La desconexión general del Badajoz cortocircuita la corriente ofensiva
Un equipo sin chispa y atribulado por un contexto poco propicio exhibe en el césped una versión roma y sin argumentos
M. Gª Garrido
Badajoz
Jueves, 25 de septiembre 2025, 21:34
Atípico, insólito, excepcional, singular... Son términos que el Badajoz ha convertido en su seña de identidad en los últimos tiempos, hasta el punto de que lo poco convencional se ha transformado en cotidianidad. Y viceversa. Porque transitar por la estabilidad y al abrigo de un entorno mínimamente equilibrado figura como una 'rara avis' en el catálogo de su actualidad. Ni siquiera a nivel estadístico se libra el conjunto pacense de protagonizar realidades inusuales.
El inicio de curso ha sido un fiel reflejo de la convulsión institucional como, por otra parte, era previsible. La idea inicial era confeccionar una plantilla que sobrepasara las 20 fichas para evitar reediciones de los 'thrillers' de terror que se estrenaban en la cartelera de los domingos el curso pasado cuando las sanciones y las lesiones entraban en escena. Pero quedó en agua de borrajas, una proyección mental, y ni siquiera, porque en ningún momento estuvo cerca de cubrirse ese número de efectivos. La voz de Juan Marrero reclamando refuerzos quedó sofocada por el sonido de sables que atronaba en las paredes de la planta noble del Nuevo Vivero.
En los días previos al comienzo del campeonato, el Badajoz contaba con 18 licencias, al menos de manera virtual, porque la sanción de la FIFA mantuvo la incertidumbre hasta el último suspiro. Entre los vaivenes de las embestidas de cada episodio se deslizaba la posibilidad de reforzar alguna posición para proveer de recursos al técnico valenciano, que optó por agachar la cabeza y asumir que los mimbres eran escasos, pero irremediablemente suficientes. «Hemos conseguido firmar todos los jugadores que teníamos en mente», cerraba el debate el director deportivo de la entidad pacense, Luis Oliver Sierra, en una entrevista concedida al club hace unos días.
Finalmente, ni central ni lateral zurdo ni delantero. La punta de lanza era, quizás, la demarcación que más preocupaba, teniendo en cuenta que Marrero usa con asiduidad un dibujo con dos arietes (aunque prescindió de ese esquema ante el Don Benito), lo cual deja a Pablo Rodríguez como único recambio.
Con todas estas premisas, el Badajoz afronta la cuarta jornada, frente a un Villafranca que ha comenzado fuerte, con -3 puntos y un cero en el casillero de goles marcados. Sería ventajista y reduccionista asociar a la falta de futbolistas arriba la escasa productividad, cuando el juego ofensivo depende de muchos más factores que no está sabiendo dominar el equipo extremeño. Ni siquiera una garantía como Borja Domingo ha sabido descifrar el galimatías del jeroglífico en el ataque. No hay fluidez ni clarividencia en el último pase y el conjunto blanquinegro no ha explotado con inteligencia la verticalidad y velocidad de sus extremos para sacar réditos.
Teniendo presente que aunque se han disputado tres jornadas el Badajoz solo ha disputado dos, en el imaginario reciente no existe un precedente en el que el equipo extremeño iniciara la campaña completamente romo de cara a la portería rival a esas alturas.
De hecho, el contraste es sangrante si se tiene en cuenta lo que ocurrió justo hace un año, con tres triunfos consecutivos: por 4-0 al Olivenza, 2-1 al Azuaga y 3-0 al Llerenense como aperitivo liguero. En la anterior, militando en Segunda RFEF, el bagaje fue demoledor en cuanto a resultados, cosechando tres derrotas ante Unión Adarve (1-2), Atlético Paso (1-0) y Guadalajara (1-2), con sensaciones muy negativas, pero al menos mostrando algo de pólvora. En la 2022/23, en Primera RFEF, venció a la Cultural Leonesa (0-1) y encadenó dos empates ante el San Fernando (1-1) y el Rayo Majadahonda (2-2).
Echando aún más atrás la vista, en la anterior etapa de Juan Marrero al frente del banquillo blanquinegro, en el ejercicio posterior al ascenso registró dos tablas por 1-1 ante el Linense y el Recreativo de Huelva y una derrota por 2-1 contra el Écija.
El Badajoz está a tiempo todavía de incorporar futbolistas a sus filas para sufragar esas y otras carencias, aprovechando el beneplácito de la FIFA tras levantar su bloqueo. Aunque en caso de no abonar la deuda que mantiene en concepto de derechos de formación de dos jugadores, en las próximas semanas volverá a toparse con el mismo problema y se esfumarán sus opciones para fichar de cara a la segunda vuelta.