El Nuevo Vivero, otra vez centro de conflicto

Un comunicado que ha sorprendido a los propietarios del Badajoz por considerarlo inoportuno y fuera de lugar. «Nos deja descolocados. No entendemos qué es lo que pretenden. Ha habido una reunión telefónica de los abogados del club con el Ayuntamiento y se había llegado a un acuerdo amistoso para que a partir de ahora el Ayuntamiento se hiciera cargo del mantenimiento del campo», sostiene Javier Peña.

Según explica el director general del Badajoz, la iniciativa para tratar la posibilidad de modificar las condiciones del convenio ha partido del club pacense con el objetivo de poder liberarse de la carga económica que supone los alrededor de 300.000 euros anuales del coste del mantenimiento del Nuevo Vivero en cuanto a los servicios de limpieza, luz, agua, césped, seguridad privada... «Ese comunicado da a entender que nos echan del estadio y la realidad es que ha habido buena sintonía. Ahora el Ayuntamiento tendrá que explicar al club y sus aficionados qué va a pasar con el bien público, cómo se va a explotar y dónde vamos a jugar», alega. Y es que esta resolución del convenio provocaría que el Badajoz no pudiera hacer uso de las instalaciones del Nuevo Vivero de manera exclusiva. El equipo pacense podrá seguir entrenando y jugando los partidos en el campo, pero ya no controlará en exclusiva las instalaciones. Lo que abre la puerta a que el Ayuntamiento organice allí otro tipo de actividades como otros encuentros o incluso conciertos, sin tener que depender del visto bueno del Badajoz.

El periodo inicial de vigencia del convenio, que tiene como objeto mejorar la eficiencia, gestión, mantenimiento y conservación del Nuevo Vivero, fue de cuatro años que cumplía en noviembre de 2024 y se prolongó por un año más en el mes de diciembre. Una prórroga que daba a entender que se recuperaban las buenas relaciones entre el club y el Ayuntamiento tras la polémica por el partido de Copa del Rey entre el Gévora y el Betis, que tuvo que jugarse en el Francisco de la Hera al no llegar a un entendimiento con la entidad blanquinegra. A pesar de esto, hay que destacar que el acuerdo de cesión recogía en uno de sus puntos que el Ayuntamiento se reservaba el derecho para el uso de la instalación para eventos de gran magnitud y por características de aforo.

Hasta el propio alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, expresó entonces su malestar a través de sus redes sociales: «Punto de inflexión, tremendo esto», lo que denotaba que, con la finalización del convenio unas semanas más tarde, esta negativa podría complicar las negociaciones de renovación del mismo. Pero nada más lejos de la realidad, pues el 13 de diciembre de 2024, dos meses después de esta polémica, el Badajoz anunciaba la ampliación del convenio por un año más.

Por todo lo descrito anteriormente, sorprende este giro de guión medio año después, ya que en el trasfondo de esta propuesta se sitúa el concurso de acreedores que asoma en el horizonte, ha sido el club quien ha propuesto al Ayuntamiento, a través de su equipo jurídico, la resolución del convenio de forma amistosa, con el objetivo de ajustar cuentas y nivelarse económicamente.

A pesar de asegurar que el tono de la conversación telefónica había sido positivo, desde el Badajoz ha causado perplejidad las formas en las que el Consistorio ha informado a través de una nota de prensa, donde, según Lanuspe «atacan al Club Deportivo Badajoz y nos quedan en mal lugar, parece que nos echan del estadio». «Es asombroso que en las conversaciones que hemos mantenido se diga una cosa y a nuestras espaldas actúen de otra manera», añade Peña.

Según ha podido saber HOY, en la decisión ha pesado el estado de limpieza de las instalaciones, el césped el mantenimiento de las gradas y la repica de las criticas en redes sociales. Otras voces apuntan a que el Ayuntamiento vio con desagrado cómo el club frustró las posibilidades del Gévora de jugar contra el Betis en el campo de la ciudad, el 30 de octubre pasado. El encuentro tuvo que trasladarse a Almendralejo. Ese es el pensamiento que también tienen entre la propiedad del club, ya que entre esas causas que refleja la nota de prensa para forzar la resolución por «el incumplimiento de algunos términos», la enitdad lo achaca a esos mensajes vertidos en redes sociales las pasadas semanas sobre el mal estado de césped, los baños o la limpieza de las gradas, algo que desde el Badajoz aclaran que «se ha estado atendiendo y trabajando».

Con este nuevo frente abierto, y sin ofrecer más detalles sobre en qué situación queda el club y dónde jugará la próxima temporada, hace que sobre todo la afición se vea envuelta en una situación de inquietud e incertidumbre que ya cada vez es más habitual en el entorno blanquinegro.