEC, y posteriormente lo hizo la secretaría de Agricultura y Pesca del Partido Socialista, Ana María Romero.

Si se analizan los programas electorales de las distintas formaciones se pueden encontrar medidas importantes que afectan al sector. El Partido Popular ha incluido un punto en su programa en el que se comprometen a «apoyar la actividad cinegética sostenible», poniendo de manifiesto algunas cuestiones como la importancia económica de la caza como generadora de empleo y riqueza en el mundo rural.

Por su parte, Vox propone medidas como la aprobación de un Plan Nacional del Lobo, la implantación de una licencia única de caza en todo el territorio nacional o la supresión de la Dirección General de Derechos de los Animales.

El PSOE habla en su programa de propuestas como avanzar hacia una actividad cinegética más sostenible en el marco de la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética o fomentar la colaboración entre los distintos actores para conocer mejor los censos de fauna cinegética y la eficacia de las medidas de gestión del hábitat.

En el último programa electoral analizado, el de Sumar (que integra a más de una decena de formaciones), no hay menciones directas ni a la caza ni a la actividad cinegética, aunque sí se proponen medidas que afectan al sector como la inclusión de la tórtola europea en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.