Valle se queda sin podio por una centésima e Inés Felipe logra el diploma

Al contrario de lo sucedido en la semifinal, el palista emeritense esta vez fue de más a menos. Realizó una buena salida, con la vista puesta en la sorpresiva puesta en escena del argelino Ghendouz, quien vencería y se colgaría el oro tras una apabullante actuación. Tal vez el esfuerzo por seguir el ritmo del norteafricano le pesó a Valle en los últimos metros ya que en la recta final, después de haber permanecido buena parte de la carrera con la plata casi en el bolsillo, se vino abajo y fue cazado por un par de adversarios, de nuevo con centésimas de separación entre ellos.

El argelino Ghendouz se impuso con un tiempo de 39:91, seguido por el australiano Littlehales, con 40.68, y tercero fue el brasileño Rodrigues, quien en la línea de meta le arrebató el bronce al palista emeritense al fijar el crono en 40.75. Porque 40.76 fue el tiempo de Juan Antonio Valle, apenas una centésima de la gloria de subir al podio parisino.

Viajó a París Valle para poner el broche y cerrar el círculo tras ser campeón del mundo dos veces y de Europa otras tres. Le faltaba el oro olímpico que este sábado se le ha vuelto a escapar. Lo intentó en Tokio pero regresó de Japón decepcionado con un séptimo puesto que no colmaba en absoluto sus expectativas. El palista del Iuxtanam de Mérida quería un recuerdo imborrable del estadio Naútico Vaires-Sur-Marne, la primera y única medalla de un extremeño en estos Juegos de París. De los cuatro deportistas de nuestra tierra él era el principal candidato al cajón más alto dadas sus últimas actuaciones y títulos que lo habían situado como claro aspirante. Pero no pudo ser y Valle regresa a España con un cuarto puesto que a él le sabe a poco.

Inés Felipe se quedó sin una de las finales en las que quería competir en estos Juegos. La palista oliventina fue cuarta en la semifinal del VL2 200, una embarcación tipo canoa polinesia que conoce menos que el kayak pero en la que había experimentado una gran progresión en los últimos tiempos. De hecho, se presentaba en París como campeona europea tras vencer en Montemor-o-Velho (Portugal). Buscaba una de las tres plazas que daban acceso a la lucha por las medallas, pero tuvo que conformarse con la final B el acabar en la cuarta y última posición de una prueba en la que participaba con el peor tiempo de las cuatro contrincantes. Una final B en la que se impuso a sus dos rivales para obtener un definitivo noveno puesto y por tanto el diploma olímpico.

Desde muy pronto se pudo comprobar que la extremeña tendría pocas opciones. Nada más iniciarse la salida se quedó muy descolgada y prácticamente sin chance, ni siquiera para birlarle a la representante italiana Biglia ese tercer puesto que hubiera supuesto la clasificación. Inés Felipe invirtió un tiempo de 1:09.35 segundos muy lejos de la vencedora, la australiana Susan Seipel, dominadora clara de la carrera con su 1:02.17 seguida por la brasileña Debora Raiza Ribeiro, con 1:04.4. La italiana Verónica Biglia también obtuvo el pase finalista con 1:06.62, unos tres segundos menos que la del Piragüismo Badajoz. En la final B, Felipe lideró con fuerza toda la carrera invirtiendo un tiempo de 1:8.31, su mejor marca, por delante de la húngara Boldizsar (1:11.23) y la israelí Shafir (1:18.57).

A Inés Felipe le queda una última oportunidad en París, con la semifinal del KL2 200, el kayak, una prueba que tendrá lugar este domingo en el que se clausuran los Juegos. La oliventina fue quinta y no pudo acceder a la final de forma directa pero seguro que la peleará en la semifinal.