El Badajoz da un paso de gigante hacia el playoff con un gol en el 98

El conjunto blanquinegro volvió a mostrar una pobre imagen fuera de casa, salvada en el 98 por la diana de Jesús Sánchez ante un conjunto celeste encaminado hacia el descenso.

Los visitante salieron a controlar el encuentro, pero sin dar sensación de peligro, con un Trujillo que aguantaba bien posicionado. Las dimensiones reducidas del césped favorecieron el juego directo: balones largos, interrupciones constantes y escaso fútbol de toque. Aun así, el primer disparo del encuentro llegó fruto de una internada de Santi Luque que despejó el portero local a córner.

El Trujillo sufrió la lesión de su central Víctor en el minuto diez y tuvo que ajustar su planteamiento inicial. Al Badajoz muy pronto le dejaron de salir las cosas y perdió el tibio empuje inicial. Los locales, más por corazón que por juego, llegaban al área de Quesada y prácticamente finalizaban todas las jugadas.

Los hombres de David González apenas pisaron el área rival en la primera parte, y no fue hasta cerca del descanso cuando comprometieron a la defensa celeste con un disparo de Jorge Barba que se marchó ligeramente por encima del arco de Diego Mirón. En esta fase del duelo los ánimos se empezaron a caldear, dando un aviso de lo que se vería en la segunda parte. El árbitro fue excesivamente permisivo haciendo que poco a poco el encuentro se le fuera de las manos. Fran Miranda fue el mejor en estos 45 minutos por parte de los visitantes y Toñito fue un puñal por la banda para el Trujillo.

El inicio de la segunda parte fue una continuación de la primera, con juego embarullado y disputas entre los jugadores. El equipo local puso en aprietos a la defensa pacense con Toñito, que seguía percutiendo por su banda y haciendo daño a los zagueros. Incluso se llegó a pedir penalti por una mano de Lobato que el árbitro no sancionó como tal.

A partir del minuto 60 todo se descontroló, se produjo una tangana en la zona de los banquillos por un lance del partido con empujones y agresiones que el árbitro, sorprendentemente, resolvió sin ningún tipo de amonestación.

La entrada de Álex Alegría por Jorge Barba le cambió la cara al Badajoz. Poco a poco, los visitantes volvieron a hacerse con el control del encuentro. Los jugadores del Badajoz reclamaron otro penalti por mano de un defensor, pero el árbitro continuó la jugada. Los últimos 20 minutos fueron de acoso y derribo del Badajoz, encerrando al Trujillo con centros al área. Esa insistencia parecía encaminada a terminar sin premio, pero ya en el minuto 98, cuando prácticamente moría el duelo, Jesús Sánchez aprovechó una jugada por la banda derecha para convertir el 0-1 definitivo que deja el playoff encarrilado para los blanquinegros.